/ jueves 9 de abril de 2020

A propósito del Día Mundial de la Salud

Como cada año (desde 1950), el 7 de abril es el día en el que naciones y organizaciones de todas las regiones del mundo se enfocan en reflexionar sobre los asuntos de salud pública y a promover acciones en pro del bienestar de la población.


Tal y como lo marca la tradición, esa reflexión y promoción debe extenderse a lo largo del año enfocándose en un área de salud específica que, de acuerdo con la OMS, demanda atención prioritaria. De ahí que este 2020 sea el Año Internacional del Personal de Enfermería y de Partería; es decir, el año en el que se deben planear programas y acciones orientadas a fortalecer a los profesionales sanitarios con el fin de garantizar que todas las personas tengan acceso a la atención sanitaria que necesitan.

Aunque, por obvias razones, el tema de atención prioritaria para todo el mundo es el relacionado con la actual pandemia, no es momento de dejar a un lado los llamamientos a la acción (al público en general, a las instancias normativas y al personal sanitario) que -en torno al citado año internacional- ha puntualizado la OMS.

Y es que es precisamente en esos llamamientos en donde se encuentra la explicación y la solución para los desafíos que, en materia sanitaria, se han se han visibilizado con mayor claridad e intensidad en el ámbito mundial, por lo que México no es la excepción. Sin embargo, en el caso de nuestro país, hay ciertas cosas que llaman particular y vergonzantemente la atención.

Entre otras cosas, la OMS llama al público en general a agradecer a los profesionales sanitarios por su labor y todo lo que hacen para mantener la salud de la población; a las autoridades sanitarias, a involucrar al personal profesional sanitario en la toma de decisiones; y a las instancias normativas, a adoptar mejores medidas para asignar los recursos de manera más eficaz e introducir cambios donde sea más necesario.

De llevar a la práctica esos llamamientos, hoy habría más mexicanos agradeciendo y aplaudiendo la labor al personal de salud, y no agrediéndolo por temor de ser contagiados; la toma de decisiones podría ser más acertada y asertiva si se tomara en cuenta al personal “de a pie”, y no decisiones unilaterales o autoritarias que no han resultado ser las mejores del todo; y habría recursos suficientes, adecuados y necesarios para para enfrentar y salir de la mejor manera de la crisis, y no ineficacia e ineficiencia en el uso de los escasos recursos públicos con los que se cuentan.

El asunto es que, a propósito del Día Mundial de la Salud, es imprescindible que todos, desde la trinchera en las que nos toca estar, hagamos todo lo humana, cívica y políticamente posible para lograr, unidos, el completo estado bienestar físico, mental y social a que todos tenemos derecho.

Finalizo esta ocasión, citando lo dicho alguna vez por el ideólogo y fundador de la República Dominicana, Juan Pablo Duarte: Nunca fue tan necesario, como hoy, el tener salud, corazón y juicio; hoy que hombres sin juicio y sin corazón conspiran contra la salud de la Patria.


laecita@gmail.com


Como cada año (desde 1950), el 7 de abril es el día en el que naciones y organizaciones de todas las regiones del mundo se enfocan en reflexionar sobre los asuntos de salud pública y a promover acciones en pro del bienestar de la población.


Tal y como lo marca la tradición, esa reflexión y promoción debe extenderse a lo largo del año enfocándose en un área de salud específica que, de acuerdo con la OMS, demanda atención prioritaria. De ahí que este 2020 sea el Año Internacional del Personal de Enfermería y de Partería; es decir, el año en el que se deben planear programas y acciones orientadas a fortalecer a los profesionales sanitarios con el fin de garantizar que todas las personas tengan acceso a la atención sanitaria que necesitan.

Aunque, por obvias razones, el tema de atención prioritaria para todo el mundo es el relacionado con la actual pandemia, no es momento de dejar a un lado los llamamientos a la acción (al público en general, a las instancias normativas y al personal sanitario) que -en torno al citado año internacional- ha puntualizado la OMS.

Y es que es precisamente en esos llamamientos en donde se encuentra la explicación y la solución para los desafíos que, en materia sanitaria, se han se han visibilizado con mayor claridad e intensidad en el ámbito mundial, por lo que México no es la excepción. Sin embargo, en el caso de nuestro país, hay ciertas cosas que llaman particular y vergonzantemente la atención.

Entre otras cosas, la OMS llama al público en general a agradecer a los profesionales sanitarios por su labor y todo lo que hacen para mantener la salud de la población; a las autoridades sanitarias, a involucrar al personal profesional sanitario en la toma de decisiones; y a las instancias normativas, a adoptar mejores medidas para asignar los recursos de manera más eficaz e introducir cambios donde sea más necesario.

De llevar a la práctica esos llamamientos, hoy habría más mexicanos agradeciendo y aplaudiendo la labor al personal de salud, y no agrediéndolo por temor de ser contagiados; la toma de decisiones podría ser más acertada y asertiva si se tomara en cuenta al personal “de a pie”, y no decisiones unilaterales o autoritarias que no han resultado ser las mejores del todo; y habría recursos suficientes, adecuados y necesarios para para enfrentar y salir de la mejor manera de la crisis, y no ineficacia e ineficiencia en el uso de los escasos recursos públicos con los que se cuentan.

El asunto es que, a propósito del Día Mundial de la Salud, es imprescindible que todos, desde la trinchera en las que nos toca estar, hagamos todo lo humana, cívica y políticamente posible para lograr, unidos, el completo estado bienestar físico, mental y social a que todos tenemos derecho.

Finalizo esta ocasión, citando lo dicho alguna vez por el ideólogo y fundador de la República Dominicana, Juan Pablo Duarte: Nunca fue tan necesario, como hoy, el tener salud, corazón y juicio; hoy que hombres sin juicio y sin corazón conspiran contra la salud de la Patria.


laecita@gmail.com