/ viernes 27 de abril de 2018

AMLO, el gran fraude democrático

Cuando empezó la debacle electoral del PRI se dejaron de hacer las visitas proselitistas y desde luego las fastuosas cargadas a lo largo de toda la avenida Tercera en Delicias, para los candidatos presidenciales que iniciaban en el Mercado Juárez, donde se instalaba el templete y llegaba hasta la avenida Quinta Norte, a la altura de donde estaban los Rápidos Delicias. Se calculaban de diez a trece mil los asistentes a los mítines priistas, eso sí, con gente priista de Delicias y la región y, esta región, como hasta ahora, siempre fueron los municipios del centro-sur del estado.

Ahora, con la visita del candidato presidencial de Morena, Andrés Manuel López Obrador, que encabeza la Alianza Juntos Haremos Historia, indudablemente con la planeación de expriistas que si bien ellos no tuvieron la experiencia de anteriores convenciones políticas en el centro de la ciudad, sí aprendieron de su historia, retomaron el evento proselitista, hasta ahora nada más para candidatos presidenciales priistas, en el mismo escenario, aunque mucho más corto de lo que los propios organizadores esperaban, aunque no dejó de ser impresionante en plena hora pico de movimiento comercial, la asistencia de entre cinco y siete mil morenistas cerrando varias calles y obstruyendo el flujo comercial que normalmente se da en esas horas de trabajo.

Para el que tenga dos dedos de frente es innegable que la campaña de López Obrador trae una estructura perfectamente armada donde poco tienen que ver los lugareños, salvo los que se fueron con el canto de las sirenas y que piensan y creen que podrán ser preponderantes en el gobierno lópez obradorista, si éste llegara a ganar, porque por las reacciones de la gente, de los chihuahuenses, que siempre han sido precursores de los movimientos democráticos, difícilmente se dejan engatusar como para darle el voto, además de los pocos delicienses y de la región que asistieron a esta mascarada de democracia.

Los que traen a López Obrador como punta de lanza, porque no se puede pensar otra cosa, guían todo perfectamente estructurado, numerosos camiones, la gran mayoría de compañías que no operan en Chihuahua, eso sí, estacionados a considerable distancia del mitin, muchísima gente con mochilitas a la espalda y relucientes camisetas de la alianza que encabeza Morena o bien, de los partidos políticos que la conforman.

No faltó la gente de choque, como la diputada Ariadna Montiel, que grosera, brusca y majadera organizaba a la mayoría de “acarreados”, incluso muchísimos que a todas luces provenían de otros estados. Claro que también traían su atracción, que si no payasos sí Marcelo Ebrard, quien ya casi se siente libre de culpa por la enorme deficiencia en la construcción de la línea 12 del Metro que se realizó en el periodo de su administración en el entonces Distrito Federal y que seguramente le aportó considerable fortuna a su patrimonio familiar. Del discurso del candidato, lo mismo: las agresiones al gobernador Javier Corral, la “mafia del poder", etcétera, etcétera, porque no más eso es su preparación, con la que quieren que gobierne México, es suficiente para los oscuros intereses que seguramente hay detrás del tabasqueño ya que difícilmente por su propia decisión López Obrador, se habría arriesgado a una tercera derrota, porque simplemente ya ni fuerzas tiene para ello.

Qué tremendo para el país que se caiga en ese engaño de la democracia del Peje y de Morena, pero aquí en Chihuahua no hay terreno fértil para ello, aun con los lavados del cerebro que sí piensan o creen que Morena y el Peje son los salvadores del desastre junto con toda la podredumbre que ha conformado a su alrededor, con exiliados y claros explotadores se sindicatos y organizaciones mexicanas.

¿Qué hacían las madres de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa en Delicias?

Cuando empezó la debacle electoral del PRI se dejaron de hacer las visitas proselitistas y desde luego las fastuosas cargadas a lo largo de toda la avenida Tercera en Delicias, para los candidatos presidenciales que iniciaban en el Mercado Juárez, donde se instalaba el templete y llegaba hasta la avenida Quinta Norte, a la altura de donde estaban los Rápidos Delicias. Se calculaban de diez a trece mil los asistentes a los mítines priistas, eso sí, con gente priista de Delicias y la región y, esta región, como hasta ahora, siempre fueron los municipios del centro-sur del estado.

Ahora, con la visita del candidato presidencial de Morena, Andrés Manuel López Obrador, que encabeza la Alianza Juntos Haremos Historia, indudablemente con la planeación de expriistas que si bien ellos no tuvieron la experiencia de anteriores convenciones políticas en el centro de la ciudad, sí aprendieron de su historia, retomaron el evento proselitista, hasta ahora nada más para candidatos presidenciales priistas, en el mismo escenario, aunque mucho más corto de lo que los propios organizadores esperaban, aunque no dejó de ser impresionante en plena hora pico de movimiento comercial, la asistencia de entre cinco y siete mil morenistas cerrando varias calles y obstruyendo el flujo comercial que normalmente se da en esas horas de trabajo.

Para el que tenga dos dedos de frente es innegable que la campaña de López Obrador trae una estructura perfectamente armada donde poco tienen que ver los lugareños, salvo los que se fueron con el canto de las sirenas y que piensan y creen que podrán ser preponderantes en el gobierno lópez obradorista, si éste llegara a ganar, porque por las reacciones de la gente, de los chihuahuenses, que siempre han sido precursores de los movimientos democráticos, difícilmente se dejan engatusar como para darle el voto, además de los pocos delicienses y de la región que asistieron a esta mascarada de democracia.

Los que traen a López Obrador como punta de lanza, porque no se puede pensar otra cosa, guían todo perfectamente estructurado, numerosos camiones, la gran mayoría de compañías que no operan en Chihuahua, eso sí, estacionados a considerable distancia del mitin, muchísima gente con mochilitas a la espalda y relucientes camisetas de la alianza que encabeza Morena o bien, de los partidos políticos que la conforman.

No faltó la gente de choque, como la diputada Ariadna Montiel, que grosera, brusca y majadera organizaba a la mayoría de “acarreados”, incluso muchísimos que a todas luces provenían de otros estados. Claro que también traían su atracción, que si no payasos sí Marcelo Ebrard, quien ya casi se siente libre de culpa por la enorme deficiencia en la construcción de la línea 12 del Metro que se realizó en el periodo de su administración en el entonces Distrito Federal y que seguramente le aportó considerable fortuna a su patrimonio familiar. Del discurso del candidato, lo mismo: las agresiones al gobernador Javier Corral, la “mafia del poder", etcétera, etcétera, porque no más eso es su preparación, con la que quieren que gobierne México, es suficiente para los oscuros intereses que seguramente hay detrás del tabasqueño ya que difícilmente por su propia decisión López Obrador, se habría arriesgado a una tercera derrota, porque simplemente ya ni fuerzas tiene para ello.

Qué tremendo para el país que se caiga en ese engaño de la democracia del Peje y de Morena, pero aquí en Chihuahua no hay terreno fértil para ello, aun con los lavados del cerebro que sí piensan o creen que Morena y el Peje son los salvadores del desastre junto con toda la podredumbre que ha conformado a su alrededor, con exiliados y claros explotadores se sindicatos y organizaciones mexicanas.

¿Qué hacían las madres de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa en Delicias?