/ jueves 31 de diciembre de 2020

2020, aunque lo intentemos será difícil olvidarte

Está por terminar el año en que vivimos en peligro, 2020 es, por mucho, el peor año de últimas décadas, año en el que amistades o familiares mermaron su salud o perdieron la vida por un desgraciado virus de tierras asiáticas convertido en pandemia y que ha puesto en jaque al mundo entero.

La esperanza de una vacuna que termine con el llamado Covid-19 y que duró meses sin encontrar respuesta positiva al parecer empieza a asomar su realidad; laboratorios de reconocimiento internacional realizaron todas las pruebas posibles y en nuestro país ya existe un calendario de fechas para vacunarnos de acuerdo a nuestra labor y nuestra edad.

La nueva normalidad de este 2020 hizo que la educación de niños y jóvenes se llevara a cabo a través de plataformas virtuales, con todo lo que ello implica: fallas técnicas, fallas de energía eléctrica, maestros y alumnos agobiados por tanto permanecer en un solo lugar y una menor capacidad de retención derivado de una menor atención a la que se pone en clases presenciales.

El semáforo rojo que tanto molestó a algunos ciudadanos apenas fue modificado (más por presiones que por otra cosa) hizo que los centros comerciales se llenaran a su máxima capacidad; la imprudencia y la irresponsabilidad de algunos mandaron a la lona los comportamientos de quienes sí hacían (y siguen haciendo) lo posible por no contagiarse. Primero las compras, primero lo superfluo, luego la salud. De verdad es de dar coraje.

El 2020 fue el año en que el pueblo de Estados Unidos se dio cuenta que un gobierno cuyas acciones provocaban temor a gran parte de sus ciudadanos tenía que terminarse y aunque el (todavía) presidente del país de las barras y las estrellas tuvo gran número de sufragios en la búsqueda de su reelección, el abanderado de los demócratas salió adelante de la mano de su compañera Kamala Harris como vicepresidenta. Gran reto tendrá el nuevo gobierno de los vecinos del norte de reestructurar algunas relaciones diplomáticas que se vieron afectadas en los últimos cuatro años. Veremos cómo le va a México.

El 2020, año del murciélago, año del cubrebocas, año del gel antibacterial, año de la sana distancia, año de desempleo, año de precios de petróleo negativos, año de manifestaciones en la Casa Blanca, año de incertidumbre económica, año en que nuevamente la Máquina del Cruz Azul no nos falló en regar el tepache, año de una rifa de un avión que siempre no fue rifa, pero que pareció que sí, año en que la seudo 4T nos regaló un maravilloso documento llamado “Guía ética”, año en que la Asociación de Editorialistas de Chihuahua publicó un interesante libro con los artículos de 25 líderes de opinión y año en el que partieron de este mundo terrenal el trovador Óscar Chávez, el gran compositor Armando Manzanero, la actriz Pilar Pellicer, los actores Aarón Hernán, Héctor Suárez, Manuel “Loco” Valdez y Raymundo Capetillo, el basquetbolista Kobe Bryant, el astro del futbol Diego Armando Maradona, el historietista argentino Quino, el cantante de country Kenny Rogers, el primer agente 007 Sean Connery y el Premio Nobel de Química Mario Molina.

Por arrancar motores el 2021 y con él la esperanza de que lo que venga sea mejor para toda la humanidad. Respetémonos y sigamos cuidándonos. Vamos pues.


Está por terminar el año en que vivimos en peligro, 2020 es, por mucho, el peor año de últimas décadas, año en el que amistades o familiares mermaron su salud o perdieron la vida por un desgraciado virus de tierras asiáticas convertido en pandemia y que ha puesto en jaque al mundo entero.

La esperanza de una vacuna que termine con el llamado Covid-19 y que duró meses sin encontrar respuesta positiva al parecer empieza a asomar su realidad; laboratorios de reconocimiento internacional realizaron todas las pruebas posibles y en nuestro país ya existe un calendario de fechas para vacunarnos de acuerdo a nuestra labor y nuestra edad.

La nueva normalidad de este 2020 hizo que la educación de niños y jóvenes se llevara a cabo a través de plataformas virtuales, con todo lo que ello implica: fallas técnicas, fallas de energía eléctrica, maestros y alumnos agobiados por tanto permanecer en un solo lugar y una menor capacidad de retención derivado de una menor atención a la que se pone en clases presenciales.

El semáforo rojo que tanto molestó a algunos ciudadanos apenas fue modificado (más por presiones que por otra cosa) hizo que los centros comerciales se llenaran a su máxima capacidad; la imprudencia y la irresponsabilidad de algunos mandaron a la lona los comportamientos de quienes sí hacían (y siguen haciendo) lo posible por no contagiarse. Primero las compras, primero lo superfluo, luego la salud. De verdad es de dar coraje.

El 2020 fue el año en que el pueblo de Estados Unidos se dio cuenta que un gobierno cuyas acciones provocaban temor a gran parte de sus ciudadanos tenía que terminarse y aunque el (todavía) presidente del país de las barras y las estrellas tuvo gran número de sufragios en la búsqueda de su reelección, el abanderado de los demócratas salió adelante de la mano de su compañera Kamala Harris como vicepresidenta. Gran reto tendrá el nuevo gobierno de los vecinos del norte de reestructurar algunas relaciones diplomáticas que se vieron afectadas en los últimos cuatro años. Veremos cómo le va a México.

El 2020, año del murciélago, año del cubrebocas, año del gel antibacterial, año de la sana distancia, año de desempleo, año de precios de petróleo negativos, año de manifestaciones en la Casa Blanca, año de incertidumbre económica, año en que nuevamente la Máquina del Cruz Azul no nos falló en regar el tepache, año de una rifa de un avión que siempre no fue rifa, pero que pareció que sí, año en que la seudo 4T nos regaló un maravilloso documento llamado “Guía ética”, año en que la Asociación de Editorialistas de Chihuahua publicó un interesante libro con los artículos de 25 líderes de opinión y año en el que partieron de este mundo terrenal el trovador Óscar Chávez, el gran compositor Armando Manzanero, la actriz Pilar Pellicer, los actores Aarón Hernán, Héctor Suárez, Manuel “Loco” Valdez y Raymundo Capetillo, el basquetbolista Kobe Bryant, el astro del futbol Diego Armando Maradona, el historietista argentino Quino, el cantante de country Kenny Rogers, el primer agente 007 Sean Connery y el Premio Nobel de Química Mario Molina.

Por arrancar motores el 2021 y con él la esperanza de que lo que venga sea mejor para toda la humanidad. Respetémonos y sigamos cuidándonos. Vamos pues.