/ jueves 6 de febrero de 2020

Arte rupestre


El arte rupestre paleolítico, según el profesor José Javier Alcolea, en esencia, es la representación en cuevas, abrigos calcáreos y afloramientos rocosos, del universo gráfico y simbólico del Homo sapiens, y en parte, Neandertal, del Pleistoceno Superior, hace 40 mil años, tal vez hasta los 66 mil años. Si bien, el grabado más antiguo es del Homo erectus, hace 500 mil años en una concha de Java, las primeras evidencias “artísticas” surgen en forma no figurativa, en África, hacia 130 mil años (Pinacle Point).

El arte rupestre o parietal va desde Gibraltar hasta los Urales, concentrándose en Europa occidental, incluida su porción más antigua. Fuera de Europa, destacan: Asia (Altái), Australia (Nawarla Gabarnmang) o África (Egipto, Qyrta). En América, este fenómeno se repite en casi todo el continente, como en México a lo largo de su territorio. En Chihuahua, la cronología rupestre puede remontarse, en su zona central, desde el Arcaico Tardío (1100 a.C.-100 d.C.) hasta el periodo Colonial, en palabras de Francisco Mendiola.

El arte paleolítico, sin duda, es universal, y al decir del especialista Marcos García-Diez, es un lenguaje de identidad social o cosmológico, más que enfocado en la estética o la cacería. Las técnicas usadas van desde moldear arcilla, con la pintura, de la línea a la policromía (varios colores), hasta incisiones o bajorrelieves, conservados mejor en las cuevas. Hematite, goetita, carbón, molidos o mezclados con aglutinantes, son los colorantes usuales, aplicados con dedos, tampones de piel, carrizos o la boca.

La mayor parte de las muestras rupestres y las que brindan mayor información recaen en signos o formas como puntos, líneas o entidades geométricas, seguidas de los animales, con énfasis en grandes bóvidos o caballos, y finalmente figuras humanas o híbridas. En exposición del divulgador Jesús Callejo, el proyecto español Handpas, Manos del Pasado, podría probar que este arte se deba más a las mujeres prehistóricas, que al hombre.

El arte paleolítico, pues, es un arte eterno, que antes como ahora nos muestra una vida paralela, que seguirá alterando nuestras creencias y deseos.

agusperezr@hotmail.com


El arte rupestre paleolítico, según el profesor José Javier Alcolea, en esencia, es la representación en cuevas, abrigos calcáreos y afloramientos rocosos, del universo gráfico y simbólico del Homo sapiens, y en parte, Neandertal, del Pleistoceno Superior, hace 40 mil años, tal vez hasta los 66 mil años. Si bien, el grabado más antiguo es del Homo erectus, hace 500 mil años en una concha de Java, las primeras evidencias “artísticas” surgen en forma no figurativa, en África, hacia 130 mil años (Pinacle Point).

El arte rupestre o parietal va desde Gibraltar hasta los Urales, concentrándose en Europa occidental, incluida su porción más antigua. Fuera de Europa, destacan: Asia (Altái), Australia (Nawarla Gabarnmang) o África (Egipto, Qyrta). En América, este fenómeno se repite en casi todo el continente, como en México a lo largo de su territorio. En Chihuahua, la cronología rupestre puede remontarse, en su zona central, desde el Arcaico Tardío (1100 a.C.-100 d.C.) hasta el periodo Colonial, en palabras de Francisco Mendiola.

El arte paleolítico, sin duda, es universal, y al decir del especialista Marcos García-Diez, es un lenguaje de identidad social o cosmológico, más que enfocado en la estética o la cacería. Las técnicas usadas van desde moldear arcilla, con la pintura, de la línea a la policromía (varios colores), hasta incisiones o bajorrelieves, conservados mejor en las cuevas. Hematite, goetita, carbón, molidos o mezclados con aglutinantes, son los colorantes usuales, aplicados con dedos, tampones de piel, carrizos o la boca.

La mayor parte de las muestras rupestres y las que brindan mayor información recaen en signos o formas como puntos, líneas o entidades geométricas, seguidas de los animales, con énfasis en grandes bóvidos o caballos, y finalmente figuras humanas o híbridas. En exposición del divulgador Jesús Callejo, el proyecto español Handpas, Manos del Pasado, podría probar que este arte se deba más a las mujeres prehistóricas, que al hombre.

El arte paleolítico, pues, es un arte eterno, que antes como ahora nos muestra una vida paralela, que seguirá alterando nuestras creencias y deseos.

agusperezr@hotmail.com