/ sábado 23 de octubre de 2021

Antes que se nos olvide; En express...

Por: Carlos A. Esparza Deister

El bombardeo de comerciales llega a ser tan agobiante, que en determinado momento, muchas personas comienzan a creer en los grandes “beneficios” de algunos productos, adquiriendo posteriormente, cremas que “planchan” las arrugas en cuestión de minutos. Aparatos electrónicos, que por medio de vibraciones y con mínimo esfuerzo, harán surgir un impresionante estómago de lavadero, sin importar qué tan abultada tenga la barriga. Malteadas o pastillas que eliminan los kilos de más, en un abrir y cerrar de ojos. Pero luego de un tiempo utilizándolos, los resultados son mínimos, entonces llega el arrepentimiento, preguntándose ¿Para qué compré esta porquería?

Varios aparatos de ejercicios son promocionados por personas con un impresionante cuerpo, fruto de años en gimnasio, dietas rigurosas, seguramente el equipo que anuncian jamás lo han utilizado, sin embargo, sonrientes explican que gracias a él lograron esa figura con sólo 15 minutos diarios. Muchos lo compran entusiasmados, creyendo que en poco tiempo y con poco esfuerzo transformarán su cuerpo, sin embargo, unas semanas después, están lejos de parecerse al modelo, se desaniman y el aparato termina convertido en perchero. Un sector de la sociedad busca beneficios rápidos, express a cualquier precio, no les importan los ingredientes del brebaje supuestamente 100% natural ,que ingieren tres veces al día, sólo interesan los resultados rápidos, pero con el tiempo, suele pasar que continúan con igual o mayor peso y la salud mermada.

La palabra “express'' es parte de nuestra vida, queremos que todo llegue inmediatamente, como si se estuviera pidiendo una pizza. En el aspecto laboral, muchos también desean todo rapidito y con poco esfuerzo, quieren ganar en la segunda quincena casi como el director de la compañía, claro, de no ser así, algunos se marchan indignados, señalando que no valoraban su enorme talento y sacrificio.

Muchos desean mejorar su salud, ejercitándose 10 minutos cada nunca y luego del “gran tormento” se comen dos hamburguesas, claro, acompañadas de refresco dietético. Otros quieren sobresalir, pero no están dispuestos a prolongar su jornada laboral ni cinco minutos más, pues según ellos, no desean “regalar” tiempo a una empresa que no los valora, por supuesto, con esa actitud un ascenso o mejor sueldo nunca llegan, entonces culpan a los demás de su fracasos, apareciendo la frustración y mayor negatividad. Paulatinamente los sueños van esfumándose y en exprés… se va la vida.

@carlosaesparza

esparzadeister@gmail.com

Por: Carlos A. Esparza Deister

El bombardeo de comerciales llega a ser tan agobiante, que en determinado momento, muchas personas comienzan a creer en los grandes “beneficios” de algunos productos, adquiriendo posteriormente, cremas que “planchan” las arrugas en cuestión de minutos. Aparatos electrónicos, que por medio de vibraciones y con mínimo esfuerzo, harán surgir un impresionante estómago de lavadero, sin importar qué tan abultada tenga la barriga. Malteadas o pastillas que eliminan los kilos de más, en un abrir y cerrar de ojos. Pero luego de un tiempo utilizándolos, los resultados son mínimos, entonces llega el arrepentimiento, preguntándose ¿Para qué compré esta porquería?

Varios aparatos de ejercicios son promocionados por personas con un impresionante cuerpo, fruto de años en gimnasio, dietas rigurosas, seguramente el equipo que anuncian jamás lo han utilizado, sin embargo, sonrientes explican que gracias a él lograron esa figura con sólo 15 minutos diarios. Muchos lo compran entusiasmados, creyendo que en poco tiempo y con poco esfuerzo transformarán su cuerpo, sin embargo, unas semanas después, están lejos de parecerse al modelo, se desaniman y el aparato termina convertido en perchero. Un sector de la sociedad busca beneficios rápidos, express a cualquier precio, no les importan los ingredientes del brebaje supuestamente 100% natural ,que ingieren tres veces al día, sólo interesan los resultados rápidos, pero con el tiempo, suele pasar que continúan con igual o mayor peso y la salud mermada.

La palabra “express'' es parte de nuestra vida, queremos que todo llegue inmediatamente, como si se estuviera pidiendo una pizza. En el aspecto laboral, muchos también desean todo rapidito y con poco esfuerzo, quieren ganar en la segunda quincena casi como el director de la compañía, claro, de no ser así, algunos se marchan indignados, señalando que no valoraban su enorme talento y sacrificio.

Muchos desean mejorar su salud, ejercitándose 10 minutos cada nunca y luego del “gran tormento” se comen dos hamburguesas, claro, acompañadas de refresco dietético. Otros quieren sobresalir, pero no están dispuestos a prolongar su jornada laboral ni cinco minutos más, pues según ellos, no desean “regalar” tiempo a una empresa que no los valora, por supuesto, con esa actitud un ascenso o mejor sueldo nunca llegan, entonces culpan a los demás de su fracasos, apareciendo la frustración y mayor negatividad. Paulatinamente los sueños van esfumándose y en exprés… se va la vida.

@carlosaesparza

esparzadeister@gmail.com