/ jueves 12 de septiembre de 2019

Ahorrar

“Quien vive con más desahogo no es el que tiene más, sino el que administra bien lo mucho o poco que tiene”

Ángel Ganivet -

Tengo el placer de ser maestro de la Universidad Autónoma de Chihuahua por más de 22 años, las materias impartidas son del área financiera - bursátil en la Facultad de Contaduría y Administración y es muy común que mis alumnos, que ya trabajan, me digan constantemente que su sueldo apenas alcanza para pagar sus necesidades primordiales y para salir a divertirse de vez en cuando, pero que su capacidad de ahorro es limitada o prácticamente nula.

Es muy cierto que en nuestro país el ingreso salarial es poco para la mayoría de los ciudadanos y esto encuentra su motor en la notable incapacidad que se tiene para distribuir la riqueza por parte de quienes tienen y deben hacerlo; sin embargo, no podemos sentarnos a esperar que esto suceda y tenemos que entrarle a lo disponible en lo que construimos un patrimonio más o menos decoroso; lo importante siempre será ahorrar parte del ingreso por raquítico que sea éste. El escritor e importante hombre de negocios George S. Clason, en su libro “El hombre más rico de Babilonia”, sugiere ahorrar el 10% del sueldo.

El argumento de que no alcanza para ahorrar no es exclusivo de estudiantes o de determinada clase social, gente llamada pudiente (económicamente hablando) también dice lo mismo, con lo cual podemos pensar que se trata de una mera justificación.

En un mundo lleno de apariencias, mucha gente cree que vale por lo que tiene y no por lo que es y deciden comprar cosas caras y realizar viajes costosos sólo para mostrar a la sociedad un (falso) estatus, estas personas cuando se dan cuenta de que están por entrar a la vejez ya es demasiado tarde para ahorrar y le agregan a su vida la preocupación por las deudas contraídas, las cuales tienen que pagar.

Lo importante en esta prestada existencia es priorizar y esto tiene que ir acompañado de una adecuada administración de nuestros recursos monetarios; Con los hijos en casa es de verdad básico el inculcarles la práctica del ahorro y que entiendan que ese ahorro con el tiempo se convertirá en una inversión que podrá ayudar para mantener una calidad de vida en mejores términos.

Muchos tienen la idea de que ahorrar es lo mismo que invertir, pero esa diferencia la explicaremos en otra ocasión, sale pues.

“Quien vive con más desahogo no es el que tiene más, sino el que administra bien lo mucho o poco que tiene”

Ángel Ganivet -

Tengo el placer de ser maestro de la Universidad Autónoma de Chihuahua por más de 22 años, las materias impartidas son del área financiera - bursátil en la Facultad de Contaduría y Administración y es muy común que mis alumnos, que ya trabajan, me digan constantemente que su sueldo apenas alcanza para pagar sus necesidades primordiales y para salir a divertirse de vez en cuando, pero que su capacidad de ahorro es limitada o prácticamente nula.

Es muy cierto que en nuestro país el ingreso salarial es poco para la mayoría de los ciudadanos y esto encuentra su motor en la notable incapacidad que se tiene para distribuir la riqueza por parte de quienes tienen y deben hacerlo; sin embargo, no podemos sentarnos a esperar que esto suceda y tenemos que entrarle a lo disponible en lo que construimos un patrimonio más o menos decoroso; lo importante siempre será ahorrar parte del ingreso por raquítico que sea éste. El escritor e importante hombre de negocios George S. Clason, en su libro “El hombre más rico de Babilonia”, sugiere ahorrar el 10% del sueldo.

El argumento de que no alcanza para ahorrar no es exclusivo de estudiantes o de determinada clase social, gente llamada pudiente (económicamente hablando) también dice lo mismo, con lo cual podemos pensar que se trata de una mera justificación.

En un mundo lleno de apariencias, mucha gente cree que vale por lo que tiene y no por lo que es y deciden comprar cosas caras y realizar viajes costosos sólo para mostrar a la sociedad un (falso) estatus, estas personas cuando se dan cuenta de que están por entrar a la vejez ya es demasiado tarde para ahorrar y le agregan a su vida la preocupación por las deudas contraídas, las cuales tienen que pagar.

Lo importante en esta prestada existencia es priorizar y esto tiene que ir acompañado de una adecuada administración de nuestros recursos monetarios; Con los hijos en casa es de verdad básico el inculcarles la práctica del ahorro y que entiendan que ese ahorro con el tiempo se convertirá en una inversión que podrá ayudar para mantener una calidad de vida en mejores términos.

Muchos tienen la idea de que ahorrar es lo mismo que invertir, pero esa diferencia la explicaremos en otra ocasión, sale pues.