/ miércoles 29 de septiembre de 2021

Albania: La libertad todo lo puede solucionar   

Miguel A. Cervantes

Con la participación de Víctor H. Becerra

Ahora nos gustaría hablar de Albania, país que se encuentra en el lugar 31 en el ranking de libertad económica del Fraser Institute, con un puntaje de 7.8 sobre 10 (donde 10 significa la total libertad económica y 0 la nula libertad económica). Este puntaje es gracias a las profundas reformas económicas iniciadas en 1991, ante la disolución de la hasta entonces República socialista. Al respecto, es útil detenerse en este punto para entender un poco más la situación actual del país

Bajo el socialismo, Albania fue gobernada con puño de hierro por Enver Hoxha (primer ministro albanés y secretario general del Partido del Trabajo, desde 1944 y hasta su muerte en 1985). Hoxha y el Partido del Trabajo llegaron al poder al fin de la ocupación nazi y de la Segunda Guerra Mundial, por elección popular: Su candidatura única obtuvo el 92% de los votos. Ya en el poder, los comunistas trataron de establecer en Albania una República Popular similar a la yugoslava gobernada por Josip Broz Tito. Pero después giraron al modelo soviético, luego al maoísmo y finalmente, al más profundo aislamiento internacional, que buscó la autosuficiencia soberana, la aplicación estricta de los preceptos marxistas, la supeditación de toda actividad a doctrina comunista y la creación de un estado policiaco, proclamando a Hoxha como «el último defensor del auténtico marxismo-leninismo».

En 1985, a la muerte de Hoxha, se intentaron algunas tímidas reformas económicas, sin resultados apreciables. Al final del régimen comunista, en 1991, tras intensas protestas populares, Albania era el país más pobre de Europa, con la economía más centralizada y estatalizada de toda Europa, lo que trajo como consecuencia una enorme inflación, altísimos niveles de desempleo, la huida masiva de su población y restricciones casi totales al comercio internacional.

A partir de 1991, la economía fue privatizada, reformado a profundidad su sector financiero, con masivas inversiones extranjeras en la agricultura y el turismo, se eliminaron las restricciones al comercio internacional, y su régimen político se reconvirtió a una república parlamentaria. Adicionalmente, el país se integró a todos los organismos internacionales posibles, en preparación a su aceptación como miembro pleno de la Unión Europea. Actualmente Albania tiene el status de candidato a la adhesión a la UE, desde 2014, como reconocimiento a las valientes y exitosas reformas que realizó el país.

Pero su integración aún podría tardar, no tanto por la falta de confianza en la economía o la estabilidad política del país, sino por el conflicto del Kosovo, una provincia serbia autoproclamada independiente, de mayoría albanesa, que significa un duro desafío diplomático en los Balcanes y un potencial escenario de inestabilidad, que podría involucrar a la UE si se apresura a aceptar a Albania en su seno sin antes resolver el status de Kosovo.

En resumen, Albania ha hecho un gran trabajo en privatizar las empresas estatales, al reducir el ISR personal, la reducción de aranceles, apertura a la inversión extranjera. Albania además ha hecho un gran esfuerzo en crear competencia bancaria, y buenas políticas monetarias. Para que Albania suba a los más selecto de los países en libertad económica requiere una mejora en el sistema legal, y una reforma regulatoria.

Maestro en Economía


Miguel A. Cervantes

Con la participación de Víctor H. Becerra

Ahora nos gustaría hablar de Albania, país que se encuentra en el lugar 31 en el ranking de libertad económica del Fraser Institute, con un puntaje de 7.8 sobre 10 (donde 10 significa la total libertad económica y 0 la nula libertad económica). Este puntaje es gracias a las profundas reformas económicas iniciadas en 1991, ante la disolución de la hasta entonces República socialista. Al respecto, es útil detenerse en este punto para entender un poco más la situación actual del país

Bajo el socialismo, Albania fue gobernada con puño de hierro por Enver Hoxha (primer ministro albanés y secretario general del Partido del Trabajo, desde 1944 y hasta su muerte en 1985). Hoxha y el Partido del Trabajo llegaron al poder al fin de la ocupación nazi y de la Segunda Guerra Mundial, por elección popular: Su candidatura única obtuvo el 92% de los votos. Ya en el poder, los comunistas trataron de establecer en Albania una República Popular similar a la yugoslava gobernada por Josip Broz Tito. Pero después giraron al modelo soviético, luego al maoísmo y finalmente, al más profundo aislamiento internacional, que buscó la autosuficiencia soberana, la aplicación estricta de los preceptos marxistas, la supeditación de toda actividad a doctrina comunista y la creación de un estado policiaco, proclamando a Hoxha como «el último defensor del auténtico marxismo-leninismo».

En 1985, a la muerte de Hoxha, se intentaron algunas tímidas reformas económicas, sin resultados apreciables. Al final del régimen comunista, en 1991, tras intensas protestas populares, Albania era el país más pobre de Europa, con la economía más centralizada y estatalizada de toda Europa, lo que trajo como consecuencia una enorme inflación, altísimos niveles de desempleo, la huida masiva de su población y restricciones casi totales al comercio internacional.

A partir de 1991, la economía fue privatizada, reformado a profundidad su sector financiero, con masivas inversiones extranjeras en la agricultura y el turismo, se eliminaron las restricciones al comercio internacional, y su régimen político se reconvirtió a una república parlamentaria. Adicionalmente, el país se integró a todos los organismos internacionales posibles, en preparación a su aceptación como miembro pleno de la Unión Europea. Actualmente Albania tiene el status de candidato a la adhesión a la UE, desde 2014, como reconocimiento a las valientes y exitosas reformas que realizó el país.

Pero su integración aún podría tardar, no tanto por la falta de confianza en la economía o la estabilidad política del país, sino por el conflicto del Kosovo, una provincia serbia autoproclamada independiente, de mayoría albanesa, que significa un duro desafío diplomático en los Balcanes y un potencial escenario de inestabilidad, que podría involucrar a la UE si se apresura a aceptar a Albania en su seno sin antes resolver el status de Kosovo.

En resumen, Albania ha hecho un gran trabajo en privatizar las empresas estatales, al reducir el ISR personal, la reducción de aranceles, apertura a la inversión extranjera. Albania además ha hecho un gran esfuerzo en crear competencia bancaria, y buenas políticas monetarias. Para que Albania suba a los más selecto de los países en libertad económica requiere una mejora en el sistema legal, y una reforma regulatoria.

Maestro en Economía