/ lunes 14 de septiembre de 2020

Antes que se nos olvide valor, trabajo y hospitalidad


Un día como hoy, pero de 1996 falleció José Santos Esparza Muñoz, mejor conocido como “Santitos”, en la región sur del estado. A 24 años de su partida aún es recordado con cariño, sobre todo en su amado terruño, Santa Bárbara. Fue el primer alcalde panista de esa ciudad, segundo a nivel estatal y de los primeros en el país.

Durante esas elecciones realizadas el 4 de julio de 1965, el PRI cometió fraude, en ese tiempo amo y señor del país. Aquella ocasión no permitieron entrar a representantes del PAN a varias casillas; las urnas no estaban a la vista, por lo cual, militantes del PRI depositaban a diestra y siniestra votos a favor de su candidato. Cerraron algunas casillas más temprano; desaparecieron urnas, además repartieron credenciales de elector en ese entonces sin fotografía para que fueran a votar varias veces. Y de esa manera, Santitos “perdió” las elecciones, declarándose ganador al candidato priista Apolonio Herrera, sin embargo, nunca tomaría posesión. El pueblo sabía que el PAN había triunfado, y en un hecho inusitado para la época, la mayoría de los habitantes se unieron, no aceptaron los resultados y realizaron mítines de protesta principalmente afuera del comité municipal del PRI; la insurrección santabarbarina se prolongó varias semanas, pues las autoridades hacían caso omiso. El hecho trascendió fuera del estado; funcionarios del gobierno federal se enteraron gracias a la profesora parralense, Florentina Villalobos, quien en 1964 se había convertido en la primera diputada federal histórica del PAN. Se dice que el presidente de la República, Gustavo Díaz Ordaz, luego de revisar el caso en la Secretaría de Gobernación pidió al gobernador de ese entonces, Gral. Práxedes Giner Durán, que ordenara a las autoridades electorales reconocer el triunfo y de esa forma, el 29 de julio de 1965, Santos Esparza fue nombrado oficialmente alcalde de la ciudad más antigua del estado. Este acontecimiento tuvo repercusión a nivel nacional, actualmente pocos lo conocen, pero bien podría considerarse el origen de la democracia en Chihuahua.

Durante su administración se enfrentó a otro problema, escaso apoyo del gobierno estatal, sin embargo, esto no fue impedimento para lograr una de las gestiones públicas más destacadas en Santa Bárbara. Ayudado siempre por miembros de su gabinete generó recursos por medio de la organización de rifas y eventos masivos, además se crearon patronatos o comités para involucrar a la sociedad civil en las actividades. Asimismo, pedía donativos a la gente acaudalada del poblado y la región. Logró obra pública que actualmente es muy importante en el lugar, como la estatua de don Rodrigo del Río de Lossa, fundador de la pequeña ciudad; plaza 10 de Mayo; Monumento a la Unidad Chihuahuense, en el cual consiguió que cada municipio del estado donara una pequeña losa con su nombre, para luego unirlos todos y formando una llamativa obra, y también el quiosco de la plaza principal que hace apenas unos años fue removido.

Los dos propósitos principales que le hicieron incursionar en la política fueron, apoyar a la población de manera desinteresada y que el gobierno estatal tuviera tan relegada a la ciudad más antigua del estado, luchando para que se le diera el lugar que le correspondía. Después, en los 60 y 80 buscó ser alcalde nuevamente, sin poder lograrlo, se dice que las dos veces ganó en las urnas, pero otra vez hubo fraude, sin embargo, los santabarbarinos ya no pudieron unirse como en 1965. Continuó siendo un leal panista, dando todo por su partido, incluso prestó por varios años parte de su casa al comité municipal del PAN. Fue candidato a diputado, luego en 1983 es invitado por el presidente electo de Parral, Gustavo Villarreal, a formar parte de su gabinete, iniciando como director de Obras Públicas y finalizando como secretario general del ayuntamiento.

Ayudar fue prioridad en su vida, por lo cual siempre estuvo involucrado en organizaciones sociales. En los 70 ingresó al Club de Leones, donde tuvo importantes cargos, tanto a nivel local, como regional durante varios años, posteriormente, a principios de los 90, al ver que algunos miembros de dicho club comenzaban a utilizarlo como negocio personal, decidió retirarse para luego fundar el Club Rotario, junto con su amigo José Janeiro.

Continuó trabajando con entusiasmo en aspectos políticos, sociales y hasta deportivos, pues constantemente patrocinaba equipos de futbol, basquetbol y beisbol, desde categoría Infantil hasta Mayor. Sin embargo, su corazón estaba desgastado y la mañana del 14 de septiembre de 1996, mismo día que inició la fundación de su amado PAN, su corazón no pudo más, había dado demasiado valor, trabajo y hospitalidad, tal como dice el escudo de su querida Santa Bárbara.


@carlosaesparza

esparzadeister@gmail.com


Un día como hoy, pero de 1996 falleció José Santos Esparza Muñoz, mejor conocido como “Santitos”, en la región sur del estado. A 24 años de su partida aún es recordado con cariño, sobre todo en su amado terruño, Santa Bárbara. Fue el primer alcalde panista de esa ciudad, segundo a nivel estatal y de los primeros en el país.

Durante esas elecciones realizadas el 4 de julio de 1965, el PRI cometió fraude, en ese tiempo amo y señor del país. Aquella ocasión no permitieron entrar a representantes del PAN a varias casillas; las urnas no estaban a la vista, por lo cual, militantes del PRI depositaban a diestra y siniestra votos a favor de su candidato. Cerraron algunas casillas más temprano; desaparecieron urnas, además repartieron credenciales de elector en ese entonces sin fotografía para que fueran a votar varias veces. Y de esa manera, Santitos “perdió” las elecciones, declarándose ganador al candidato priista Apolonio Herrera, sin embargo, nunca tomaría posesión. El pueblo sabía que el PAN había triunfado, y en un hecho inusitado para la época, la mayoría de los habitantes se unieron, no aceptaron los resultados y realizaron mítines de protesta principalmente afuera del comité municipal del PRI; la insurrección santabarbarina se prolongó varias semanas, pues las autoridades hacían caso omiso. El hecho trascendió fuera del estado; funcionarios del gobierno federal se enteraron gracias a la profesora parralense, Florentina Villalobos, quien en 1964 se había convertido en la primera diputada federal histórica del PAN. Se dice que el presidente de la República, Gustavo Díaz Ordaz, luego de revisar el caso en la Secretaría de Gobernación pidió al gobernador de ese entonces, Gral. Práxedes Giner Durán, que ordenara a las autoridades electorales reconocer el triunfo y de esa forma, el 29 de julio de 1965, Santos Esparza fue nombrado oficialmente alcalde de la ciudad más antigua del estado. Este acontecimiento tuvo repercusión a nivel nacional, actualmente pocos lo conocen, pero bien podría considerarse el origen de la democracia en Chihuahua.

Durante su administración se enfrentó a otro problema, escaso apoyo del gobierno estatal, sin embargo, esto no fue impedimento para lograr una de las gestiones públicas más destacadas en Santa Bárbara. Ayudado siempre por miembros de su gabinete generó recursos por medio de la organización de rifas y eventos masivos, además se crearon patronatos o comités para involucrar a la sociedad civil en las actividades. Asimismo, pedía donativos a la gente acaudalada del poblado y la región. Logró obra pública que actualmente es muy importante en el lugar, como la estatua de don Rodrigo del Río de Lossa, fundador de la pequeña ciudad; plaza 10 de Mayo; Monumento a la Unidad Chihuahuense, en el cual consiguió que cada municipio del estado donara una pequeña losa con su nombre, para luego unirlos todos y formando una llamativa obra, y también el quiosco de la plaza principal que hace apenas unos años fue removido.

Los dos propósitos principales que le hicieron incursionar en la política fueron, apoyar a la población de manera desinteresada y que el gobierno estatal tuviera tan relegada a la ciudad más antigua del estado, luchando para que se le diera el lugar que le correspondía. Después, en los 60 y 80 buscó ser alcalde nuevamente, sin poder lograrlo, se dice que las dos veces ganó en las urnas, pero otra vez hubo fraude, sin embargo, los santabarbarinos ya no pudieron unirse como en 1965. Continuó siendo un leal panista, dando todo por su partido, incluso prestó por varios años parte de su casa al comité municipal del PAN. Fue candidato a diputado, luego en 1983 es invitado por el presidente electo de Parral, Gustavo Villarreal, a formar parte de su gabinete, iniciando como director de Obras Públicas y finalizando como secretario general del ayuntamiento.

Ayudar fue prioridad en su vida, por lo cual siempre estuvo involucrado en organizaciones sociales. En los 70 ingresó al Club de Leones, donde tuvo importantes cargos, tanto a nivel local, como regional durante varios años, posteriormente, a principios de los 90, al ver que algunos miembros de dicho club comenzaban a utilizarlo como negocio personal, decidió retirarse para luego fundar el Club Rotario, junto con su amigo José Janeiro.

Continuó trabajando con entusiasmo en aspectos políticos, sociales y hasta deportivos, pues constantemente patrocinaba equipos de futbol, basquetbol y beisbol, desde categoría Infantil hasta Mayor. Sin embargo, su corazón estaba desgastado y la mañana del 14 de septiembre de 1996, mismo día que inició la fundación de su amado PAN, su corazón no pudo más, había dado demasiado valor, trabajo y hospitalidad, tal como dice el escudo de su querida Santa Bárbara.


@carlosaesparza

esparzadeister@gmail.com