/ martes 31 de mayo de 2022

¡Al carajo!

El falso mesías que comentábamos la semana pasada, que no llega a regidor, menos a presidente, “mandó al diablo las instituciones”, con esa frase que usó varias veces y que ahora ha cambiado por “al carajo” y la verdad que ahora sí nos está llevando al carajo, en el sentido que vamos al fracaso como nación, con este falso mesías.

Este señor está mandando al carajo todas las instituciones y con ello al país. Algunas de sus tonterías, que son muchas, son su pretensión de desaparecer el INE, una institución que le ha dado credibilidad y certeza a nuestra democracia, para volver al sistema del pasado, donde la Secretaría de Gobernación era la autoridad electoral y lógico, siempre ganaban ellos, aunque a veces perdieran. Como dice Ricardo Anaya, excandidato presidencial que compitió contra López, no es que esté viejo este señor, el problema es que sus ideas son muy viejas.

El asunto más grave de esta semana pasada fue defender a las bandas de criminales, “porque son seres humanos”. ¿Se le puede llamar seres humanos a los que matan a otro ser humano y antes que fallezca le abren el pecho y le sacan el corazón para comérselo? Esos no son seres humanos y los derechos humanos son para los humanos derechos, no para animales carroñeros. ¿Entonces para qué está militarizando el país desde que llegó a la presidencia? ¿Para defender a quién, sólo a él o sus socios del narcotráfico?

Hace más de tres años que llegó y dijo, otra de sus mentiras, que iba a desaparecer a las guardias presidenciales, porque eran muchos e innecesarios, porque a él lo iba a cuidar el pueblo (la guardia presidencial sigue igual que antes). Creó la Guardia Nacional, que se supone iba a suplir al Ejército nacional, pero no, los hizo crecer más, dándoles todos los contratos de construcción del aeropuerto Felipe Ángeles, la refinería de Dos Bocas, el Tren Maya, etc. A la Guardia Nacional le ha construido cuarteles en todo el país y los ha armado con todo el armamento y equipo necesario. Millones y millones de pesos para equipar a dos ejércitos que tienen la orden de no hacer nada ante las bandas de criminales, “porque también son seres humanos”. Abrazos y no balazos.

Como las bandas ya se dieron cuenta, ahora ellos son los que persiguen a los de la Guardia Nacional o el Ejército, se burlan de ellos, les quitan su armamento, los desvisten delante del pueblo. ¿Hasta cuándo el Ejército y la Guardia van a permitir que los pongan de florero, en lugar de proteger al pueblo de México?

Somos un Estado fallido, en manos de bandas criminales. Esta misma semana, una de estas bandas se apropió del viñedo más antiguo de América, con más de 430 años, Casa Madero, en Parras, Coahuila, un precioso lugar que atrae mucho turismo, por toda la historia que hay en él.

Las relaciones con nuestro principal socio y vecino en más de tres mil kilómetros de frontera, están a punto de irse al carajo, por todas las sandeces que López ha dicho. Amenazar con no ir a la Cumbre de las Américas si no invitaban a Cuba, Nicaragua y Venezuela. De dar risa o coraje.

Al carajo vamos si no hacemos algo para detener a este señor.


El falso mesías que comentábamos la semana pasada, que no llega a regidor, menos a presidente, “mandó al diablo las instituciones”, con esa frase que usó varias veces y que ahora ha cambiado por “al carajo” y la verdad que ahora sí nos está llevando al carajo, en el sentido que vamos al fracaso como nación, con este falso mesías.

Este señor está mandando al carajo todas las instituciones y con ello al país. Algunas de sus tonterías, que son muchas, son su pretensión de desaparecer el INE, una institución que le ha dado credibilidad y certeza a nuestra democracia, para volver al sistema del pasado, donde la Secretaría de Gobernación era la autoridad electoral y lógico, siempre ganaban ellos, aunque a veces perdieran. Como dice Ricardo Anaya, excandidato presidencial que compitió contra López, no es que esté viejo este señor, el problema es que sus ideas son muy viejas.

El asunto más grave de esta semana pasada fue defender a las bandas de criminales, “porque son seres humanos”. ¿Se le puede llamar seres humanos a los que matan a otro ser humano y antes que fallezca le abren el pecho y le sacan el corazón para comérselo? Esos no son seres humanos y los derechos humanos son para los humanos derechos, no para animales carroñeros. ¿Entonces para qué está militarizando el país desde que llegó a la presidencia? ¿Para defender a quién, sólo a él o sus socios del narcotráfico?

Hace más de tres años que llegó y dijo, otra de sus mentiras, que iba a desaparecer a las guardias presidenciales, porque eran muchos e innecesarios, porque a él lo iba a cuidar el pueblo (la guardia presidencial sigue igual que antes). Creó la Guardia Nacional, que se supone iba a suplir al Ejército nacional, pero no, los hizo crecer más, dándoles todos los contratos de construcción del aeropuerto Felipe Ángeles, la refinería de Dos Bocas, el Tren Maya, etc. A la Guardia Nacional le ha construido cuarteles en todo el país y los ha armado con todo el armamento y equipo necesario. Millones y millones de pesos para equipar a dos ejércitos que tienen la orden de no hacer nada ante las bandas de criminales, “porque también son seres humanos”. Abrazos y no balazos.

Como las bandas ya se dieron cuenta, ahora ellos son los que persiguen a los de la Guardia Nacional o el Ejército, se burlan de ellos, les quitan su armamento, los desvisten delante del pueblo. ¿Hasta cuándo el Ejército y la Guardia van a permitir que los pongan de florero, en lugar de proteger al pueblo de México?

Somos un Estado fallido, en manos de bandas criminales. Esta misma semana, una de estas bandas se apropió del viñedo más antiguo de América, con más de 430 años, Casa Madero, en Parras, Coahuila, un precioso lugar que atrae mucho turismo, por toda la historia que hay en él.

Las relaciones con nuestro principal socio y vecino en más de tres mil kilómetros de frontera, están a punto de irse al carajo, por todas las sandeces que López ha dicho. Amenazar con no ir a la Cumbre de las Américas si no invitaban a Cuba, Nicaragua y Venezuela. De dar risa o coraje.

Al carajo vamos si no hacemos algo para detener a este señor.