/ martes 24 de agosto de 2021

Absurdas justificaciones contra fotomultas 

Por: Antonio Ríos Ramírez

Es increíble la serie de “justificaciones” que se vertieron en días pasados ante la propuesta del Consejo “Ciudadano” de Vialidad con respecto a las fotomultas.

“No hay un esquema de certidumbre”, qué curioso que el esquema lo establece la autoridad, no el ciudadano. La certidumbre está en los constantes accidentes y un evidente rompimiento de la ley, basta con circular por el periférico de la Juventud para darse cuenta con un grado alto de “certidumbre” las constantes violaciones a la velocidad de los automovilistas.

“Es un fin noble, pero genera corrupción, opacidad y abusos a los ciudadanos”. El fin no es noble es “seguridad para los ciudadanos” y lo que genera corrupción y abusos son las interacciones de oficial con los ciudadanos que constantemente “sugieren” un “arreglo” o “mordida”, absurdo pensar en que las fotomultas generen corrupción, esto demuestra la falta de conocimiento, de efectividad en muchas ciudades del mundo y de no querer implementar un sistema más seguro en nuestra ciudad.

“Con una imagen el ciudadano no puede dialogar”, claro que no, ante un hecho documentado, ¿cómo dialogas? Eso sí, ante una corrupción del agente que es producto de un “arreglo”, definitivamente con la imagen y evidencia no es posible. O ¿puedes dialogar con un medidor de agua?, ¿puedes dialogar en el registro del medidor de la luz? Y aun si así fuera el caso, sí se puede dialogar con la autoridad.

“No hay flexibilidad en una máquina”. Denota un total desconocimiento del funcionamiento de la flexibilidad actual de una máquina, de una computadora, el mismo esquema del agente, en cuanto a la flexibilidad de 5 o 10 km/hora, se puede programar la máquina.

“Es una empresa particular”. Sí, efectivamente puede o no ser una empresa particular, pero se puede acordar tanto la inversión (para que no desembolse el gobierno) como los acuerdos para su funcionamiento, igual que recoger la basura o cualquier otro servicio que es concesionado del Municipio a un particular. Donde el Municipio gana por administrar agentes en otros puntos clave de mayor impacto, generar los recursos y la empresa generar su ingreso en común acuerdo.

“El costo de las fotomultas es muy alto, no los puede pagar todo el automovilista”, ¿y la “mordida” sí?, o ¿cualquier otro ilícito de tarifa alta sí puede? Si no comete el ilícito no lo tiene que pagar.

“No hay principio de interacción”. Sabemos de muchos años que ese principio de interacción es el que provoca la corrupción constante. Sí hay alguna explicación, sí es posible hacerlo frente a la autoridad, pero después de observar la evidencia.

“Si le preguntamos a los ciudadanos, dicen que no”. Vamos preguntándoles si quieren pagar el Predial o si quieren pagar los servicios, a ver qué responden.

Es increíble que, a estas alturas y con tanta evidencia de los accidentes, de las corrupciones, de los resultados de otras ciudades y de las tendencias tecnológicas de las ciudades hacia una “smartcity”, existan personas que se opongan a la modernidad, a la seguridad, a la eficiencia y sobre todo a la educación vial. ¿Habrá intereses detrás de esta postura? Esperaríamos que sólo fuera desconocimiento y “no le muevan”, así está bien, que es la posición más cómoda.

Ojalá que los que piensan en contra de la seguridad puedan asistir a los velorios de los fallecimientos por accidentes. Hacia una ciudad más segura, más moderna y más ciudadana.

email: antonio.rios@tec.mx, miembro de la Asociación de Editorialistas de Chihuahua

Por: Antonio Ríos Ramírez

Es increíble la serie de “justificaciones” que se vertieron en días pasados ante la propuesta del Consejo “Ciudadano” de Vialidad con respecto a las fotomultas.

“No hay un esquema de certidumbre”, qué curioso que el esquema lo establece la autoridad, no el ciudadano. La certidumbre está en los constantes accidentes y un evidente rompimiento de la ley, basta con circular por el periférico de la Juventud para darse cuenta con un grado alto de “certidumbre” las constantes violaciones a la velocidad de los automovilistas.

“Es un fin noble, pero genera corrupción, opacidad y abusos a los ciudadanos”. El fin no es noble es “seguridad para los ciudadanos” y lo que genera corrupción y abusos son las interacciones de oficial con los ciudadanos que constantemente “sugieren” un “arreglo” o “mordida”, absurdo pensar en que las fotomultas generen corrupción, esto demuestra la falta de conocimiento, de efectividad en muchas ciudades del mundo y de no querer implementar un sistema más seguro en nuestra ciudad.

“Con una imagen el ciudadano no puede dialogar”, claro que no, ante un hecho documentado, ¿cómo dialogas? Eso sí, ante una corrupción del agente que es producto de un “arreglo”, definitivamente con la imagen y evidencia no es posible. O ¿puedes dialogar con un medidor de agua?, ¿puedes dialogar en el registro del medidor de la luz? Y aun si así fuera el caso, sí se puede dialogar con la autoridad.

“No hay flexibilidad en una máquina”. Denota un total desconocimiento del funcionamiento de la flexibilidad actual de una máquina, de una computadora, el mismo esquema del agente, en cuanto a la flexibilidad de 5 o 10 km/hora, se puede programar la máquina.

“Es una empresa particular”. Sí, efectivamente puede o no ser una empresa particular, pero se puede acordar tanto la inversión (para que no desembolse el gobierno) como los acuerdos para su funcionamiento, igual que recoger la basura o cualquier otro servicio que es concesionado del Municipio a un particular. Donde el Municipio gana por administrar agentes en otros puntos clave de mayor impacto, generar los recursos y la empresa generar su ingreso en común acuerdo.

“El costo de las fotomultas es muy alto, no los puede pagar todo el automovilista”, ¿y la “mordida” sí?, o ¿cualquier otro ilícito de tarifa alta sí puede? Si no comete el ilícito no lo tiene que pagar.

“No hay principio de interacción”. Sabemos de muchos años que ese principio de interacción es el que provoca la corrupción constante. Sí hay alguna explicación, sí es posible hacerlo frente a la autoridad, pero después de observar la evidencia.

“Si le preguntamos a los ciudadanos, dicen que no”. Vamos preguntándoles si quieren pagar el Predial o si quieren pagar los servicios, a ver qué responden.

Es increíble que, a estas alturas y con tanta evidencia de los accidentes, de las corrupciones, de los resultados de otras ciudades y de las tendencias tecnológicas de las ciudades hacia una “smartcity”, existan personas que se opongan a la modernidad, a la seguridad, a la eficiencia y sobre todo a la educación vial. ¿Habrá intereses detrás de esta postura? Esperaríamos que sólo fuera desconocimiento y “no le muevan”, así está bien, que es la posición más cómoda.

Ojalá que los que piensan en contra de la seguridad puedan asistir a los velorios de los fallecimientos por accidentes. Hacia una ciudad más segura, más moderna y más ciudadana.

email: antonio.rios@tec.mx, miembro de la Asociación de Editorialistas de Chihuahua