/ jueves 4 de abril de 2019

APUNTES DE LA HISTORIA DE ESPAÑA

Si antes se pensaba que la historia de Europa podía existir sin la historia de España, ahora sabemos que, de acuerdo con Enrique de Gandía, la historia europea bastaría con España. La historia no es lo que imagina la literatura ni lo que conviene a la política y, ciertamente, una parte de esa hispanidad es nuestra. El derecho de España es el primero en la Edad Media que asegura la inviolabilidad de las personas. Desde la batalla de las Navas de Tolosa a la toma de Granada, en 1492, hasta la batalla de Lepanto, España mostró a Europa, durante tres siglos, cómo luchar contra el domino musulmán.

Los concilios de Toledo serían, durante la monarquía visigoda, los centros de cultura más intensa de Europa, luego, en su etapa islámica, de acuerdo con Amhad Dalal, de la Universidad de Georgetown, esa ciudad permitiría el surgimiento del Renacimiento. Tampoco los monasterios españoles se quedarían atrás. Fuera de España, los árabes no repetirían el alcance de esta sabiduría. Los estudios de los astrónomos españoles permitieron a Gregorio XIII la reforma del calendario. España fue, en determinado momento, la única nación de Europa que no prohibió el estudio de Copérnico.

La Universidad de Salamanca fue, también, la única, en el siglo XVI, que explicó el sistema copernicano. España tuvo también precursores en el primer jardín botánico de Europa, en tiempos modernos, en Aranjuez, fundado por Felipe II en 1555. Fue este mismo rey el organizador de los modernos sistemas de correos y, en 1592, decretó la inviolabilidad de la correspondencia. Durante la Edad Media las libertades religiosas más amplias fueron las que existieron en España. Sólo se defendió el catolicismo cuando peligraba la unidad del imperio contra musulmanes y protestantes.

La recta, inflexible y alta justicia civil española era una imagen de la justicia religiosa. Si Carlos V aconsejaba a Felipe II “no admitir ruegos… de persona alguna”, Felipe II aconsejaba a su hijo que igualase ante la justicia a nobles, ricos y pobres. Tal vez por ello, en América, los más humildes fundadores y caciques recibían escudos como el más noble español. Si la justicia era igualitaria, los castigos eran los más suaves, sin los horrendos martirios judiciales de cualquier nación europea, tal como la Inquisición española fue, de hecho, el tribunal de justicia más benigno mientras ésta existió.

A comienzos del siglo XVII funcionaban en España 32 universidades. Era la nación más culta de Europa. Los primeros métodos de enseñanza infantil, con amor y por medio de juegos, fueron enunciados por pedagogos españoles. Estas ideas eran las más avanzadas de Europa. Y fue el mismo Felipe II quien dispuso, en 1512, que la enseñanza primaria fuese obligatoria. En 1560 se prohibió que en Galicia los alcaldes fueran analfabetos. Luis Vives puede presentarse, en este siglo, como el mejor tratadista de la educación de la mujer. José de Calasanz fundaría la escuela pública gratuita.

Fuera de lo que comúnmente se cree, el oro y la plata, en sus cuatro quintas partes, se quedaba en América, la que menos rentas proporcionaba al Estado español. La abundancia de órdenes religiosas contribuyó a la multiplicación de los sistemas teológicos y doctrinarios. España fue mística y ascética en el siglo XVI cuando más grande fue su poderío material e influyeron en las obras de los místicos musulmanes y judíos. La lucha religiosa con caracteres políticos en Flandes y otras partes de Europa, mostraría a la España liberal, democrática y justiciera, falsamente, como absolutista, fantásticamente aristocrática y arbitraria.

agusperezr@hotmail.com



Si antes se pensaba que la historia de Europa podía existir sin la historia de España, ahora sabemos que, de acuerdo con Enrique de Gandía, la historia europea bastaría con España. La historia no es lo que imagina la literatura ni lo que conviene a la política y, ciertamente, una parte de esa hispanidad es nuestra. El derecho de España es el primero en la Edad Media que asegura la inviolabilidad de las personas. Desde la batalla de las Navas de Tolosa a la toma de Granada, en 1492, hasta la batalla de Lepanto, España mostró a Europa, durante tres siglos, cómo luchar contra el domino musulmán.

Los concilios de Toledo serían, durante la monarquía visigoda, los centros de cultura más intensa de Europa, luego, en su etapa islámica, de acuerdo con Amhad Dalal, de la Universidad de Georgetown, esa ciudad permitiría el surgimiento del Renacimiento. Tampoco los monasterios españoles se quedarían atrás. Fuera de España, los árabes no repetirían el alcance de esta sabiduría. Los estudios de los astrónomos españoles permitieron a Gregorio XIII la reforma del calendario. España fue, en determinado momento, la única nación de Europa que no prohibió el estudio de Copérnico.

La Universidad de Salamanca fue, también, la única, en el siglo XVI, que explicó el sistema copernicano. España tuvo también precursores en el primer jardín botánico de Europa, en tiempos modernos, en Aranjuez, fundado por Felipe II en 1555. Fue este mismo rey el organizador de los modernos sistemas de correos y, en 1592, decretó la inviolabilidad de la correspondencia. Durante la Edad Media las libertades religiosas más amplias fueron las que existieron en España. Sólo se defendió el catolicismo cuando peligraba la unidad del imperio contra musulmanes y protestantes.

La recta, inflexible y alta justicia civil española era una imagen de la justicia religiosa. Si Carlos V aconsejaba a Felipe II “no admitir ruegos… de persona alguna”, Felipe II aconsejaba a su hijo que igualase ante la justicia a nobles, ricos y pobres. Tal vez por ello, en América, los más humildes fundadores y caciques recibían escudos como el más noble español. Si la justicia era igualitaria, los castigos eran los más suaves, sin los horrendos martirios judiciales de cualquier nación europea, tal como la Inquisición española fue, de hecho, el tribunal de justicia más benigno mientras ésta existió.

A comienzos del siglo XVII funcionaban en España 32 universidades. Era la nación más culta de Europa. Los primeros métodos de enseñanza infantil, con amor y por medio de juegos, fueron enunciados por pedagogos españoles. Estas ideas eran las más avanzadas de Europa. Y fue el mismo Felipe II quien dispuso, en 1512, que la enseñanza primaria fuese obligatoria. En 1560 se prohibió que en Galicia los alcaldes fueran analfabetos. Luis Vives puede presentarse, en este siglo, como el mejor tratadista de la educación de la mujer. José de Calasanz fundaría la escuela pública gratuita.

Fuera de lo que comúnmente se cree, el oro y la plata, en sus cuatro quintas partes, se quedaba en América, la que menos rentas proporcionaba al Estado español. La abundancia de órdenes religiosas contribuyó a la multiplicación de los sistemas teológicos y doctrinarios. España fue mística y ascética en el siglo XVI cuando más grande fue su poderío material e influyeron en las obras de los místicos musulmanes y judíos. La lucha religiosa con caracteres políticos en Flandes y otras partes de Europa, mostraría a la España liberal, democrática y justiciera, falsamente, como absolutista, fantásticamente aristocrática y arbitraria.

agusperezr@hotmail.com