/ lunes 30 de marzo de 2020

AMLO nos robó el agua

Se prendió el cerro, como se dice popularmente y todo culpa del prejidente Andrés Manuel López Obrador, quien aprovechó que los chihuahuenses están preocupados por la crisis ocasionada por el coronavirus y permitió que se robaran el agua de la presa La Boquilla para llevársela a Tamaulipas. Esto sucedió el pasado miércoles cerca de las 7:12 de la tarde, en oscuridad física y política.

La bronca es vieja, ya desde el año pasado, los agricultores habían denunciado las macabras intenciones de AMLO, incluso ya habían logrado detener el saqueo una vez y hasta hicieron que el Congreso del Estado hiciera una rídicula sesión en la cortina de la presa en mención.

El jueves fue el día negro para el gobierno de AMLO y el delegado súper bueno para nada, Juan Carlos Loera de la Rosa: Autos quemados, más de 40 lesionados entre agricultores que protestaban y autoridades, que abyectas e irracionales, permitieron el robo de nuestra agua con la venia presidencial.

Loera de la Rosa tiene el gran talento de desaparecer y sólo aparece cuando hay problemas, sin embargo, no es eficiente en solucionar las broncas y menos en escuchar al pueblo. Defenderlo no le importa; sólo importa quedar bien con su amado tlatoani López Obrador.

Esta situación causó un choque político, pues Loera quiere ser gobernador, por el otro está el senador Cruz Pérez Cuéllar, que quiere a la misma novia.

Pues, el senador mandó un tremendo boletinazo para pedir la destitución de Blanca Jiménez Cisneros, titular de la Comisión Nacional del Agua por “haber traicionado al pueblo de Chihuahua y al presidente de México”.

¡Hágame el favor!

Es culpa de una funcionaria de segundo o tercer nivel. La comunicación senatorial deja claro que lo imporante para Cruz no es el agua que nos robaron sino librar de toda culpa al prejidente. Mal, mal, mal.

La bronca es vieja y pudo haber hecho algo antes.

Ahora, Loera y Cruz se enfrascan en una bronca política, puesto que Loera no sirve para nada, pero es intolerante a la crítica y Cruz, colmilludo como es, la ganó el tirón mediático y hace berrinche.

Para los dos: El robo del agua es culpa del prejidente y ustedes son cómplices; como lo son todos los diputados locales y federales de Morena por Chihuahua, así como toda dependencia federal y hasta la senadora fantasma Bertha Caraveo.

No se quieran lavar las culpas que les corresponden porque se les olvida que los únicos que perdemos somos los chihuahuenses por el agua que nos robaron.


ULTIMALETRA

Salvador Alcántar, líder de los agricultores, ha sido el único congruente en esta bronca y quien ha batallado para ser escuchado.

Se prendió el cerro, como se dice popularmente y todo culpa del prejidente Andrés Manuel López Obrador, quien aprovechó que los chihuahuenses están preocupados por la crisis ocasionada por el coronavirus y permitió que se robaran el agua de la presa La Boquilla para llevársela a Tamaulipas. Esto sucedió el pasado miércoles cerca de las 7:12 de la tarde, en oscuridad física y política.

La bronca es vieja, ya desde el año pasado, los agricultores habían denunciado las macabras intenciones de AMLO, incluso ya habían logrado detener el saqueo una vez y hasta hicieron que el Congreso del Estado hiciera una rídicula sesión en la cortina de la presa en mención.

El jueves fue el día negro para el gobierno de AMLO y el delegado súper bueno para nada, Juan Carlos Loera de la Rosa: Autos quemados, más de 40 lesionados entre agricultores que protestaban y autoridades, que abyectas e irracionales, permitieron el robo de nuestra agua con la venia presidencial.

Loera de la Rosa tiene el gran talento de desaparecer y sólo aparece cuando hay problemas, sin embargo, no es eficiente en solucionar las broncas y menos en escuchar al pueblo. Defenderlo no le importa; sólo importa quedar bien con su amado tlatoani López Obrador.

Esta situación causó un choque político, pues Loera quiere ser gobernador, por el otro está el senador Cruz Pérez Cuéllar, que quiere a la misma novia.

Pues, el senador mandó un tremendo boletinazo para pedir la destitución de Blanca Jiménez Cisneros, titular de la Comisión Nacional del Agua por “haber traicionado al pueblo de Chihuahua y al presidente de México”.

¡Hágame el favor!

Es culpa de una funcionaria de segundo o tercer nivel. La comunicación senatorial deja claro que lo imporante para Cruz no es el agua que nos robaron sino librar de toda culpa al prejidente. Mal, mal, mal.

La bronca es vieja y pudo haber hecho algo antes.

Ahora, Loera y Cruz se enfrascan en una bronca política, puesto que Loera no sirve para nada, pero es intolerante a la crítica y Cruz, colmilludo como es, la ganó el tirón mediático y hace berrinche.

Para los dos: El robo del agua es culpa del prejidente y ustedes son cómplices; como lo son todos los diputados locales y federales de Morena por Chihuahua, así como toda dependencia federal y hasta la senadora fantasma Bertha Caraveo.

No se quieran lavar las culpas que les corresponden porque se les olvida que los únicos que perdemos somos los chihuahuenses por el agua que nos robaron.


ULTIMALETRA

Salvador Alcántar, líder de los agricultores, ha sido el único congruente en esta bronca y quien ha batallado para ser escuchado.