/ sábado 25 de septiembre de 2021

Antes que se nos olvide; cruzados de brazos

Por: Carlos A. Esparza Deister

En días pasados se transmitió por televisión un excelente reportaje de Humberto Padgett, realizado en Michoacán, en el cual se palpa impunidad, coraje, dolor e injusticia. La gente ha tenido que salir a defenderse nuevamente del crimen organizado y otros más han tenido que abandonar su terruño, pues las amenazas no cesan. En dicha investigación periodística, una señora con frustración y coraje a flor de piel señaló que personas armadas se presentaron en su casa para ordenarles que se fueran del pueblo o lo quemaban, claro, tuvieron que irse. Hechos similares se repiten de manera frecuente desde hace varios años en nuestro México, los criminales se han ido apoderando de las comunidades y en muchos casos ya fungen como autoridades supremas.

El presidente López Obrador ha mantenido su discurso de abrazos, no balazos, el cual es una infame burla para quienes han sido víctimas de la delincuencia. La secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, hace unos días compareció ante el Senado, dijo: “No venimos a ganar una guerra, sino la paz”, así mismo mencionó que los abrazos y no balazos no significa que estén cruzados de brazos, pero parece que sí, pues muchos ciudadanos se tienen que defender solos, mientras tanto, tienen parte del Ejército haciendo labores de albañilería en el nuevo aeropuerto. Es absurdo que no envíen más elementos a regiones peligrosas. Rosa Icela informó que en los últimos meses se han desplegado más de 19 mil efectivos del Ejército y Guardia Nacional, quizá, pero sólo se ven en algunas ciudades, porque en las zonas serranas, en los pueblos lejanos, hay pocos elementos, por eso han resurgido las llamadas autodefensas, a quienes se les han acusado también de formar parte del crimen organizado, pero a muy pocos integrantes se les ha comprobado esto.

Gobierno federal ha sido solidario con los extranjeros que huyen de la violencia de sus respectivos países, por eso es difícil comprender que escatimen el apoyo a los mexicanos que están siendo desplazados de sus comunidades, que tienen miedo, que el crimen organizado los tiene con el pie en el cuello. En el mencionado reportaje, realizado en la zona de Tepalcatepec, Michoacán, que fue asediada hace varios años por los Zetas, luego por Los Caballeros Templarios y ahora por el Cártel Jalisco Nueva Generación, un miembro de las autodefensas, dice: “El CJNG es tan fuerte que ni el Ejército puede con ellos”, esta frase es devastadora, debería calarle hondo al presidente López Obrador, así como al Ejército, Marina, Guardia Nacional, Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, urge un replanteamiento de estrategia.

Es primordial poner orden en esa peligrosa zona de Michoacán, pero también en Chihuahua, Guanajuato, Jalisco, Sinaloa, y demás focos rojos del país. Por supuesto, no se puede hacer todo al mismo tiempo y fácil no es, pero ya ni amuelan, ya se tardaron y mucho. Ciudadanos valientes como los de Michoacán no se han quedado con los brazos cruzados, pero las autoridades pareciera que sí, pues han sido abandonados a su suerte.

@carlosaesparza

esparzadeister@gmail.com

Lávese las manos infinidad de veces durante el día, la pandemia no ha terminado.

Por: Carlos A. Esparza Deister

En días pasados se transmitió por televisión un excelente reportaje de Humberto Padgett, realizado en Michoacán, en el cual se palpa impunidad, coraje, dolor e injusticia. La gente ha tenido que salir a defenderse nuevamente del crimen organizado y otros más han tenido que abandonar su terruño, pues las amenazas no cesan. En dicha investigación periodística, una señora con frustración y coraje a flor de piel señaló que personas armadas se presentaron en su casa para ordenarles que se fueran del pueblo o lo quemaban, claro, tuvieron que irse. Hechos similares se repiten de manera frecuente desde hace varios años en nuestro México, los criminales se han ido apoderando de las comunidades y en muchos casos ya fungen como autoridades supremas.

El presidente López Obrador ha mantenido su discurso de abrazos, no balazos, el cual es una infame burla para quienes han sido víctimas de la delincuencia. La secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, hace unos días compareció ante el Senado, dijo: “No venimos a ganar una guerra, sino la paz”, así mismo mencionó que los abrazos y no balazos no significa que estén cruzados de brazos, pero parece que sí, pues muchos ciudadanos se tienen que defender solos, mientras tanto, tienen parte del Ejército haciendo labores de albañilería en el nuevo aeropuerto. Es absurdo que no envíen más elementos a regiones peligrosas. Rosa Icela informó que en los últimos meses se han desplegado más de 19 mil efectivos del Ejército y Guardia Nacional, quizá, pero sólo se ven en algunas ciudades, porque en las zonas serranas, en los pueblos lejanos, hay pocos elementos, por eso han resurgido las llamadas autodefensas, a quienes se les han acusado también de formar parte del crimen organizado, pero a muy pocos integrantes se les ha comprobado esto.

Gobierno federal ha sido solidario con los extranjeros que huyen de la violencia de sus respectivos países, por eso es difícil comprender que escatimen el apoyo a los mexicanos que están siendo desplazados de sus comunidades, que tienen miedo, que el crimen organizado los tiene con el pie en el cuello. En el mencionado reportaje, realizado en la zona de Tepalcatepec, Michoacán, que fue asediada hace varios años por los Zetas, luego por Los Caballeros Templarios y ahora por el Cártel Jalisco Nueva Generación, un miembro de las autodefensas, dice: “El CJNG es tan fuerte que ni el Ejército puede con ellos”, esta frase es devastadora, debería calarle hondo al presidente López Obrador, así como al Ejército, Marina, Guardia Nacional, Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, urge un replanteamiento de estrategia.

Es primordial poner orden en esa peligrosa zona de Michoacán, pero también en Chihuahua, Guanajuato, Jalisco, Sinaloa, y demás focos rojos del país. Por supuesto, no se puede hacer todo al mismo tiempo y fácil no es, pero ya ni amuelan, ya se tardaron y mucho. Ciudadanos valientes como los de Michoacán no se han quedado con los brazos cruzados, pero las autoridades pareciera que sí, pues han sido abandonados a su suerte.

@carlosaesparza

esparzadeister@gmail.com

Lávese las manos infinidad de veces durante el día, la pandemia no ha terminado.