/ jueves 17 de diciembre de 2020

Año 2020

De dolor y engaño

Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo.

Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero

no puedes engañar a todo el mundo todo

el tiempo”: Abraham Lincoln (1809-1865)



Con reiterada frecuencia declara el presidente Obrador que es justificable la condena a su gobierno por un pequeño “grupúsculo” de conservadores reaccionarios de ideas neoliberales, porque perdieron sus privilegios y canonjías producto de la corrupción de muchos sexenios, congraciada siempre de corifeos de la prensa fifí a su servicio. Sin duda alguna tiene razón; pero lo que sí nos conduce a la verdad son los datos duros actuales de la fatal economía de tasas de crecimiento negativas, caracterizada con exorbitante desempleo y del errático manejo de la pandemia que azota a México, que si bien no ha sido privativo de este país, casi todos los demás han conducido en forma “atingente” el tratamiento sanitario. Seguir condenando a los perversos villanos del pasado para cubrir ineficiencias y golpes de ciego, no ha sido la mejor receta compensatoria en el corte de caja para los mexicanos a 2 años de gobierno.

A la luz de esta encrucijada nos preguntamos por qué recurre a una encuesta de reflectores mediáticos, para castigar a los expresidentes que han robado a este explotado país, cuando hay instrumentos judiciales; razón igual subsiste del por qué no enjuicia a los propios de su gobierno por actos constitutivos de delito, conformándolo además con excolaboradores de los mismos que trata de enjuiciar que con seguridad fueron cómplices. Sin duda 2020 pasará a la historia como un año de profundo dolor con más de 200 mil fallecimientos por Covid, cuya directriz médica para combatirla con López-Gatell dibujó desde su inicio un escenario de ausencia absoluta de actuaciones adecuadas en la aplicación, contrarias a los protocolos y diques de contención recomendados por la OMS, arropado este funesto personaje por su grotesco cinismo con fines políticos.

Tampoco existe la duda cuando millones de mexicanos que votaron por Morena lo hacían castigando al vetusto régimen (PRI) al cual se incluía al PAN engolado imitador de las mismas prácticas. Hoy millones de aquellos electores se sienten engañados, bastando atestiguar que los pobres son más pobres, una estigmatizada clase media contraída y una empresa sin políticas de respaldo gubernamental ante la pandemia. Sería extenso citar cifras de Banxico, Inegi, Coneval, SAT, etc. que en su conjunto como entidades calificadas señalan escasos aciertos ante un mar saturado de focos rojos que navegan improvisados sin rumbo fijo, como el caso emblemático de Pemex, cuyo “barril” está a punto de estallar.

Cómo dejar de sentir dolor por los estragos de la pandemia y olvidar ser engañados nuevamente, porque en ambos casos sentimos día a día que el país que heredamos lo entregaremos desfallecido y sin pulso a nuestros hijos.

De dolor y engaño

Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo.

Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero

no puedes engañar a todo el mundo todo

el tiempo”: Abraham Lincoln (1809-1865)



Con reiterada frecuencia declara el presidente Obrador que es justificable la condena a su gobierno por un pequeño “grupúsculo” de conservadores reaccionarios de ideas neoliberales, porque perdieron sus privilegios y canonjías producto de la corrupción de muchos sexenios, congraciada siempre de corifeos de la prensa fifí a su servicio. Sin duda alguna tiene razón; pero lo que sí nos conduce a la verdad son los datos duros actuales de la fatal economía de tasas de crecimiento negativas, caracterizada con exorbitante desempleo y del errático manejo de la pandemia que azota a México, que si bien no ha sido privativo de este país, casi todos los demás han conducido en forma “atingente” el tratamiento sanitario. Seguir condenando a los perversos villanos del pasado para cubrir ineficiencias y golpes de ciego, no ha sido la mejor receta compensatoria en el corte de caja para los mexicanos a 2 años de gobierno.

A la luz de esta encrucijada nos preguntamos por qué recurre a una encuesta de reflectores mediáticos, para castigar a los expresidentes que han robado a este explotado país, cuando hay instrumentos judiciales; razón igual subsiste del por qué no enjuicia a los propios de su gobierno por actos constitutivos de delito, conformándolo además con excolaboradores de los mismos que trata de enjuiciar que con seguridad fueron cómplices. Sin duda 2020 pasará a la historia como un año de profundo dolor con más de 200 mil fallecimientos por Covid, cuya directriz médica para combatirla con López-Gatell dibujó desde su inicio un escenario de ausencia absoluta de actuaciones adecuadas en la aplicación, contrarias a los protocolos y diques de contención recomendados por la OMS, arropado este funesto personaje por su grotesco cinismo con fines políticos.

Tampoco existe la duda cuando millones de mexicanos que votaron por Morena lo hacían castigando al vetusto régimen (PRI) al cual se incluía al PAN engolado imitador de las mismas prácticas. Hoy millones de aquellos electores se sienten engañados, bastando atestiguar que los pobres son más pobres, una estigmatizada clase media contraída y una empresa sin políticas de respaldo gubernamental ante la pandemia. Sería extenso citar cifras de Banxico, Inegi, Coneval, SAT, etc. que en su conjunto como entidades calificadas señalan escasos aciertos ante un mar saturado de focos rojos que navegan improvisados sin rumbo fijo, como el caso emblemático de Pemex, cuyo “barril” está a punto de estallar.

Cómo dejar de sentir dolor por los estragos de la pandemia y olvidar ser engañados nuevamente, porque en ambos casos sentimos día a día que el país que heredamos lo entregaremos desfallecido y sin pulso a nuestros hijos.