/ sábado 23 de febrero de 2019

América Latina: O nos unimos todos o nos hundimos solos


"Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia a plagar la América de miserias en nombre de la libertad"

Simón Bolívar (1783-1830)


En estos días y en los próximos años en Venezuela, se está jugando no solamente el destino de ese país hermano, sino el destino de América Latina, México incluido.

Si usted es de los que piensa: A mí que me importa Venezuela, yo soy mexicano, lo invito a leer esto.

En México ya tuvimos una experiencia de golpe de Estado: El día 23 de febrero de 1913 fue asesinado don Francisco I. Madero, presidente constitucional de México.

¿Por qué y para qué lo asesinaron?

Cinco días antes, el 18 de febrero en la Embajada de Estados Unidos en México, en la presencia cómplice del embajador norteamericano Henry Lane Wilson, los generales Félix Díaz y Victoriano Huerta se comprometieron a:

1. Desconocimiento del gobierno de Francisco I. Madero.

2. El nombramiento en las primeras 72 horas, a partir del golpe, del Gral. Victoriano Huerta como presidente encargado, mientras se convoca a nuevas elecciones.

3. La notificación de los gobiernos extranjeros del cese de Francisco I. Madero como presidente de la república.


El gobierno del dictador Porfirio Díaz otorgó concesiones de explotación petrolera a compañías norteamericanas, en los más ricos yacimientos de hidrocarburos conocidos en México, en ese tiempo: el norte del estado de Veracruz, y sur del estado de Tamaulipas.

El embajador norteamericano, en abierta violación al derecho internacional y a la Constitución Mexicana, se involucró en la política interna de México, asociándose con los generales traidores a la patria ya mencionados, el Gral. Félix Díaz, hijo de un hermano del dictador Porfirio Díaz, garantizaba de ser electo presidente de la república, como lo acordó el plan de la Embajada, que los yacimientos petroleros declarados por la Constitución Mexicana de 1910, como propiedad de la nación, regresaran a manos de las compañías trasnacionales petroleras norteamericanas.

Las concesiones petroleras que Cárdenas expropió a las empresas trasnacionales extranjeras, en el 38, fueron regresadas a las empresas norteamericanas y a otras empresas extranjeras, en los últimos sexenios del PRIAN de 1988 al 2018, previas modificaciones constitucionales con ese fin, se les entregaron cien contratos de exploración y explotación.

La llegada de Andrés Manuel a la Presidencia de la República, con el proyecto de la Cuarta Transformación, con un claro sentido nacionalista de defensa a los recursos naturales de México, de las principales empresas propiedad del Estado: Pemex y CFE, pone nuevamente en la mira del imperio norteamericano a nuestro presidente, como un estorbo a sus fines.

Ya el imperio comenzó a mover sus fichas, en el ajedrez de la política internacional, por lo pronto le ordenó a las calificadoras internacionales, que rebajaran la calificación de inversión a Pemex, la principal empresa de México.

El gobierno de Andrés Manuel será firme en la defensa de la soberanía nacional y sus recursos no renovables, petróleo, gas y minas, el imperio ya se dio cuenta en estos 60 días que Andrés Manuel es muy diferente a Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto, que se pusieron de tapete al imperio.

Soy de la opinión que ninguna de las dos partes cederán en la defensa de sus intereses, ni el gobierno de México con Andrés Manuel en la defensa de nuestra soberanía nacional y sus recursos no renovables, ni las empresas trasnacionales en su intento de hacer valer las concesiones de explotación petrolera, que les fueron otorgadas por los gobiernos del PRIAN.

En Venezuela, el golpe de Estado empezó con un tuitazo de Mike Pompeo, secretario de Estado de Estados Unidos, el día 16 de enero pasado, cinco días antes de la autoproclamación como presidente del títere Juan Guaidó.

El tuitazo dice así: “Nos congratulamos, reconocemos y apoyamos el coraje de la Asamblea Nacional venezolana, para declarar usurpador al presidente Nicolás Maduro, por los artículos 233 de la Constitución Venezolana”.

En ninguna parte de la Constitución Venezolana está previsto que alguien que fue electo para ejercer el puesto de diputado pueda autoproclamarse presidente constitucional.

¿Queremos esto para México?

Apoyar a Andrés Manuel en la defensa de la soberanía venezolana, para que sean los venezolanos los que en diálogo y acuerdo resuelvan sus problemas internos, es apoyar la soberanía nacional de México y de América Latina.

Frente al imperio, o nos unimos todos los países latinoamericanos o nos hundimos solos.



"Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia a plagar la América de miserias en nombre de la libertad"

Simón Bolívar (1783-1830)


En estos días y en los próximos años en Venezuela, se está jugando no solamente el destino de ese país hermano, sino el destino de América Latina, México incluido.

Si usted es de los que piensa: A mí que me importa Venezuela, yo soy mexicano, lo invito a leer esto.

En México ya tuvimos una experiencia de golpe de Estado: El día 23 de febrero de 1913 fue asesinado don Francisco I. Madero, presidente constitucional de México.

¿Por qué y para qué lo asesinaron?

Cinco días antes, el 18 de febrero en la Embajada de Estados Unidos en México, en la presencia cómplice del embajador norteamericano Henry Lane Wilson, los generales Félix Díaz y Victoriano Huerta se comprometieron a:

1. Desconocimiento del gobierno de Francisco I. Madero.

2. El nombramiento en las primeras 72 horas, a partir del golpe, del Gral. Victoriano Huerta como presidente encargado, mientras se convoca a nuevas elecciones.

3. La notificación de los gobiernos extranjeros del cese de Francisco I. Madero como presidente de la república.


El gobierno del dictador Porfirio Díaz otorgó concesiones de explotación petrolera a compañías norteamericanas, en los más ricos yacimientos de hidrocarburos conocidos en México, en ese tiempo: el norte del estado de Veracruz, y sur del estado de Tamaulipas.

El embajador norteamericano, en abierta violación al derecho internacional y a la Constitución Mexicana, se involucró en la política interna de México, asociándose con los generales traidores a la patria ya mencionados, el Gral. Félix Díaz, hijo de un hermano del dictador Porfirio Díaz, garantizaba de ser electo presidente de la república, como lo acordó el plan de la Embajada, que los yacimientos petroleros declarados por la Constitución Mexicana de 1910, como propiedad de la nación, regresaran a manos de las compañías trasnacionales petroleras norteamericanas.

Las concesiones petroleras que Cárdenas expropió a las empresas trasnacionales extranjeras, en el 38, fueron regresadas a las empresas norteamericanas y a otras empresas extranjeras, en los últimos sexenios del PRIAN de 1988 al 2018, previas modificaciones constitucionales con ese fin, se les entregaron cien contratos de exploración y explotación.

La llegada de Andrés Manuel a la Presidencia de la República, con el proyecto de la Cuarta Transformación, con un claro sentido nacionalista de defensa a los recursos naturales de México, de las principales empresas propiedad del Estado: Pemex y CFE, pone nuevamente en la mira del imperio norteamericano a nuestro presidente, como un estorbo a sus fines.

Ya el imperio comenzó a mover sus fichas, en el ajedrez de la política internacional, por lo pronto le ordenó a las calificadoras internacionales, que rebajaran la calificación de inversión a Pemex, la principal empresa de México.

El gobierno de Andrés Manuel será firme en la defensa de la soberanía nacional y sus recursos no renovables, petróleo, gas y minas, el imperio ya se dio cuenta en estos 60 días que Andrés Manuel es muy diferente a Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto, que se pusieron de tapete al imperio.

Soy de la opinión que ninguna de las dos partes cederán en la defensa de sus intereses, ni el gobierno de México con Andrés Manuel en la defensa de nuestra soberanía nacional y sus recursos no renovables, ni las empresas trasnacionales en su intento de hacer valer las concesiones de explotación petrolera, que les fueron otorgadas por los gobiernos del PRIAN.

En Venezuela, el golpe de Estado empezó con un tuitazo de Mike Pompeo, secretario de Estado de Estados Unidos, el día 16 de enero pasado, cinco días antes de la autoproclamación como presidente del títere Juan Guaidó.

El tuitazo dice así: “Nos congratulamos, reconocemos y apoyamos el coraje de la Asamblea Nacional venezolana, para declarar usurpador al presidente Nicolás Maduro, por los artículos 233 de la Constitución Venezolana”.

En ninguna parte de la Constitución Venezolana está previsto que alguien que fue electo para ejercer el puesto de diputado pueda autoproclamarse presidente constitucional.

¿Queremos esto para México?

Apoyar a Andrés Manuel en la defensa de la soberanía venezolana, para que sean los venezolanos los que en diálogo y acuerdo resuelvan sus problemas internos, es apoyar la soberanía nacional de México y de América Latina.

Frente al imperio, o nos unimos todos los países latinoamericanos o nos hundimos solos.