/ sábado 4 de diciembre de 2021

3 años de la 4T

Por: Juan González Lechuga

Desde que era niño, mis padres me inculcaron los valores del esfuerzo, sacrificio, trabajo, constancia y disciplina, por medio de su ejemplo y de las múltiples actividades que he desempeñado en mi vida como deportivas, culturales y aquellas al aire libre, hoy quiero compartir esta pequeña lección para entender que le está pasando a nuestro México.

Si tú aspiras a ser el mejor deportista ¿Qué haces? Entrenas, descansas, comes bien, eres disciplinado y constante en tus ejercicios porque esas acciones te completan y te forman para ser el mejor.

De igual forma, si aspiras a ser un empresario tienes que invertir, ahorrar, diversificar tus inversiones y así encontrar la forma correcta de obtener ganancias y beneficiar tu negocio.

No está de más agregar que si quieres ser doctor, de igual forma necesitas estudiar, practicar, leer, informarte y nuevamente estudiar.

Si, suena lógico, dado que nunca se ha escuchado de algún deportista, médico o empresario que por el simple hecho de desear algo o tener esperanza lo logre, es necesario poner acciones concretas para lograr aquellos objetivos que se plantean, si no se tiene una experiencia, trabajo, conocimiento y esfuerzo previo es muy probable que nunca se obtenga el resultado esperado y si se obtiene es momentáneo y con grandes posibilidades de fracaso.

Se cumplieron tres años de gobierno del Presidente López, tres años de la famosa “4T”. Ayer rindió su informe en el Zócalo frente a Palacio Nacional y trae consigo palabras de esperanza, bienestar, transformación y “otros datos”, palabras que instruyen a la búsqueda de un mejor país, que todos soñamos independientemente del color de partido o ideología.

Pero las palabras de esperanza son sólo palabras, no podemos estar esperanzados a buscar el México que queremos si no se toma acción con las políticas públicas necesarias y de impacto que son urgentes en nuestro país.


Hoy, nuestro tren llamado México se encuentra descompuesto entre las vías ferroviarias, dónde el maquinista y el mecánico no usan las herramientas necesarias para arreglarlo, sino que usan las herramientas incorrectas y obsoletas que no dan oportunidad de que el tren siga su marcha.


La herramienta de la economía no funcionó, en el primer año de gobierno nuestro país no creció económicamente, algo histórico nunca visto en otro gobierno; el segundo año, junto con la pandemia (según datos del INEGI) se dio el retroceso del 18.68%, el mayor en toda la historia del país. Si bien, las condiciones no se prestan para crecer esperamos políticas para no retroceder, similares a las que se llevaron a cabo en la gran crisis del 2009. Hoy vamos sin rumbo económicamente hablando y entreando el año con una inflacion del 7%.


Las herramientas brindadas para la educación a distancia sin duda han sido uno de los temas mas olvidados por el gobierno, las acciones implementadas han sido obsoletas para responder a las necesidades de nuestros estudiantes.


“No han faltado los libros de texto para el nivel básico y educación media superior y se trabaja en mejorar sus contenidos” -AMLO.


A palabras del presidente, los libros jamás faltaron, sin embargo a las palabras de los docentes, los libros llegaron a final del semestre escolar y la programación de televisión “Aprende en casa”, así como su versión en línea, el contenido es malo y no cubre con un sistema educativo digno.


La herramienta del aeropuerto fue un fracaso, corriendo a la inversión extranjera y creando otro por capricho que tendrá un costo más elevado al planeado de Texcoco, que por si fuera poco no consideraron los cerros en la zona, los cuales hacen aún más complicada la construcción. Sumándole el caso del tren Maya y la promoción continua de los combustibles fósiles, lo cual va en contra de todas las políticas ambientales propuestas a nivel internacional.


Un sistema de salud, que al día de hoy ya tendrían que ser como los hospitales de Dinamarca, propuesta hecha públicamente por el presidente López en su mañanera, pero la realidad es todo lo contrario, no hay abasto de medicamentos para las personas con cáncer y los hospitales nuevamente se exhibieron como un sistema insolvente, eso sin agregar la mala estrategia del manejo de la pandemia.


Nuestra herramienta de “abrazos y no balazos” no ha funcionado, el jueves de miedo en Sinaloa cumple un año, el narcotráfico liberó a uno de los capos más buscados y demostró que está por encima del gobierno, falló el Estado de Derecho.


Es preocupante que se sigan utilizando apoyos económicos y sociales como estrategia de campaña, el servicio para los que menos tienen debe de hacerse de una forma honrada y buscando contrarrestar los índices de pobreza, pero las cifras que muestran que 7 de cada 10 familias reciben apoyo del gobierno, es sinónimo de la falta de políticas de empleo para acabar con la pobreza. Nuestro desarrollo se verá cuando las despensas se conviertan en la decisión de la persona para elegir que tanto y que comprar para su consumo.


Podríamos hacer un análisis crítico, objetivo y exhaustivo sobre cada punto, no de los otros datos sino de los datos reales proporcionados por los organismos de gobierno que increíblemente contradicen al presidente y su información.


Como mexicanos aspiramos a ver nuestro país crecer, con oportunidades, sueños, una economía creciente, poder salir a la calle sin miedo, que nuestros parques y servicios públicos sean de calidad así como la existencia de una convivencia armónica con nuestro medio ambiente.


Por lo anterior ese necesario el trabajo en conjunto, la preparación, ideales, la no polarización y no victimización, pero sobre todo más propuestas y acciones, esta receta sin duda nos llevará a un mejor camino.


Hoy a 3 años de la famosa “4T” tenemos un panorama sin un rumbo fijo, la esperanza sin acción y sin trabajo no trasciende, a diferencia del deportista, el empresario y el doctor que se han preparado para ser lo que son, nuestro país es comandado por un presidente que llegó a su cargo proclamándose mesías, y en lugar de buscar las mejores herramientas y decisiones para el México que anhelamos, sus resoluciones sin previa preparación le están costando los nulos resultados, la momentaneidad y sobre todo, poco a poco su caída en picada, lamentablemente arrastrando el país con ella.


Por: Juan González Lechuga

Desde que era niño, mis padres me inculcaron los valores del esfuerzo, sacrificio, trabajo, constancia y disciplina, por medio de su ejemplo y de las múltiples actividades que he desempeñado en mi vida como deportivas, culturales y aquellas al aire libre, hoy quiero compartir esta pequeña lección para entender que le está pasando a nuestro México.

Si tú aspiras a ser el mejor deportista ¿Qué haces? Entrenas, descansas, comes bien, eres disciplinado y constante en tus ejercicios porque esas acciones te completan y te forman para ser el mejor.

De igual forma, si aspiras a ser un empresario tienes que invertir, ahorrar, diversificar tus inversiones y así encontrar la forma correcta de obtener ganancias y beneficiar tu negocio.

No está de más agregar que si quieres ser doctor, de igual forma necesitas estudiar, practicar, leer, informarte y nuevamente estudiar.

Si, suena lógico, dado que nunca se ha escuchado de algún deportista, médico o empresario que por el simple hecho de desear algo o tener esperanza lo logre, es necesario poner acciones concretas para lograr aquellos objetivos que se plantean, si no se tiene una experiencia, trabajo, conocimiento y esfuerzo previo es muy probable que nunca se obtenga el resultado esperado y si se obtiene es momentáneo y con grandes posibilidades de fracaso.

Se cumplieron tres años de gobierno del Presidente López, tres años de la famosa “4T”. Ayer rindió su informe en el Zócalo frente a Palacio Nacional y trae consigo palabras de esperanza, bienestar, transformación y “otros datos”, palabras que instruyen a la búsqueda de un mejor país, que todos soñamos independientemente del color de partido o ideología.

Pero las palabras de esperanza son sólo palabras, no podemos estar esperanzados a buscar el México que queremos si no se toma acción con las políticas públicas necesarias y de impacto que son urgentes en nuestro país.


Hoy, nuestro tren llamado México se encuentra descompuesto entre las vías ferroviarias, dónde el maquinista y el mecánico no usan las herramientas necesarias para arreglarlo, sino que usan las herramientas incorrectas y obsoletas que no dan oportunidad de que el tren siga su marcha.


La herramienta de la economía no funcionó, en el primer año de gobierno nuestro país no creció económicamente, algo histórico nunca visto en otro gobierno; el segundo año, junto con la pandemia (según datos del INEGI) se dio el retroceso del 18.68%, el mayor en toda la historia del país. Si bien, las condiciones no se prestan para crecer esperamos políticas para no retroceder, similares a las que se llevaron a cabo en la gran crisis del 2009. Hoy vamos sin rumbo económicamente hablando y entreando el año con una inflacion del 7%.


Las herramientas brindadas para la educación a distancia sin duda han sido uno de los temas mas olvidados por el gobierno, las acciones implementadas han sido obsoletas para responder a las necesidades de nuestros estudiantes.


“No han faltado los libros de texto para el nivel básico y educación media superior y se trabaja en mejorar sus contenidos” -AMLO.


A palabras del presidente, los libros jamás faltaron, sin embargo a las palabras de los docentes, los libros llegaron a final del semestre escolar y la programación de televisión “Aprende en casa”, así como su versión en línea, el contenido es malo y no cubre con un sistema educativo digno.


La herramienta del aeropuerto fue un fracaso, corriendo a la inversión extranjera y creando otro por capricho que tendrá un costo más elevado al planeado de Texcoco, que por si fuera poco no consideraron los cerros en la zona, los cuales hacen aún más complicada la construcción. Sumándole el caso del tren Maya y la promoción continua de los combustibles fósiles, lo cual va en contra de todas las políticas ambientales propuestas a nivel internacional.


Un sistema de salud, que al día de hoy ya tendrían que ser como los hospitales de Dinamarca, propuesta hecha públicamente por el presidente López en su mañanera, pero la realidad es todo lo contrario, no hay abasto de medicamentos para las personas con cáncer y los hospitales nuevamente se exhibieron como un sistema insolvente, eso sin agregar la mala estrategia del manejo de la pandemia.


Nuestra herramienta de “abrazos y no balazos” no ha funcionado, el jueves de miedo en Sinaloa cumple un año, el narcotráfico liberó a uno de los capos más buscados y demostró que está por encima del gobierno, falló el Estado de Derecho.


Es preocupante que se sigan utilizando apoyos económicos y sociales como estrategia de campaña, el servicio para los que menos tienen debe de hacerse de una forma honrada y buscando contrarrestar los índices de pobreza, pero las cifras que muestran que 7 de cada 10 familias reciben apoyo del gobierno, es sinónimo de la falta de políticas de empleo para acabar con la pobreza. Nuestro desarrollo se verá cuando las despensas se conviertan en la decisión de la persona para elegir que tanto y que comprar para su consumo.


Podríamos hacer un análisis crítico, objetivo y exhaustivo sobre cada punto, no de los otros datos sino de los datos reales proporcionados por los organismos de gobierno que increíblemente contradicen al presidente y su información.


Como mexicanos aspiramos a ver nuestro país crecer, con oportunidades, sueños, una economía creciente, poder salir a la calle sin miedo, que nuestros parques y servicios públicos sean de calidad así como la existencia de una convivencia armónica con nuestro medio ambiente.


Por lo anterior ese necesario el trabajo en conjunto, la preparación, ideales, la no polarización y no victimización, pero sobre todo más propuestas y acciones, esta receta sin duda nos llevará a un mejor camino.


Hoy a 3 años de la famosa “4T” tenemos un panorama sin un rumbo fijo, la esperanza sin acción y sin trabajo no trasciende, a diferencia del deportista, el empresario y el doctor que se han preparado para ser lo que son, nuestro país es comandado por un presidente que llegó a su cargo proclamándose mesías, y en lugar de buscar las mejores herramientas y decisiones para el México que anhelamos, sus resoluciones sin previa preparación le están costando los nulos resultados, la momentaneidad y sobre todo, poco a poco su caída en picada, lamentablemente arrastrando el país con ella.