/ martes 3 de mayo de 2022

Ahora contra la educación 

Por: Antonio Ríos Ramírez

En las últimas semanas los intentos de cambios básicos en algunas de las áreas de la sociedad son evidentes. Desde consultas con fines electorales, pasando por iniciativas en contra del desarrollo, hasta llegar a la esencia de una comunidad, la educación.

Es increíble que habiendo pasado por la pandemia y mostrar a la sociedad la incapacidad de un gobierno por responder a las necesidades de una crisis educativa, ahora quiera no sólo cambiar el modelo, sino también, como muchas otras áreas, quiera utilizar la educación como instrumento de manipulación y de control de las nuevas generaciones. No basta con evidenciar al país como uno de los peores en educación, sino que ahora se pretende modificar los contenidos hacia el deterioro de la cultura de un país.

A pesar de las reformas en las últimas décadas, la educación en México cada vez es precaria, deficiente y con esquemas débiles de pensamiento crítico.

El “intento” por modificar la estructura de la educación agrupando niveles y reduciendo el número de fases (varios años en fases) carece de lógica de aprendizaje y desarrollo de madurez de los niños y jóvenes.

No cabe duda de que es necesario un cambio en la educación en nuestro país. Desde su origen hasta los nuevos enfoques que han dado resultados extraordinarios en otras partes del mundo. Pero de esto, a querer transformar los esquemas de desarrollo mental incluyendo transversalidades al vapor y esquemas de pensamiento crítico a brochazos, sería peor que el gran daño que le han hecho a las últimas generaciones.

Pareciera como si el gobierno buscara intencionalmente el retroceso de la educación, la dificultad para acceder a la educación, la incertidumbre y la deserción. La propuesta desconoce los libros actuales (por neoliberales), elimina exámenes internacionales y alinea con los esquemas ideológicos del Ejecutivo.

El proyecto propuesto no enfrenta la situación de emergencia de la educación.

Incluye el trabajo de convertir a los maestros en líderes sociales. Ataca al actual modelo como meritocrático, elitista, patriarcal y racista. Se dice que el modelo propuesto preparará para compartir y no para competir. La propuesta impulsa, evidentemente, una intención ideológica y no pedagógica.

Se dan a conocer cambios sin un rumbo. Una de las grandes preguntas que primero nos debemos hacer es: ¿Para qué la educación?, ¿para quién?, ¿como? y esta propuesta es confusa, ambigua y sin un plan-objetivo o rumbo educativo de nuestro país.

Lo más absurdo es que la propuesta no contempla la “emergencia” en el sistema educativo donde la forma y el alcance, no resuelve el nivel actual, la baja matrícula o las altas deficiencias básicas de un ciudadano para enfrentar su desarrollo en las comunidades.

La educación es la base de la sociedad. El Ejecutivo “pretende” contar con una sociedad “no educada”, lo cual es lógico para los fines manipuladores. Definitivamente no debemos permitir que, como muchas áreas, también el gobierno, destruya lo más valioso de una sociedad, su educación.

email: antonio.rios@tec.mx, miembro de la Asociación de Editorialistas de Chihuahua

Por: Antonio Ríos Ramírez

En las últimas semanas los intentos de cambios básicos en algunas de las áreas de la sociedad son evidentes. Desde consultas con fines electorales, pasando por iniciativas en contra del desarrollo, hasta llegar a la esencia de una comunidad, la educación.

Es increíble que habiendo pasado por la pandemia y mostrar a la sociedad la incapacidad de un gobierno por responder a las necesidades de una crisis educativa, ahora quiera no sólo cambiar el modelo, sino también, como muchas otras áreas, quiera utilizar la educación como instrumento de manipulación y de control de las nuevas generaciones. No basta con evidenciar al país como uno de los peores en educación, sino que ahora se pretende modificar los contenidos hacia el deterioro de la cultura de un país.

A pesar de las reformas en las últimas décadas, la educación en México cada vez es precaria, deficiente y con esquemas débiles de pensamiento crítico.

El “intento” por modificar la estructura de la educación agrupando niveles y reduciendo el número de fases (varios años en fases) carece de lógica de aprendizaje y desarrollo de madurez de los niños y jóvenes.

No cabe duda de que es necesario un cambio en la educación en nuestro país. Desde su origen hasta los nuevos enfoques que han dado resultados extraordinarios en otras partes del mundo. Pero de esto, a querer transformar los esquemas de desarrollo mental incluyendo transversalidades al vapor y esquemas de pensamiento crítico a brochazos, sería peor que el gran daño que le han hecho a las últimas generaciones.

Pareciera como si el gobierno buscara intencionalmente el retroceso de la educación, la dificultad para acceder a la educación, la incertidumbre y la deserción. La propuesta desconoce los libros actuales (por neoliberales), elimina exámenes internacionales y alinea con los esquemas ideológicos del Ejecutivo.

El proyecto propuesto no enfrenta la situación de emergencia de la educación.

Incluye el trabajo de convertir a los maestros en líderes sociales. Ataca al actual modelo como meritocrático, elitista, patriarcal y racista. Se dice que el modelo propuesto preparará para compartir y no para competir. La propuesta impulsa, evidentemente, una intención ideológica y no pedagógica.

Se dan a conocer cambios sin un rumbo. Una de las grandes preguntas que primero nos debemos hacer es: ¿Para qué la educación?, ¿para quién?, ¿como? y esta propuesta es confusa, ambigua y sin un plan-objetivo o rumbo educativo de nuestro país.

Lo más absurdo es que la propuesta no contempla la “emergencia” en el sistema educativo donde la forma y el alcance, no resuelve el nivel actual, la baja matrícula o las altas deficiencias básicas de un ciudadano para enfrentar su desarrollo en las comunidades.

La educación es la base de la sociedad. El Ejecutivo “pretende” contar con una sociedad “no educada”, lo cual es lógico para los fines manipuladores. Definitivamente no debemos permitir que, como muchas áreas, también el gobierno, destruya lo más valioso de una sociedad, su educación.

email: antonio.rios@tec.mx, miembro de la Asociación de Editorialistas de Chihuahua