El 17 de mayo se conmemoró el Día Internacional contra la Homofobia, que se instauró con el objetivo de crear consciencia acerca de la discriminación y violencia que sufren personas de la comunidad LGBT, así como buscar igualdad y respeto. En relación a la homofobia, transfobia y bifoba, la ONU indica que es el miedo irracional, odio o aversión hacia las personas homosexuales, transexuales y bisexuales, respectivamente.
Así mismo, el domingo pasado se realizó una marcha en el centro de la ciudad, para conmemorar la Vigilia Internacional en Memoria de las víctimas del Sida, el cual es un programa del Consejo Global de Salud bajo el nombre de Internacional “Candlelight AIDS”, misma que es una de las campañas más grandes y antiguas de movilización de los pueblos para el conocimiento del sida en el mundo. El principal objetivo fue recordar a las personas que fallecieron por causas relacionadas con el VIH y destruir el estigma que se creó en torno a esa infección.
Desde que se descubrió el virus, se conjeturó que personas homosexuales eran las portadoras y transmisoras del mismo, y tristemente aún persisten prejuicios y discriminación hacia ese grupo, que desafortunadamente hacen que ese “mito” prevalezca.
La LGTBfobia continúa en la sociedad, en los trabajos y escuelas, por lo que es menester educar y crear conciencia en la sociedad sobre la importancia de la lucha contra esa fobia, que está íntimamente ligada a la discriminación que padecen las personas portadoras del VIH/sida.
Una de las claves para detener la propagación de este mortífero virus es la educación en Derechos Humanos (equidad de género, que involucra a hombres y mujeres por igual); promover estrategias relacionadas a la concientizar sobre el VIH/sida y sobre todo, educar y reeducar desde temprana edad para acabar con creencias que sólo dividen a la sociedad y aparejan graves consecuencias, que de cualquier forma conducen a la muerte.
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