/ miércoles 5 de enero de 2022

A cada uno lo que le corresponda

Por: Sebastián Sáenz Nieto

Para lograr la paz, es necesaria una igualdad proporcional

En ojos de cualquier tipo de Estado, nunca faltará aquella oveja negra que se encuentra muy lejos del pastor y del rebaño. Cuando la realidad solamente es el resentimiento de un estado, municipio o colonia por mala administración.

La historia comienza cuando llega el señor feudal a cobrar los impuestos de ingreso común que le corresponde recaudar y la mayor parte de ese dinero se va direccionado a otros lugares, específicamente a las capitales. Esto se percibe cuando las empresas desde el cielo dejan caer sus fábricas explotando al material humano, mientras que en las cabeceras suavemente instalan tiendas u oficinas de corporativo porque existe mejor calidad de vida urbana, porque es una ciudad que merece hospedar a la realeza.

Pero ¿cómo aquella ciudad lastimada podrá trabajar en seguridad pública si el presupuesto es escaso y la carencia excesiva? Esto se torna un juego de escoger inversión entre todos los servicios básicos. Es imposible tapar cientos de agujeros con tan sólo diez dedos, por lo que se vuelve un gran reto para las comunidades ante el reparto presupuestal, y todavía sumarle que parte del botín enviado gracias a la misericordia, ya fue repartido antes de llegar a su destino

Siempre han existido aquellos lugares inmersos en el abandono, en el rezago y mucho más en el resentimiento hacia gobiernos que los han descuidado. Es muy triste cuando su tributo es sustancial y a la vez lleve consigo los índices de pobreza más altos en sus periferias.

¨La solución¨

Las visitas a escuelas y hospitales, los eventos, e inclusive las entregas de despensas y su respectiva foto del recuerdo que provocan un asistencialismo contra el que algunos o los mismos gobiernos luchan y que obviamente les cuestan menos; sin embargo, el tiempo le hará saber al ciudadano que esta estrategia e imagen de campaña para subir el escalafón sin su debido seguimiento, no ha solucionado nada en su totalidad. El frijol se termina en menos de un mes, y tendrá que pasar un tiempo considerable para volver a recibir más. Un gobierno admirable, es aquél que deje a un lado la mercadotecnia, que termine con alianzas similares a los casamientos de la edad media y comience a trabajar en estrategias de gobernanza.

Pero, lejos de eso, lo primero es romper las barreras de bipolaridad y para ello se tiene que buscar una unidad, que no se conseguirá con simples visitas, sino dándole la certeza al ciudadano que el dinero soltado con la esperanza de haber dejado un poco en las uñas, será inversión para su ciudad, generará empleos, buscará el mejoramiento urbano y más importante, hará un programa de identidad donde se formará una ciudad unificada.

A dos días del borrón y cuenta nueva, es imprescindible que los gobernantes dejen a un lado puestos futuros y canalicen esfuerzos siendo justos con sus pueblos, es decir, darle a cada uno lo que le corresponda.


Por: Sebastián Sáenz Nieto

Para lograr la paz, es necesaria una igualdad proporcional

En ojos de cualquier tipo de Estado, nunca faltará aquella oveja negra que se encuentra muy lejos del pastor y del rebaño. Cuando la realidad solamente es el resentimiento de un estado, municipio o colonia por mala administración.

La historia comienza cuando llega el señor feudal a cobrar los impuestos de ingreso común que le corresponde recaudar y la mayor parte de ese dinero se va direccionado a otros lugares, específicamente a las capitales. Esto se percibe cuando las empresas desde el cielo dejan caer sus fábricas explotando al material humano, mientras que en las cabeceras suavemente instalan tiendas u oficinas de corporativo porque existe mejor calidad de vida urbana, porque es una ciudad que merece hospedar a la realeza.

Pero ¿cómo aquella ciudad lastimada podrá trabajar en seguridad pública si el presupuesto es escaso y la carencia excesiva? Esto se torna un juego de escoger inversión entre todos los servicios básicos. Es imposible tapar cientos de agujeros con tan sólo diez dedos, por lo que se vuelve un gran reto para las comunidades ante el reparto presupuestal, y todavía sumarle que parte del botín enviado gracias a la misericordia, ya fue repartido antes de llegar a su destino

Siempre han existido aquellos lugares inmersos en el abandono, en el rezago y mucho más en el resentimiento hacia gobiernos que los han descuidado. Es muy triste cuando su tributo es sustancial y a la vez lleve consigo los índices de pobreza más altos en sus periferias.

¨La solución¨

Las visitas a escuelas y hospitales, los eventos, e inclusive las entregas de despensas y su respectiva foto del recuerdo que provocan un asistencialismo contra el que algunos o los mismos gobiernos luchan y que obviamente les cuestan menos; sin embargo, el tiempo le hará saber al ciudadano que esta estrategia e imagen de campaña para subir el escalafón sin su debido seguimiento, no ha solucionado nada en su totalidad. El frijol se termina en menos de un mes, y tendrá que pasar un tiempo considerable para volver a recibir más. Un gobierno admirable, es aquél que deje a un lado la mercadotecnia, que termine con alianzas similares a los casamientos de la edad media y comience a trabajar en estrategias de gobernanza.

Pero, lejos de eso, lo primero es romper las barreras de bipolaridad y para ello se tiene que buscar una unidad, que no se conseguirá con simples visitas, sino dándole la certeza al ciudadano que el dinero soltado con la esperanza de haber dejado un poco en las uñas, será inversión para su ciudad, generará empleos, buscará el mejoramiento urbano y más importante, hará un programa de identidad donde se formará una ciudad unificada.

A dos días del borrón y cuenta nueva, es imprescindible que los gobernantes dejen a un lado puestos futuros y canalicen esfuerzos siendo justos con sus pueblos, es decir, darle a cada uno lo que le corresponda.