/ miércoles 31 de octubre de 2018

Acoso, hostigamiento y violencia contra las mujeres: Heriberto Flores

¡Enhorabuena! La destitución de Heriberto Flores Gutiérrez, como rector de la UTCh el pasado jueves, y felicitación a Joanna Antonieta Quiñones Méndez, profesora de la carrera de Desarrollo de Negocios, respaldada especialmente por alumnos como víctima de represalias dentro de esta casa de estudios ante autoridades, firmando por hechos denunciados: “Exigimos a las autoridades se investigue y apliquen todo el rigor de la ley para quienes confabulan para dañar la imagen de nuestra maestra como venganza y represalias por denunciar”; afirmando que el acoso, hostigamiento y violencia contra las mujeres es una de las más degradantes violaciones a los Derechos Humanos, pero que continúa progresando en las propias aulas de la UTCh, ante la negativa actuación de Pablo Cuarón Galindo en Secretaría de Educación y Deporte del gobierno panista de Corral, así como Miguel Ángel Valdez y el propio Heriberto Flores Gutiérrez.

Lo cierto es que Flores, como buen panista, es una joya como funcionario, pero la Secretaría de la Función Pública y el Instituto Chihuahuense de la Mujer no hicieron nada junto con Estéfani Olmos, seguramente por el miedo al gobernador y a manchar la imagen de un “respetable” panista ante la sordera oficial.

Alumnos de nuestra máxima casa de estudios tecnológica y Joanna Antonieta como dama en calidad de víctima no se amedrentaron ante el corrupto Flores Gutiérrez, que cayó en desgracia, como consecuencia de sus funestas acciones; al no prestarse a los “servicios” de quien fuera el rector. “Se debe investigar como ejecutores a personal de Finanzas, encargada del Jurídico, Recursos Humanos, apoderado legal de la universidad, a tres catedráticas de la carrera de Desarrollo de Negocios que actuaron en mi contra, directora académica Magdalena Campos Quiroz”. No más acoso sexual a la mujer, cuyo fenómeno se debe fomentar con la denuncia de las mujeres, y para ello se requiere que las personas que viven esta situación se reconozcan como víctimas, y rechacen estas conductas entendiendo que constituyen delitos y revisar protocolos que se siguen, menciona Joanna Antonieta.



¡Enhorabuena! La destitución de Heriberto Flores Gutiérrez, como rector de la UTCh el pasado jueves, y felicitación a Joanna Antonieta Quiñones Méndez, profesora de la carrera de Desarrollo de Negocios, respaldada especialmente por alumnos como víctima de represalias dentro de esta casa de estudios ante autoridades, firmando por hechos denunciados: “Exigimos a las autoridades se investigue y apliquen todo el rigor de la ley para quienes confabulan para dañar la imagen de nuestra maestra como venganza y represalias por denunciar”; afirmando que el acoso, hostigamiento y violencia contra las mujeres es una de las más degradantes violaciones a los Derechos Humanos, pero que continúa progresando en las propias aulas de la UTCh, ante la negativa actuación de Pablo Cuarón Galindo en Secretaría de Educación y Deporte del gobierno panista de Corral, así como Miguel Ángel Valdez y el propio Heriberto Flores Gutiérrez.

Lo cierto es que Flores, como buen panista, es una joya como funcionario, pero la Secretaría de la Función Pública y el Instituto Chihuahuense de la Mujer no hicieron nada junto con Estéfani Olmos, seguramente por el miedo al gobernador y a manchar la imagen de un “respetable” panista ante la sordera oficial.

Alumnos de nuestra máxima casa de estudios tecnológica y Joanna Antonieta como dama en calidad de víctima no se amedrentaron ante el corrupto Flores Gutiérrez, que cayó en desgracia, como consecuencia de sus funestas acciones; al no prestarse a los “servicios” de quien fuera el rector. “Se debe investigar como ejecutores a personal de Finanzas, encargada del Jurídico, Recursos Humanos, apoderado legal de la universidad, a tres catedráticas de la carrera de Desarrollo de Negocios que actuaron en mi contra, directora académica Magdalena Campos Quiroz”. No más acoso sexual a la mujer, cuyo fenómeno se debe fomentar con la denuncia de las mujeres, y para ello se requiere que las personas que viven esta situación se reconozcan como víctimas, y rechacen estas conductas entendiendo que constituyen delitos y revisar protocolos que se siguen, menciona Joanna Antonieta.