/ martes 30 de marzo de 2021

A reflexionar | Quejas y autoritarismo

“Para saber hablar hay que saber escuchar”. -Plutarco

El escenario nacional en la economía, la salud, la política y la democracia está seriamente contaminado de autoritarismo presidencial, que no observa las leyes y las instituciones que nos hemos dado. Todos los días, se presentan quejas y más quejas de lo que hicieron “otros”, pero mientras se destroza a la nación al gusto y capricho del presidente con el apoyo de sus cófrades de “su partido”, sin considerar la opinión de la gran mayoría del pueblo mexicano. Lo que no le parece es malo, amoral y antidemocrático y lo peor, marbeta a los mexicanos con adjetivos calificativos, con la pretensión de dividirlos y enconarlos.

Ataca violentamente a las instituciones, para neutralizarlas y someterlas a su poder y a su control. La Suprema Corte de Justicia está directamente en la mira, no le merecen respeto ni los funcionarios que operan este poder de la república. Culpa a jueces que no le cumplen sus violaciones a la ley y, pretende que les castigue o destituya ¡vaya forma de gobernar! El órgano autónomo que se creó para organizar los procesos electorales: el IFE, hoy INE, ha realizado una estupenda labor para abrir la democracia y realizar elecciones limpias, confiables y apegadas a derecho. Es virulentamente atacado, tanto por el Ejecutivo como sus corifeos de la Cámara de Diputados y de Senadores, sin tomar en cuenta que todos ellos fueron electos por un proceso electoral planeado, ejecutado con limpieza por el INE. Pero hoy con sus caprichos y berrinches, el presidente descalifica todo lo que no le gusta. Sigue los mismos pasos de Stalin, Hitler y Castro, que con violencia hicieron cera y pabilo de los poderes Legislativo y Judicial, sometiéndolos a la fuerza de sus dictaduras.

El recurso maquiavélico de dividir al pueblo mexicano con dádivas clientelares y asistencialistas tiene como objetivo mantener al pueblo pobre y alienado, para garantizar el triunfo de “su” partido en las elecciones, tanto federales, como estatales. México ha firmado tratados con organismos internacionales, en los que se comprometió a cumplir con los Derechos Humanos, a proteger el medioambiente promoviendo la utilización de fuentes de energía limpias, como la solar y la eólica, entre otras. Controlar la creciente contaminación atmosférica, al reducir el consumo de combustibles como los hidrocarburos y sus derivados, tanto en fábricas como en los automotores. Hoy el Ejecutivo, de manera autoritaria envió una iniciativa de ley, que rápidamente aprobaron sus lacayos de ambas cámaras, en la que se proscribía el uso y operación de las fuentes de energía limpias. De antemano, ante los agravios del gobierno federal, es seguro que pocos ciudadanos votarán por su partido, al que le hace campaña cada mañana.

“Para saber hablar hay que saber escuchar”. -Plutarco

El escenario nacional en la economía, la salud, la política y la democracia está seriamente contaminado de autoritarismo presidencial, que no observa las leyes y las instituciones que nos hemos dado. Todos los días, se presentan quejas y más quejas de lo que hicieron “otros”, pero mientras se destroza a la nación al gusto y capricho del presidente con el apoyo de sus cófrades de “su partido”, sin considerar la opinión de la gran mayoría del pueblo mexicano. Lo que no le parece es malo, amoral y antidemocrático y lo peor, marbeta a los mexicanos con adjetivos calificativos, con la pretensión de dividirlos y enconarlos.

Ataca violentamente a las instituciones, para neutralizarlas y someterlas a su poder y a su control. La Suprema Corte de Justicia está directamente en la mira, no le merecen respeto ni los funcionarios que operan este poder de la república. Culpa a jueces que no le cumplen sus violaciones a la ley y, pretende que les castigue o destituya ¡vaya forma de gobernar! El órgano autónomo que se creó para organizar los procesos electorales: el IFE, hoy INE, ha realizado una estupenda labor para abrir la democracia y realizar elecciones limpias, confiables y apegadas a derecho. Es virulentamente atacado, tanto por el Ejecutivo como sus corifeos de la Cámara de Diputados y de Senadores, sin tomar en cuenta que todos ellos fueron electos por un proceso electoral planeado, ejecutado con limpieza por el INE. Pero hoy con sus caprichos y berrinches, el presidente descalifica todo lo que no le gusta. Sigue los mismos pasos de Stalin, Hitler y Castro, que con violencia hicieron cera y pabilo de los poderes Legislativo y Judicial, sometiéndolos a la fuerza de sus dictaduras.

El recurso maquiavélico de dividir al pueblo mexicano con dádivas clientelares y asistencialistas tiene como objetivo mantener al pueblo pobre y alienado, para garantizar el triunfo de “su” partido en las elecciones, tanto federales, como estatales. México ha firmado tratados con organismos internacionales, en los que se comprometió a cumplir con los Derechos Humanos, a proteger el medioambiente promoviendo la utilización de fuentes de energía limpias, como la solar y la eólica, entre otras. Controlar la creciente contaminación atmosférica, al reducir el consumo de combustibles como los hidrocarburos y sus derivados, tanto en fábricas como en los automotores. Hoy el Ejecutivo, de manera autoritaria envió una iniciativa de ley, que rápidamente aprobaron sus lacayos de ambas cámaras, en la que se proscribía el uso y operación de las fuentes de energía limpias. De antemano, ante los agravios del gobierno federal, es seguro que pocos ciudadanos votarán por su partido, al que le hace campaña cada mañana.