Hace un año falleció el periodista Ricardo Rocha, un hombre frontal, audaz y sobre todo comprometido con el periodismo. Su deceso dejó un enorme hueco en los medios de comunicación. Estudió administración de empresas, pero antes de graduarse, prefirió ejercer el periodismo y lo hizo muy bien, tanto así, que en 1977 ganó el Premio Nacional de Periodismo, por su cobertura de la revolución Sandinista en Nicaragua. Cuando trabajó en Televisa, fue criticado por un sector del público, pues como es sabido, dicha empresa mantuvo una estrecha relación con el priismo e incluso su propietario Emilio Azcárraga Milmo, dijo en una ocasión, “Somos soldados del PRI y del presidente”. A pesar de esto, Ricardo buscó desmarcarse, haciendo cosas distintas, quiso otorgar a la audiencia programas inteligentes, por ejemplo, “Para gente grande”, el cual era muy diferente a lo que transmitía Televisa en aquellos años. Posteriormente, creó un programa llamado “En Vivo”, que se transmitía los viernes por la noche, algo parecido al acartonado pero exitoso, “Siempre en Domingo”, con la diferencia, que Rocha presentaba a músicos o cantantes no tan conocidos, pero con un enorme talento, además realizaba interesantes entrevistas, la emisión terminaba a altas horas de la madrugada. También fue el creador de “Detrás de la noticia”. Luego de 27 años en Televisa, se fue a TV Azteca, para conducir por 10 años, otro programa para desvelados, bajo el nombre de, “Animal Nocturno”. Hasta antes de su repentina muerte, condujo el noticiero de las 5 de la mañana en Radio Formula y además era columnista de importante diario capitalino.
Al inició de su mandato, el presidente López Obrador, reveló una lista de reconocidos periodistas, que recibieron grandes cantidades de dinero durante la gestión de Peña Nieto. En ella, apareció Ricardo Rocha, quien fiel a su estilo y con pruebas en mano, se presentó en la conferencia matutina para aclarar, que el dinero recibido, no había sido por cuestión de una compraventa editorial a favor de Peña Nieto, sino por una extensa campaña, que realizó su empresa productora para la Secretaría de Agricultura. Luego de presentar sus argumentos, Rocha hizo lo que muchos periodistas hubiesen deseado cuando están en la mañanera, expresar su sentir de manera clara y frontal al presidente. Con voz firme dijo, “Fíjese usted, en los gobiernos anteriores, ni los panistas, ni los priistas, me acabaron nunca de aceptar porque me etiquetaban como Lópezobradorista y ahora el López Obradorismo, me quiera etiquetar de Peñista. Presidente, nadie está en contra de usted ni de su gobierno, porque sería estar en contra de México, solo pedimos que evalúe, qué le aporta más, una crítica inteligente, de buena fe y constructiva o los lacayos, que cuando usted pregunté la hora, le respondan, la que usted quiera señor presidente”. Luego añadió con su vista fija en el mandatario, “Mire, se lo digo de todo corazón, yo no creo que haya una hampa periodística, a mi jamás, nadie me ha hablado para decirme, hay una reunión en un lugar secreto, para ver como perjudicamos al gobierno de López Obrador, o soy muy bruto como reportero o no me toman en cuenta. Yo creo que hay que dialogar, hay que sumar, no hay que restar, ni confrontar. Usted me conoce desde hace años, coincido con todas sus metas, aunque a veces no con todos sus métodos”. Esa mañana de mayo del 2019, Rocha fue contundente; en ese instante fue la voz certera y pujante de un sector de la población, pero al día siguiente, no pasó nada, aún, cuando posiblemente le movieron un poco el “tapete” a López Obrador, las palabras de Ricardo Rocha se las llevó el viento, casi, casi, por decreto presidencial.