Por: Jorge Cruz Camberos
Estamos en los primeros suspiros de 2022 y desde hace algunas semanas estoy muy entusiasmado ante todo el panorama que se nos viene. Cada año se nos brinda una nueva oportunidad de empezar frescos y llenos de energía, más aún si tomamos de forma proactiva el resurgimiento de los contagios del Covid, que no es cosa menor y que podría retornarnos a los niveles de 2020.
La verdad es que esta nueva ola nos podría impactar fuertemente en lo anímico, ¡pero no!, definitivamente este año puede ser diferente; me refiero a muchísimo mejor de lo que podríamos pensar, pues tenemos la ventaja de que ya conocemos más al coronavirus y al parecer la nueva cepa (ómicron) puede ser la vacuna natural que neutralizaría al virus. Hasta hoy, sabemos que sí es una variante más contagiosa, pero con síntomas mucho más leves. Si esto es cierto en pocas semanas podríamos lograr la famosa inmunidad de rebaño.
¡Animémonos!, podríamos estar en la antesala de una próxima nueva realidad, que permita desarrollar una agenda interesante para todos. En ese nuevo ordenamiento mundial, podríamos ver cómo se sigue acomodando la geopolítica, qué sucede con China y Rusia y sus intenciones de incidir más en los destinos del mundo con fuertes inversiones en infraestructura; veremos presiones para que Taiwán forme parte de nuevo del territorio chino, al igual que Ucrania de Rusia.
Por su parte, Estados Unidos mantendrá su estrategia de repatriación de sectores estratégicos como es la producción de microprocesadores, autos eléctricos y energías limpias y no tan limpias. También observaríamos si el presidente Biden podría sacar adelante sus reformas estructurales tan deseadas, ya que su reelección dependerá mucho del éxito que éstas tengan. Es aquí donde nos podemos preguntar: ¿Acaso resurgirá Trump en la agenda mediática? y, por otro lado, ¿se podrán regularizar la proveeduría de suministros?
En el caso de México será interesante ver si nuestro presidente “ya le pega a una”; en temas políticos tendremos elecciones en 9 estados, una revocación de mandato que no tiene sentido, una amenazante Reforma Energética y más pleitos internos por la sucesión presidencial. La coalición de PRI, PAN, PRD deberá ponerse de acuerdo quién será el candidato a presidente. Pero para mí lo más importante es qué va a suceder con el lentísimo crecimiento de nuestra economía y la desmedida inflación que teníamos décadas sin ver.
En Chihuahua el tema Duarte y la deuda heredada al estado dejarán mucho de qué hablar, y empezaremos a ver si se logran los tan esperados resultados del nuevo gobierno. En lo local, que es en realidad lo que me tiene más entusiasmado, es interesante pensar en cómo se alinearán las estrategias del gobierno estatal y el municipal, cosa que hace muchos años no se veía.
Aunado a esto me resulta tan relevante ver cómo se ejercerá el recién autorizado presupuesto de egresos, el más alto en la historia de la ciudad. Esto sin duda deberá venir aparejado de resultados que develen una mayor competitividad y crecimiento del PIB local, entre otros.
En lo personal estoy emocionado por lo que viene, creo que puede ser un año en el que se marque un antes y un después de la pandemia, de nuestra ciudad y nuestro estado.
Maestro en Administración Deportiva y presidente de Coder Chihuahua
