/ martes 16 de abril de 2019

Abordemos el conflicto pacíficamente

Muchas personas anhelamos una vida libre de conflictos, sin embargo, es importante resaltar que siempre han existido y son inherente al ser humano. Forma parte de la vida misma y de la interacción entre personas diferentes conviviendo juntas; por ello, casi indefectiblemente brotan discrepancias en las necesidades o intereses.


Es decir, podemos ubicarnos en cualquier ciudad del mundo, caminar, detenernos por un instante y mirar edificios, casas y escuelas; con certeza podemos asegurar que dentro de estos lugares está sucediendo algún tipo de controversia. Puede analizarse desde distintas perspectivas a nivel social, y fuera de la política y sociología, lo podemos observar como algo más cotidiano. Por ejemplo: cuántas personas deseamos en estas fechas de Semana Santa poner pausa a la rutina y buscar un espacio de calma, sin embargo, la lucha de poder para elegir un destino vacacional puede ocasionar un desacuerdo y generar conflicto. De no solucionar correctamente, podría implicar la fractura en las relaciones, y en este caso, también la cancelación de nuestros planes.

Diversas definiciones de conflicto han surgido a través del tiempo. Para Deutsch, son situaciones donde dos o más partes, ya sea individuos o grupos, tienen intereses o fines incompatibles; Rozenblum, refiere que el conflicto en su aspecto positivo es agente de cambio y ofrece un espacio para que se viertan reclamos que no habría de otro modo; Lederach comenta que es un evento de construcción social. En este entendido, los conflictos no únicamente les suceden a las personas, sino que ellas mismas son participantes activos en crear las situaciones e interacciones de lo que experimentan cuando sucede un conflicto.

Generalmente se ha relacionado con la violencia, considerándose como un factor negativo que termina perjudicando la relación entre las personas; de ahí nuestro afán de evitarlo o evadirlo. Pero el conflicto en sí no es el problema, sino la falta de herramientas para abordarlo. Lo importante es saberlos resolver y aprender de ellos y para ello, la comunicación es imprescindible.


El primer paso para resolver un conflicto es aceptar su inevitable existencia en nuestra vida y activar la voluntad de las partes para dirimirlo, pues de postergarlo, se prolongará causando malestar y empeorando la situación.


El conflicto es necesario en una sociedad, por ello, debemos encontrar maneras de resolverlo pacíficamente. De hacerlo, mejorará nuestra salud física y mental, abriendo a posiblidad al crecimiento y madurez, pues depende del conflicto que atravesemos, será la evolución de nuestro ser. Dado que jamás nos libraremos de él, aprendamos a enfrentarlo de la mejor manera y transformarlo en una oportunidad para mejorar nuestras relaciones, y así vivir en paz con nosotros mismos y con los demás.

Yanez_flor@hotmail.com


Muchas personas anhelamos una vida libre de conflictos, sin embargo, es importante resaltar que siempre han existido y son inherente al ser humano. Forma parte de la vida misma y de la interacción entre personas diferentes conviviendo juntas; por ello, casi indefectiblemente brotan discrepancias en las necesidades o intereses.


Es decir, podemos ubicarnos en cualquier ciudad del mundo, caminar, detenernos por un instante y mirar edificios, casas y escuelas; con certeza podemos asegurar que dentro de estos lugares está sucediendo algún tipo de controversia. Puede analizarse desde distintas perspectivas a nivel social, y fuera de la política y sociología, lo podemos observar como algo más cotidiano. Por ejemplo: cuántas personas deseamos en estas fechas de Semana Santa poner pausa a la rutina y buscar un espacio de calma, sin embargo, la lucha de poder para elegir un destino vacacional puede ocasionar un desacuerdo y generar conflicto. De no solucionar correctamente, podría implicar la fractura en las relaciones, y en este caso, también la cancelación de nuestros planes.

Diversas definiciones de conflicto han surgido a través del tiempo. Para Deutsch, son situaciones donde dos o más partes, ya sea individuos o grupos, tienen intereses o fines incompatibles; Rozenblum, refiere que el conflicto en su aspecto positivo es agente de cambio y ofrece un espacio para que se viertan reclamos que no habría de otro modo; Lederach comenta que es un evento de construcción social. En este entendido, los conflictos no únicamente les suceden a las personas, sino que ellas mismas son participantes activos en crear las situaciones e interacciones de lo que experimentan cuando sucede un conflicto.

Generalmente se ha relacionado con la violencia, considerándose como un factor negativo que termina perjudicando la relación entre las personas; de ahí nuestro afán de evitarlo o evadirlo. Pero el conflicto en sí no es el problema, sino la falta de herramientas para abordarlo. Lo importante es saberlos resolver y aprender de ellos y para ello, la comunicación es imprescindible.


El primer paso para resolver un conflicto es aceptar su inevitable existencia en nuestra vida y activar la voluntad de las partes para dirimirlo, pues de postergarlo, se prolongará causando malestar y empeorando la situación.


El conflicto es necesario en una sociedad, por ello, debemos encontrar maneras de resolverlo pacíficamente. De hacerlo, mejorará nuestra salud física y mental, abriendo a posiblidad al crecimiento y madurez, pues depende del conflicto que atravesemos, será la evolución de nuestro ser. Dado que jamás nos libraremos de él, aprendamos a enfrentarlo de la mejor manera y transformarlo en una oportunidad para mejorar nuestras relaciones, y así vivir en paz con nosotros mismos y con los demás.

Yanez_flor@hotmail.com