Por: Alejandro Rueda Moreno
“La realidad no es más que el reflejo de las acciones, de manera que la realidad se puede cambiar”
J. Navarro -
La semana pasada en este espacio reconocí el esfuerzo de los atletas chihuahuenses que acudieron a los Juegos Olímpicos de Tokio, bien por ellos, pero va un reconocimiento mayor, entretejido con un poco de enfado, para los deportistas que por falta de apoyos no tuvieron la mínima posibilidad de demostrar su capacidad en el terreno del deporte y que derivado de ese injusto desdén por parte de las autoridades encontraron frustración y decepción.
En todo este pandémico tiempo de olimpiadas, en la casa de ustedes disfrutamos en familia de las competencias de voleibol, tiro con arco, softbol, clavados, atletismo y natación y ante encuentros verdaderamente emocionantes resultaba triste tener que apoyar a deportistas de otros países porque los mexicanos o no participaron, o eran eliminados inmediatamente; nos quedamos con las ganas de escuchar el bello Himno Nacional en alguna premiación, prueba de que simple y sencillamente la realidad no se puede esconder, aunque haya quienes sostengan que los milagros existen, pues aquí, por duro que se oiga, ni con milagros pudimos rebasar el triste resultado de 4 medallas de bronce (para los ganadores nuestro respeto y admiración, faltaba más).
¿Por qué nuestro país que se encuentra ubicado dentro de los primeros 20 en cuanto a su economía y que tiene en su censo poblacional más de 128 millones de mexicanos presenta tan magros resultados en la justa deportiva mundial cuando se supone que el desempeño mostrado por los atletas va de la mano al dinamismo económico del país que representan?, para muestra de ello tenemos a nuestros queridos vecinos del norte que aparecen en los primeros lugares prácticamente de todos los deportes. ¿Por qué los nuestros nomás no?, ¿por qué?, la pregunta tiene varias respuestas que de alguna manera todos conocemos.
Desinterés por el tema, becas que no encontraron su destino, falta de instalaciones apropiadas, disminución de recursos, funcionarios incapaces en el área y corrupción a todo lo que da son algunas de las razones que nos seguirán manteniendo en esta preocupante situación de una nación que pone más atención en que se realicen encuestas que a nadie benefician o en estar en pleito con los medios de comunicación que en apoyar a sus atletas, sólo falta que desde una mañanera nos digan que nos fue muy bien en lugar de pedir la renuncia de Ana Gabriela.
Jamaica, cuya población es de poco menos de 3 millones de habitantes, obtuvo 4 medallas de oro, 1 de plata y 4 de bronce; Cuba: 7 de oro, 3 de plata y 5 de bronce; Ecuador: 2 de oro y 1 de plata; Colombia: 4 de plata y 1 de bronce; Venezuela: 1 de oro y 3 de plata y Brasil: 7 de oro, 6 de plata y 8 de bronce.
Tan endeble está el contexto del deporte nacional que todos los mexicanos nos tenemos que abrazar de 4 medallas de bronce y hacernos la ilusión de que son 40 de oro; si bien es cierto que la esperanza es lo último que se pierde, para París 2024 no se pronostica un mejor resultado, triste, pero cierto.
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