/ jueves 19 de noviembre de 2020

Apostemos por la educación


“La educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo”: Nelson Mandela

Definitivamente y por obvias y lógicas razones los países que le apuestan a la educación y que invierten constantemente en ella son los que presentan un mejor nivel de vida, es decir, viven en mejores condiciones que otros, los ejemplos están a la vista: Corea del Sur, Japón, Finlandia, Canadá y Estonia.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el Foro Económico Mundial realizan su reporte en el terreno de educación en el ámbito mundial. La OCDE se apoya a través del Informe Internacional para la Evaluación de Estudiantes, conocido por muchos como “El informe PISA”, en donde cada tres años se mide el rendimiento académico de los estudiantes (principalmente de secundaria) en las áreas de ciencia, lectura y matemáticas. En 2018 esta prueba, en donde participaron 79 naciones, ubicó a los alumnos mexicanos con un puntaje bajo, el promedio de sólo 1% logró un desempeño con los niveles más altos. ¿Preocupante?, desde luego.

En el tema de la lectura, un poco más de la mitad de los jóvenes aztecas (55%) que participaron en la prueba PISA se posicionaron en el nivel 2, lo que quiere decir que son capaces de identificar la idea primordial en un texto mediano y reflexionar sobre el propósito del mismo. Sólo el 1% alcanzó el mejor nivel, lo que significa una comprensión apropiada en un texto largo, identificar conceptos genéricos y distinguir entre hechos reales y opiniones. Algo se tiene que hacer al respecto para motivar, desde casa, la lectura en nuestros jóvenes que representan la esperanza de este frágil mundo.

En el terreno de la ciencia nuestros juveniles representantes no llegaron a alcanzar los niveles más altos, la mitad se ubicó en el nivel 2, es decir, son capaces de reconocer la explicación correcta para fenómenos científicos, identificando una conclusión que tiene validez a partir de los datos analizados, pero sin aplicar creativamente su conocimiento en situaciones hipotéticas. El uso de las tecnologías no les enseña precisamente a ser creativos si no se está al pendiente de ellos, por lo contrario, muchos llegan a relajar su nivel de responsabilidad pensando que la computadora y el internet les van a hacer todo en esta vida.

Estos resultados fueron en 2018, la siguiente medición es en 2021, es decir, año en el que las condiciones académicas cambiaron por completo derivado de la pandemia asiática del Covid-19, en donde las muchachas y muchachos que se evaluarán experimentaron las clases virtuales a través de las diversas plataformas que se tienen con todos las ventajas y desventajas que presentan. La perspectiva de resultados no es precisamente alentadora, hoy los maestros en comunión con los padres de familia son parte importante para que el nivel escolar de nuestros jóvenes no se venga abajo. Estamos en una etapa difícil donde se requieren acciones precisas de supervisión. Ande pues.

Secretario de la Asociación de Editorialistas de Chihuahua.

aruedam@hotmail.com


“La educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo”: Nelson Mandela

Definitivamente y por obvias y lógicas razones los países que le apuestan a la educación y que invierten constantemente en ella son los que presentan un mejor nivel de vida, es decir, viven en mejores condiciones que otros, los ejemplos están a la vista: Corea del Sur, Japón, Finlandia, Canadá y Estonia.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el Foro Económico Mundial realizan su reporte en el terreno de educación en el ámbito mundial. La OCDE se apoya a través del Informe Internacional para la Evaluación de Estudiantes, conocido por muchos como “El informe PISA”, en donde cada tres años se mide el rendimiento académico de los estudiantes (principalmente de secundaria) en las áreas de ciencia, lectura y matemáticas. En 2018 esta prueba, en donde participaron 79 naciones, ubicó a los alumnos mexicanos con un puntaje bajo, el promedio de sólo 1% logró un desempeño con los niveles más altos. ¿Preocupante?, desde luego.

En el tema de la lectura, un poco más de la mitad de los jóvenes aztecas (55%) que participaron en la prueba PISA se posicionaron en el nivel 2, lo que quiere decir que son capaces de identificar la idea primordial en un texto mediano y reflexionar sobre el propósito del mismo. Sólo el 1% alcanzó el mejor nivel, lo que significa una comprensión apropiada en un texto largo, identificar conceptos genéricos y distinguir entre hechos reales y opiniones. Algo se tiene que hacer al respecto para motivar, desde casa, la lectura en nuestros jóvenes que representan la esperanza de este frágil mundo.

En el terreno de la ciencia nuestros juveniles representantes no llegaron a alcanzar los niveles más altos, la mitad se ubicó en el nivel 2, es decir, son capaces de reconocer la explicación correcta para fenómenos científicos, identificando una conclusión que tiene validez a partir de los datos analizados, pero sin aplicar creativamente su conocimiento en situaciones hipotéticas. El uso de las tecnologías no les enseña precisamente a ser creativos si no se está al pendiente de ellos, por lo contrario, muchos llegan a relajar su nivel de responsabilidad pensando que la computadora y el internet les van a hacer todo en esta vida.

Estos resultados fueron en 2018, la siguiente medición es en 2021, es decir, año en el que las condiciones académicas cambiaron por completo derivado de la pandemia asiática del Covid-19, en donde las muchachas y muchachos que se evaluarán experimentaron las clases virtuales a través de las diversas plataformas que se tienen con todos las ventajas y desventajas que presentan. La perspectiva de resultados no es precisamente alentadora, hoy los maestros en comunión con los padres de familia son parte importante para que el nivel escolar de nuestros jóvenes no se venga abajo. Estamos en una etapa difícil donde se requieren acciones precisas de supervisión. Ande pues.

Secretario de la Asociación de Editorialistas de Chihuahua.

aruedam@hotmail.com