/ jueves 28 de abril de 2022

Agua para nadie 

En estos llanos no hay agua ni para el bautizo” Jesús Gardea (escritor) 1939 / 2001


De continuar los humanos sobreexplotando el agua, en pocos años, por increíble que parezca, habrá en algunas regiones del planeta un incremento de homicidios por el robo y tráfico del agua y en mayor incidencia entre la población marginada. Esta es la conclusión de un grupo de expertos del Foro Mundial del Agua 2018.


Históricamente desde la Mesopotamia gran parte de la humanidad se asentó sobre las márgenes de los ríos y las costas; otros grupos lo hicieron sobre tierras áridas para la extracción del agua del subsuelo. Esta última ha sido una práctica indefinida hasta ir agotando las galerías subterráneas, que es precisamente lo que está sucediendo en el norte de México. El destino de estas regiones es claro, pues sin ese recurso en pocas décadas se presentará crisis sin precedente y el estado de Chihuahua estará en el ojo del huracán. El agua disponible actualmente no debe interpretarse únicamente como utilizable para consumo humano, la agricultura, la industria, etc., sino que parte importante del líquido es crucial para el mantenimiento de los ecosistemas acuáticos y del equilibrio ecológico regional.

De acuerdo a especialistas de CILA (Comisión Internacional de Límites y Aguas) el río Grande o río Bravo, que delimita parte de la frontera entre Estados Unidos y México, se está aniquilando por el cambio climático agravando la intensidad de las sequías. También investigadores de algunas universidades de Arizona y Nuevo México, sobre la evaluación de los acuíferos, indican la existencia de un reloj regresivo por regiones sobre el tiempo vital de los acuíferos.

La Ley US (109-448) firmada en 2006 por el expresidente J.W. Bush llamada: Acta de Evaluación de Acuíferos Transfronterizos, aplica a los estados de Arizona, Nuevo México y Texas, donde se han designado cuatro acuíferos para evaluación prioritaria; siendo éstos: el Hueco, Bolsón y Mesilla en la región de El Paso y Ciudad Juárez y el Santa Cruz y San Pedro en la zona fronteriza de Arizona – Sonora, bajo la estricta misión de cuidar su abastecimiento y ser implacables con México para el cumplimiento del Tratado de Aguas de 1944.

En nuestro entorno local, pese al toque de “alarma hídrica”, son demasiadas las hectáreas que se han venido desmontando al norte de la ciudad de Chihuahua para el cultivo del nogal, contrariando el sentido de la creación del acueducto Sauz – Encinillas para priorizar de agua a la ciudad capital. Con ello la zona urbana tiene sus décadas contadas, que para los expertos no rebasan los 40 años del agotamiento de los acuíferos. En todo esto el cambio climático junto con el aumento poblacional y diversificación de la demanda, son suficientes para que la próxima generación migre a regiones con un ofrecimiento hídrico más favorable.

En Ciudad Juárez el escenario es complejo; por cada litro de recarga del acuífero Conejos / Médanos se extraen 10 litros. Para Jorge Salas Plata, investigador ambiental por la UACJ, por la sobreexplotación que sufren los mantos acuíferos de la región habrá severo déficit en muy corto plazo, sin ser ajeno El Paso, Tx. Pronto el río Grande estará por debajo del 20% del promedio en 120 años, advirtiendo que hará improductiva la agricultura. Sin agua no habrá cultivo ni ser humano que permanezca de pie.


En estos llanos no hay agua ni para el bautizo” Jesús Gardea (escritor) 1939 / 2001


De continuar los humanos sobreexplotando el agua, en pocos años, por increíble que parezca, habrá en algunas regiones del planeta un incremento de homicidios por el robo y tráfico del agua y en mayor incidencia entre la población marginada. Esta es la conclusión de un grupo de expertos del Foro Mundial del Agua 2018.


Históricamente desde la Mesopotamia gran parte de la humanidad se asentó sobre las márgenes de los ríos y las costas; otros grupos lo hicieron sobre tierras áridas para la extracción del agua del subsuelo. Esta última ha sido una práctica indefinida hasta ir agotando las galerías subterráneas, que es precisamente lo que está sucediendo en el norte de México. El destino de estas regiones es claro, pues sin ese recurso en pocas décadas se presentará crisis sin precedente y el estado de Chihuahua estará en el ojo del huracán. El agua disponible actualmente no debe interpretarse únicamente como utilizable para consumo humano, la agricultura, la industria, etc., sino que parte importante del líquido es crucial para el mantenimiento de los ecosistemas acuáticos y del equilibrio ecológico regional.

De acuerdo a especialistas de CILA (Comisión Internacional de Límites y Aguas) el río Grande o río Bravo, que delimita parte de la frontera entre Estados Unidos y México, se está aniquilando por el cambio climático agravando la intensidad de las sequías. También investigadores de algunas universidades de Arizona y Nuevo México, sobre la evaluación de los acuíferos, indican la existencia de un reloj regresivo por regiones sobre el tiempo vital de los acuíferos.

La Ley US (109-448) firmada en 2006 por el expresidente J.W. Bush llamada: Acta de Evaluación de Acuíferos Transfronterizos, aplica a los estados de Arizona, Nuevo México y Texas, donde se han designado cuatro acuíferos para evaluación prioritaria; siendo éstos: el Hueco, Bolsón y Mesilla en la región de El Paso y Ciudad Juárez y el Santa Cruz y San Pedro en la zona fronteriza de Arizona – Sonora, bajo la estricta misión de cuidar su abastecimiento y ser implacables con México para el cumplimiento del Tratado de Aguas de 1944.

En nuestro entorno local, pese al toque de “alarma hídrica”, son demasiadas las hectáreas que se han venido desmontando al norte de la ciudad de Chihuahua para el cultivo del nogal, contrariando el sentido de la creación del acueducto Sauz – Encinillas para priorizar de agua a la ciudad capital. Con ello la zona urbana tiene sus décadas contadas, que para los expertos no rebasan los 40 años del agotamiento de los acuíferos. En todo esto el cambio climático junto con el aumento poblacional y diversificación de la demanda, son suficientes para que la próxima generación migre a regiones con un ofrecimiento hídrico más favorable.

En Ciudad Juárez el escenario es complejo; por cada litro de recarga del acuífero Conejos / Médanos se extraen 10 litros. Para Jorge Salas Plata, investigador ambiental por la UACJ, por la sobreexplotación que sufren los mantos acuíferos de la región habrá severo déficit en muy corto plazo, sin ser ajeno El Paso, Tx. Pronto el río Grande estará por debajo del 20% del promedio en 120 años, advirtiendo que hará improductiva la agricultura. Sin agua no habrá cultivo ni ser humano que permanezca de pie.