/ martes 9 de octubre de 2018

60 CLIMAS

Cada año renueva, crece, inventa, impacta y crea un clima de servicio, tecnología, apoyo y amistad con las personas que rodean esta gran organización. Hace 60 años se fundó una empresa dedicada principalmente a la ingeniería de climas. Tuve la oportunidad de realizar algunos proyectos con esta empresa y conocer a la familia que la administraba en aquellos inicios. Fue una fortuna conocer y tener amistad con el ingeniero-segunda generación, persona alegre, proactiva, trabajadora, pero sobre todo con don de sencillez y confianza. Hace poco más de diez años, hemos estado involucrados en el desarrollo y crecimiento de esta organización. Por un lado, colaborando con ideas y estructurando proyectos, al mismo tiempo que la amistad con los actuales accionistas se ha consolidado. Accionista, la persona preocupada por su desarrollo y el de los demás, con una visión humana, mujer ejecutiva, organizada, madre conciliadora, apoyadora y consejera de las hijas e hijos, que han sabido no sólo heredar la base de valores, sino también el empuje y carácter de trabajo de sus padres. Por otro lado, accionista ingeniero, creativo, visionario, con una cultura de trabajo y servicio que ha sabido impregnar en las personas que lo rodean. Allí, también se encontraba, al lado de su madre, el joven ingeniero, nueva generación, que ya aporta su trabajo y empeño liderando uno de los proyectos estratégicos de expansión.

Empresa que ha sabido enfrentar los ciclos económicos y las embestidas de impactos sociales de la región. Con un crecimiento acelerado durante los últimos años y un socio estratégico de gran presencia local y nacional, la organización ha moldeado su cultura de servicio y capacidad técnica, a una integración de impacto a la comunidad, con proyectos innovadores de gran alcance, que incluye la aportación de pensamientos y enseñanzas hacia una mejor calidad de vida, como también infraestructura que impulse la cultura en la región.

Después de ser partícipe de varios eventos conmemorativos a estos primeros sesenta años, la semana pasada tuve la fortuna de presenciar el impacto hacia todas las personas que de una u otra manera están vinculadas a esta organización, con la presencia de un maestro y conferencista de una de las universidades más prestigiadas de Norteamérica. Con sus presentaciones y enfoque positivo, logró no solo hacer reflexionar a muchos de los participantes, sino también establecer un vínculo con causas sociales de alto impacto en la ciudad. Basándose en las interacciones humanas y considerando la felicidad como un estado de la mente, la simplicidad y conexión de cuerpo y mente, la expresión constante de gratitud, pero, sobre todo, priorizar las relaciones humanas como el camino para dar significado a nuestras vidas.

En la reunión de cierre, todos, en una mesa cuadrada conviviendo y recordando momentos. Después de que los socios accionistas agradecieron a todos, consejeros, directivos y parejas de directivos, se inició una serie de palabras por cada uno de los asistentes. Desde las anécdotas de cuándo y cómo entraron a la organización, hasta detalles de viajes, momentos curiosos en épocas de trabajo, y una serie de agradecimientos a la organización por los apoyos y la cultura generada a través de los años. No podríamos dejar pasar la extraordinaria degustación de la cena elaborada por uno de los hijos de los accionistas, estrenando el lugar y el ambiente.

Se sentía un ambiente de esos que suceden pocas veces en la vida, la energía, la transparencia de palabras por cada uno, logró imprimir en la reunión un detalle emotivo y familiar.

Año tras año, un nuevo clima se siente en la organización, más crecimiento y consolidación. Son ya sesenta climas que están dejando huella en la región. Entre ellos está el clima de servicio, el clima de trabajo, el clima de esfuerzo, el clima de innovación, el clima de tecnología, el clima de confianza, el clima de amistad, el clima de respeto, y así, esperamos que cada año venidero existan más climas que compartir y celebrar, ¡felicidades climas!

Email: antonio.rios@itesm.mx





Cada año renueva, crece, inventa, impacta y crea un clima de servicio, tecnología, apoyo y amistad con las personas que rodean esta gran organización. Hace 60 años se fundó una empresa dedicada principalmente a la ingeniería de climas. Tuve la oportunidad de realizar algunos proyectos con esta empresa y conocer a la familia que la administraba en aquellos inicios. Fue una fortuna conocer y tener amistad con el ingeniero-segunda generación, persona alegre, proactiva, trabajadora, pero sobre todo con don de sencillez y confianza. Hace poco más de diez años, hemos estado involucrados en el desarrollo y crecimiento de esta organización. Por un lado, colaborando con ideas y estructurando proyectos, al mismo tiempo que la amistad con los actuales accionistas se ha consolidado. Accionista, la persona preocupada por su desarrollo y el de los demás, con una visión humana, mujer ejecutiva, organizada, madre conciliadora, apoyadora y consejera de las hijas e hijos, que han sabido no sólo heredar la base de valores, sino también el empuje y carácter de trabajo de sus padres. Por otro lado, accionista ingeniero, creativo, visionario, con una cultura de trabajo y servicio que ha sabido impregnar en las personas que lo rodean. Allí, también se encontraba, al lado de su madre, el joven ingeniero, nueva generación, que ya aporta su trabajo y empeño liderando uno de los proyectos estratégicos de expansión.

Empresa que ha sabido enfrentar los ciclos económicos y las embestidas de impactos sociales de la región. Con un crecimiento acelerado durante los últimos años y un socio estratégico de gran presencia local y nacional, la organización ha moldeado su cultura de servicio y capacidad técnica, a una integración de impacto a la comunidad, con proyectos innovadores de gran alcance, que incluye la aportación de pensamientos y enseñanzas hacia una mejor calidad de vida, como también infraestructura que impulse la cultura en la región.

Después de ser partícipe de varios eventos conmemorativos a estos primeros sesenta años, la semana pasada tuve la fortuna de presenciar el impacto hacia todas las personas que de una u otra manera están vinculadas a esta organización, con la presencia de un maestro y conferencista de una de las universidades más prestigiadas de Norteamérica. Con sus presentaciones y enfoque positivo, logró no solo hacer reflexionar a muchos de los participantes, sino también establecer un vínculo con causas sociales de alto impacto en la ciudad. Basándose en las interacciones humanas y considerando la felicidad como un estado de la mente, la simplicidad y conexión de cuerpo y mente, la expresión constante de gratitud, pero, sobre todo, priorizar las relaciones humanas como el camino para dar significado a nuestras vidas.

En la reunión de cierre, todos, en una mesa cuadrada conviviendo y recordando momentos. Después de que los socios accionistas agradecieron a todos, consejeros, directivos y parejas de directivos, se inició una serie de palabras por cada uno de los asistentes. Desde las anécdotas de cuándo y cómo entraron a la organización, hasta detalles de viajes, momentos curiosos en épocas de trabajo, y una serie de agradecimientos a la organización por los apoyos y la cultura generada a través de los años. No podríamos dejar pasar la extraordinaria degustación de la cena elaborada por uno de los hijos de los accionistas, estrenando el lugar y el ambiente.

Se sentía un ambiente de esos que suceden pocas veces en la vida, la energía, la transparencia de palabras por cada uno, logró imprimir en la reunión un detalle emotivo y familiar.

Año tras año, un nuevo clima se siente en la organización, más crecimiento y consolidación. Son ya sesenta climas que están dejando huella en la región. Entre ellos está el clima de servicio, el clima de trabajo, el clima de esfuerzo, el clima de innovación, el clima de tecnología, el clima de confianza, el clima de amistad, el clima de respeto, y así, esperamos que cada año venidero existan más climas que compartir y celebrar, ¡felicidades climas!

Email: antonio.rios@itesm.mx