/ domingo 3 de julio de 2022

4T rompe con décadas de inanición en industria petrolera

Por: Cruz Pérez Cuéllar

La transformación del país está en marcha, sabemos que los beneficios vendrán luego, por lo pronto cabe seguir impulsando el desarrollo, poner los medios que estén a nuestro alcance para que no se detenga el proceso de cambio, y estar informando porque se están haciendo cosas importantes en México, hay inversiones históricas, programas que alientan el desarrollo económico y que no se están difundiendo lo necesario.

Esta semana fue inaugurada la primera etapa de la Refinería Olmeca de Dos Bocas con una inversión superior a los 8 mil millones de dólares. Como dicen algunos, una friolera de recursos que tienen la intención de lograr un equilibrio frente a las tensiones geopolíticas, por medio de la autosuficiencia en combustibles y otras energías.

En tres años del gobierno del presidente López Obrador se ha logrado reducir en un 45 por ciento la importación de combustibles, gracias al incremento en la refinación de las seis plantas en México. Pero antes, el primer paso que se dio en Pemex fue el corte de tajo del saqueo que durante muchos años había sido presa esta paraestatal; ahora se trabaja en la eficiencia y en la inversión.

Con la construcción de la Refinería Olmeca, en Tabasco, la adquisición del 100% de las acciones de la planta Deer Park, de Texas, cada una con una capacidad de procesar 340 mil barriles de crudo, para producir gasolina, diésel, turbosina y otros combustibles de uso nacional; así como el mejoramiento y reforzamiento de las seis refinerías existentes en el país, se puede lograr la autosuficiencia de energías y reducir al mínimo la importación.

Es un paso muy importante que marca con claridad la intención de este gobierno, de la Cuarta Transformación, de no estar dependiendo de Estados Unidos para mantener el suministro de gasolinas, siendo que somos un país eminentemente petrolero, pero que por acuerdos de antaño y conveniencias políticas se optó por comprar gasolinas en lugar de procesarla nosotros mismos, y durante décadas se dejó caer el refinamiento de petróleo.

La última refinería construida en nuestro país fue en 1979, en Salina Cruz, Oaxaca, y desde entonces el propósito evidente en Pemex fue el saqueo, el despilfarro, no se pudo constituir como la gran empresa del Estado mexicano, a la que estaba destinada ser, la agobió la succión de recursos, la deuda, la mala administración. Pero justo hoy, con la inauguración de la primera etapa de la Refinería de Dos Bocas, se firmó un acuerdo para inyectarle más de 3 mil millones de dólares, por medio del convenio con la empresa Fluor Daniel, que construirá una planta coquizadora en Salina Cruz.

Adicionalmente el presidente López Obrador reactivó una obra estancada desde hace seis años, frente a las costas de Veracruz. Es un yacimiento de gas no asociado que representa una reserva de 900 mil millones de metros cúbicos y a la cual ya se le habían invertido 1.4 mmdd.

Ahora todo mundo espera que la nueva planta rinda frutos, y no se harán esperar mucho tiempo porque el programa de pruebas está

contemplando los meses restantes de este 2022 y a principios del siguiente año ya estaremos disfrutando de sus beneficios. Esto impactará directamente en la economía de todos los ciudadanos, de las empresas, de todo el sector económico, porque los combustibles que hoy utilizamos son onerosos e incrementan mucho el gasto de cualquier operación, cualquier traslado.

En nuestro estado, por su condición geográfica y climática, por ser frontera y otros factores, tendrán un impacto muy positivo estas acciones emprendidas por el gobierno federal, pues padecemos desde siempre el costo altísimo de los combustibles, la inclemencia de tarifas y sin duda la política de autosuficiencia, en pequeña o gran medida, pronto vendrá hacer justicia a nuestra gente.

Sugerencias y comentarios favor de hacérmelos llegar a mi correo: cpc16169@gmail.com

Por: Cruz Pérez Cuéllar

La transformación del país está en marcha, sabemos que los beneficios vendrán luego, por lo pronto cabe seguir impulsando el desarrollo, poner los medios que estén a nuestro alcance para que no se detenga el proceso de cambio, y estar informando porque se están haciendo cosas importantes en México, hay inversiones históricas, programas que alientan el desarrollo económico y que no se están difundiendo lo necesario.

Esta semana fue inaugurada la primera etapa de la Refinería Olmeca de Dos Bocas con una inversión superior a los 8 mil millones de dólares. Como dicen algunos, una friolera de recursos que tienen la intención de lograr un equilibrio frente a las tensiones geopolíticas, por medio de la autosuficiencia en combustibles y otras energías.

En tres años del gobierno del presidente López Obrador se ha logrado reducir en un 45 por ciento la importación de combustibles, gracias al incremento en la refinación de las seis plantas en México. Pero antes, el primer paso que se dio en Pemex fue el corte de tajo del saqueo que durante muchos años había sido presa esta paraestatal; ahora se trabaja en la eficiencia y en la inversión.

Con la construcción de la Refinería Olmeca, en Tabasco, la adquisición del 100% de las acciones de la planta Deer Park, de Texas, cada una con una capacidad de procesar 340 mil barriles de crudo, para producir gasolina, diésel, turbosina y otros combustibles de uso nacional; así como el mejoramiento y reforzamiento de las seis refinerías existentes en el país, se puede lograr la autosuficiencia de energías y reducir al mínimo la importación.

Es un paso muy importante que marca con claridad la intención de este gobierno, de la Cuarta Transformación, de no estar dependiendo de Estados Unidos para mantener el suministro de gasolinas, siendo que somos un país eminentemente petrolero, pero que por acuerdos de antaño y conveniencias políticas se optó por comprar gasolinas en lugar de procesarla nosotros mismos, y durante décadas se dejó caer el refinamiento de petróleo.

La última refinería construida en nuestro país fue en 1979, en Salina Cruz, Oaxaca, y desde entonces el propósito evidente en Pemex fue el saqueo, el despilfarro, no se pudo constituir como la gran empresa del Estado mexicano, a la que estaba destinada ser, la agobió la succión de recursos, la deuda, la mala administración. Pero justo hoy, con la inauguración de la primera etapa de la Refinería de Dos Bocas, se firmó un acuerdo para inyectarle más de 3 mil millones de dólares, por medio del convenio con la empresa Fluor Daniel, que construirá una planta coquizadora en Salina Cruz.

Adicionalmente el presidente López Obrador reactivó una obra estancada desde hace seis años, frente a las costas de Veracruz. Es un yacimiento de gas no asociado que representa una reserva de 900 mil millones de metros cúbicos y a la cual ya se le habían invertido 1.4 mmdd.

Ahora todo mundo espera que la nueva planta rinda frutos, y no se harán esperar mucho tiempo porque el programa de pruebas está

contemplando los meses restantes de este 2022 y a principios del siguiente año ya estaremos disfrutando de sus beneficios. Esto impactará directamente en la economía de todos los ciudadanos, de las empresas, de todo el sector económico, porque los combustibles que hoy utilizamos son onerosos e incrementan mucho el gasto de cualquier operación, cualquier traslado.

En nuestro estado, por su condición geográfica y climática, por ser frontera y otros factores, tendrán un impacto muy positivo estas acciones emprendidas por el gobierno federal, pues padecemos desde siempre el costo altísimo de los combustibles, la inclemencia de tarifas y sin duda la política de autosuficiencia, en pequeña o gran medida, pronto vendrá hacer justicia a nuestra gente.

Sugerencias y comentarios favor de hacérmelos llegar a mi correo: cpc16169@gmail.com