/ martes 15 de enero de 2019

AMLO, el mesías

Al presidente López Obrador “se le ocurrió” cerrar los ductos de Pemex para acabar con el robo de gasolinas y diésel, conocido ahora popularmente como ”huachicoleo”, fin que todos los mexicanos aplaudimos, pero no podemos aprobar la forma de pretender el fin, ya que está perjudicando a más de 20 millones de mexicanos al dejarlos sin combustibles, creando un verdadero caos, porque la enfermera no puede llegar al hospital a cuidar a sus enfermos, ni el doctor a una operación de emergencia, los alimentos, sobre todo los perecederos, que hay más de 90 mil toneladas esperando en la CDMX, no pueden irse por falta de combustible. Al rato habrá colas en los supermercados también.

Mucha gente piensa que AMLO no sabe lo que anda haciendo, que su gabinete no está preparado para resolver el grave problema del huachicoleo ¿Será? Porque parece un error de primaria, ¿no será que lo que quiere es meter al país en un caos, donde él llegue como el mesías a rescatarnos? Nadie en su sano juicio puede criticar que se quiera acabar con el robo de combustibles, pero a los que lo criticamos por la forma, entonces somos antipueblo y se fomenta el odio entre mexicanos.

Si realmente se quiere acabar con el huachicoleo, ¿dónde están presos los delincuentes? Se sabe con toda certeza que los delincuentes son parte de la estructura del mismo Pemex y que de esto estaban enterados no sólo los directores de la paraestatal, sino hasta el presidente de la república, ya que el robadero era de 600 pipas diarias, el equivalente a $200 millones por día, muchos miles de millones al año. Hasta el momento no se ha detenido a nadie, sólo se está perjudicando una buena parte del país, curiosamente la más productiva.

Los huachicoles que “ordeñaban” los ductos son gente que conoce técnicamente cómo hacerlo, no cualquiera puede llegar y hacer un agujero, conectar una manguera y empezar la “ordeña”. Además, Pemex cuenta con un sistema de monitoreo que le dice con toda claridad que se le bajó la presión a un ducto, exactamente dónde, y no hacían nada, que sólo los del sindicato podían entrar a esa área, que tuvo que ser tomada con el Ejército, ¡Bien!, pero no hay detenidos, cuando mamaron por años de los ductos en contubernio con los que físicamente lo hacían afuera.

No todo era “ordeña”, miles de pipas salían a diferentes gasolineras, con las colas de producción, que se la daban abajo del precio regular, cuando era un combustible igual que los otros lotes. El delito salía legalmente facturado de las instalaciones Pemex. Detenidos, ninguno hasta ahora.

Mucho se ha dicho en periódicos nacionales como internacionales, como el Wall Street Journal, que México bajó sus importaciones de gasolinas de los Estados Unidos, de donde importamos el 70% de lo que consumimos, que hay una buena cantidad de barcos esperando en los puertos del golfo esperando ser descargados, pero como no les pagan, no descargan. Que el crudo ligero, con el que se obtiene las gasolinas, también es importado y está en espera de entrega en esos barcos, para las pocas refinerías que tiene nuestro país.

Se dice también que se van a importar combustibles de Venezuela y entonces acusar a los Estados Unidos de querernos vender muy caro, porque “es el imperialismo yanqui”. Desconozco si este país tiene capacidad de vendernos sin dejar de vender a los venezolanos, aunque Maduro es capaz de dejarlos sin combustibles.

Los AMLOVERS siguen creyendo en su mesías y a pesar del daño que está causando la medida, lo siguen defendiendo. Felipe Calderón acabó con la corrupción en Luz y Fuerza del Centro, que surtía luz a la CDMX y poblaciones circunvecinas, sin dejar sin luz a nadie.

AMLO, el mesías que viene, ¡que Dios nos libre!

Al presidente López Obrador “se le ocurrió” cerrar los ductos de Pemex para acabar con el robo de gasolinas y diésel, conocido ahora popularmente como ”huachicoleo”, fin que todos los mexicanos aplaudimos, pero no podemos aprobar la forma de pretender el fin, ya que está perjudicando a más de 20 millones de mexicanos al dejarlos sin combustibles, creando un verdadero caos, porque la enfermera no puede llegar al hospital a cuidar a sus enfermos, ni el doctor a una operación de emergencia, los alimentos, sobre todo los perecederos, que hay más de 90 mil toneladas esperando en la CDMX, no pueden irse por falta de combustible. Al rato habrá colas en los supermercados también.

Mucha gente piensa que AMLO no sabe lo que anda haciendo, que su gabinete no está preparado para resolver el grave problema del huachicoleo ¿Será? Porque parece un error de primaria, ¿no será que lo que quiere es meter al país en un caos, donde él llegue como el mesías a rescatarnos? Nadie en su sano juicio puede criticar que se quiera acabar con el robo de combustibles, pero a los que lo criticamos por la forma, entonces somos antipueblo y se fomenta el odio entre mexicanos.

Si realmente se quiere acabar con el huachicoleo, ¿dónde están presos los delincuentes? Se sabe con toda certeza que los delincuentes son parte de la estructura del mismo Pemex y que de esto estaban enterados no sólo los directores de la paraestatal, sino hasta el presidente de la república, ya que el robadero era de 600 pipas diarias, el equivalente a $200 millones por día, muchos miles de millones al año. Hasta el momento no se ha detenido a nadie, sólo se está perjudicando una buena parte del país, curiosamente la más productiva.

Los huachicoles que “ordeñaban” los ductos son gente que conoce técnicamente cómo hacerlo, no cualquiera puede llegar y hacer un agujero, conectar una manguera y empezar la “ordeña”. Además, Pemex cuenta con un sistema de monitoreo que le dice con toda claridad que se le bajó la presión a un ducto, exactamente dónde, y no hacían nada, que sólo los del sindicato podían entrar a esa área, que tuvo que ser tomada con el Ejército, ¡Bien!, pero no hay detenidos, cuando mamaron por años de los ductos en contubernio con los que físicamente lo hacían afuera.

No todo era “ordeña”, miles de pipas salían a diferentes gasolineras, con las colas de producción, que se la daban abajo del precio regular, cuando era un combustible igual que los otros lotes. El delito salía legalmente facturado de las instalaciones Pemex. Detenidos, ninguno hasta ahora.

Mucho se ha dicho en periódicos nacionales como internacionales, como el Wall Street Journal, que México bajó sus importaciones de gasolinas de los Estados Unidos, de donde importamos el 70% de lo que consumimos, que hay una buena cantidad de barcos esperando en los puertos del golfo esperando ser descargados, pero como no les pagan, no descargan. Que el crudo ligero, con el que se obtiene las gasolinas, también es importado y está en espera de entrega en esos barcos, para las pocas refinerías que tiene nuestro país.

Se dice también que se van a importar combustibles de Venezuela y entonces acusar a los Estados Unidos de querernos vender muy caro, porque “es el imperialismo yanqui”. Desconozco si este país tiene capacidad de vendernos sin dejar de vender a los venezolanos, aunque Maduro es capaz de dejarlos sin combustibles.

Los AMLOVERS siguen creyendo en su mesías y a pesar del daño que está causando la medida, lo siguen defendiendo. Felipe Calderón acabó con la corrupción en Luz y Fuerza del Centro, que surtía luz a la CDMX y poblaciones circunvecinas, sin dejar sin luz a nadie.

AMLO, el mesías que viene, ¡que Dios nos libre!