No pasó la reforma que obligaba a diferenciar entre información y opinión
Por: José Luis Jáquez Balderrama
La delincuencia (organizada y no), los malos políticos y gobernantes pretenden suprimir la libertad de expresión a través de la violencia, amenazas e iniciativas de ley en el Poder Legislativo.
El caso más reciente fue una reforma a la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, relacionada con los derechos de las audiencias, pero el pasado 28 de agosto la Suprema Corte de Justicia de la Nación la invalidó, al considerar que hubo violaciones al procedimiento legislativo durante su aprobación.
Se eliminó la obligación de diferenciar entre opinión e información en los noticieros de radio y televisión, así como la facultad del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) para emitir lineamientos de derechos de las audiencias.
Ante ello, los efectos de la invalidez incluyen la derogación del Decreto que fue publicado en el Diario Oficial de la Federación el 31 de octubre de 2017.
La Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión (CIRT) aseguró: “Con lo acordado queda frenado el intento de obligar a los concesionarios a distinguir entre opinión e información al presentar una noticia y, todo intento de sobre regular a la radio y televisión mexicana”.
Consideró la CIRT que se protegió la libertad de expresión y ahora corresponderá al Congreso –de nueva cuenta- emprender una reforma en esta materia escuchando a todas las voces involucradas.
Raúl Trejo Delarbre, investigador de la UNAM, opinó que la reforma de 2017 canceló el artículo que obligaba a que en los noticieros sea forzoso distinguir a la información, de la opinión. “Esa disposición era muy discutible y de muy difícil aplicación,” dijo.
Este tipo de reformas no tiene el impacto social, como la inflación superior al 8%, la falta de empleo o la imparable violencia, pero debemos advertir a la sociedad de los peligros que corren la democracia y la paz, como sucede actualmente en Nicaragua, donde la dictadura de Daniel Ortega ha suprimido muchas libertadas, como la de culto y de prensa.
La democracia se fortalece cuando se respeta plenamente la libertad de expresión y el derecho a la información que hoy en México tienen la amenaza constante.
En el libro de la “Deontología periodística”, del croata Luka Branjnovic, nos indica: “El periodismo, base de la libertad de expresión, es un noble servicio a la sociedad, a la cultura, y por lo tanto, a la verdad sin sombras”.
Ernesto Villanueva, en su libro “Derecho de la información” dice lo siguiente: “La libertad de expresión, es uno de los derechos fundamentales del hombre porque representa la prolongación de la garantía individual de pensar, ejercicio sin el cual no es posible aventurar la posibilidad del desarrollo del hombre en sociedad”.
En materia de derechos humanos en México, el periodismo ha sido vulnerado. Nos encontramos en los primeros lugares en el mundo con relación a los asesinatos, desapariciones forzadas, atentados y agravios, sólo por debajo de Venezuela e Irak.
Es deber del Estado Mexicano erradicar la impunidad y respetar a cabalidad la libertad de expresión, pues hacerlo abrirá espacios para la construcción de una sociedad mejor informada y por lo tanto más libre, participativa y democrática.
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