/ lunes 15 de agosto de 2022

Antes lo logramos, hoy volveremos a vencer

Por: Alejandro Domínguez

Esta semana vivimos hechos muy lamentables en diversas regiones del país; Chihuahua no fue la excepción, la violencia se apoderó de Ciudad Juárez en actos que fueron más allá del enfrentamiento entre grupos criminales, fue una acción contra la sociedad de manera directa, buscando brindar un mensaje a las autoridades y dejando claro que la forma de operar puede ser así o más fuerte.

Siempre he estado convencido en que los temas de seguridad no deben politizarse; sin embargo, tampoco pueden evadirse en su observación o señalamiento puntual; pareciera ser que en nuestro país ser delincuente es un muy buen negocio, porque solamente el 5% de los detenidos por algún tipo de hecho de esta naturaleza es sancionado de manera ejemplar; esto es, la impunidad permea, está presente y vulnera la credibilidad de las instituciones.

Diversos puntos del país fueron atacados, lo que genera varias preguntas: ¿mensaje del crimen organizado?, ¿omisión de la autoridad?, ¿acción de la autoridad para tener la Guardia Nacional en el Ejército?, ¿complicidad del Gobierno con algún grupo delincuencial?, las cuales tienen distintas respuestas, pero una misma realidad, la inseguridad avanza y se percibe un ambiente de falta de gobernabilidad en el país, lo cual resulta muy preocupante.

He insistido en la necesidad de una acción coordinada por parte de los tres órdenes de Gobierno; los hechos que hoy se presentan, con un contenido de terrorismo, pueden generar un efecto de falta de atención, que propicia la comisión de otro tipo de delitos. Chihuahua capital cerró julio con 41 homicidios, los empresarios del centro de la ciudad han manifestado el aumento de robo en sus negocios; Ciudad Juárez presentó en julio 17 homicidios contra mujeres, aunado a lo que impera, sin que sea público, la extorsión a negocios, como las recicladoras y funerarias, que han sido blanco de ataques. Ejemplos en el mundo hay muchos sobre este tipo de conductas delincuenciales, Colombia y Palermo son referentes históricos; sin embargo, Juárez fue un referente mundial, por eso debemos voltear al pasado, para no repetir las mismas historias negativas y tomar lo positivo que hubo. En las épocas más dolorosas de Juárez llegaron a existir 15 mil elementos de las diversas fuerzas del orden para atender el problema, pero el resultado fue más desastroso, creció la inseguridad, la colusión y se desprotegió a la ciudadanía.

La fórmula del éxito está basada en la coordinación, pero también considero que debe contarse con la voluntad de hacer las cosas sin un ánimo personal; es decir, pensando en el conjunto, no en quien de manera solitaria logra la victoria sobre la inseguridad; se requiere estrategia, pero una que no sólo sea a base de pistolas patrullas, policías, abrazos y no balazos, debe ser convocando a la sociedad, involucrándola y haciéndola partícipe de la solución; debe contar con decisión política, es decir, invertir recursos financieros en lo importante, no en la ocurrencia y, por último, determinación de los tres órdenes de Gobierno y de los poderes público de actuar, sólo así lograremos salir del bache en el que nos encontramos, sí, un bache que si no lo atendemos pronto se convertirá en un hoyo negro del cual batallaremos para salir.

Somos más sociedad que gobierno, por ello debemos actuar de manera consciente, no podemos perder nuestra capacidad de asombro en este tipo de cosas; tampoco caer en psicosis, en el discurso simple o complaciente; debemos recordar que ya antes logramos superar este problema, hoy, con más experiencia y conocimiento podremos vencer este cáncer que hoy nos lastima.

Chihuahua es más grande y los chihuahuenses somos valientes.


Por: Alejandro Domínguez

Esta semana vivimos hechos muy lamentables en diversas regiones del país; Chihuahua no fue la excepción, la violencia se apoderó de Ciudad Juárez en actos que fueron más allá del enfrentamiento entre grupos criminales, fue una acción contra la sociedad de manera directa, buscando brindar un mensaje a las autoridades y dejando claro que la forma de operar puede ser así o más fuerte.

Siempre he estado convencido en que los temas de seguridad no deben politizarse; sin embargo, tampoco pueden evadirse en su observación o señalamiento puntual; pareciera ser que en nuestro país ser delincuente es un muy buen negocio, porque solamente el 5% de los detenidos por algún tipo de hecho de esta naturaleza es sancionado de manera ejemplar; esto es, la impunidad permea, está presente y vulnera la credibilidad de las instituciones.

Diversos puntos del país fueron atacados, lo que genera varias preguntas: ¿mensaje del crimen organizado?, ¿omisión de la autoridad?, ¿acción de la autoridad para tener la Guardia Nacional en el Ejército?, ¿complicidad del Gobierno con algún grupo delincuencial?, las cuales tienen distintas respuestas, pero una misma realidad, la inseguridad avanza y se percibe un ambiente de falta de gobernabilidad en el país, lo cual resulta muy preocupante.

He insistido en la necesidad de una acción coordinada por parte de los tres órdenes de Gobierno; los hechos que hoy se presentan, con un contenido de terrorismo, pueden generar un efecto de falta de atención, que propicia la comisión de otro tipo de delitos. Chihuahua capital cerró julio con 41 homicidios, los empresarios del centro de la ciudad han manifestado el aumento de robo en sus negocios; Ciudad Juárez presentó en julio 17 homicidios contra mujeres, aunado a lo que impera, sin que sea público, la extorsión a negocios, como las recicladoras y funerarias, que han sido blanco de ataques. Ejemplos en el mundo hay muchos sobre este tipo de conductas delincuenciales, Colombia y Palermo son referentes históricos; sin embargo, Juárez fue un referente mundial, por eso debemos voltear al pasado, para no repetir las mismas historias negativas y tomar lo positivo que hubo. En las épocas más dolorosas de Juárez llegaron a existir 15 mil elementos de las diversas fuerzas del orden para atender el problema, pero el resultado fue más desastroso, creció la inseguridad, la colusión y se desprotegió a la ciudadanía.

La fórmula del éxito está basada en la coordinación, pero también considero que debe contarse con la voluntad de hacer las cosas sin un ánimo personal; es decir, pensando en el conjunto, no en quien de manera solitaria logra la victoria sobre la inseguridad; se requiere estrategia, pero una que no sólo sea a base de pistolas patrullas, policías, abrazos y no balazos, debe ser convocando a la sociedad, involucrándola y haciéndola partícipe de la solución; debe contar con decisión política, es decir, invertir recursos financieros en lo importante, no en la ocurrencia y, por último, determinación de los tres órdenes de Gobierno y de los poderes público de actuar, sólo así lograremos salir del bache en el que nos encontramos, sí, un bache que si no lo atendemos pronto se convertirá en un hoyo negro del cual batallaremos para salir.

Somos más sociedad que gobierno, por ello debemos actuar de manera consciente, no podemos perder nuestra capacidad de asombro en este tipo de cosas; tampoco caer en psicosis, en el discurso simple o complaciente; debemos recordar que ya antes logramos superar este problema, hoy, con más experiencia y conocimiento podremos vencer este cáncer que hoy nos lastima.

Chihuahua es más grande y los chihuahuenses somos valientes.