/ lunes 26 de octubre de 2020

Aun en las tres crisis, las formas importan

México está viviendo tres terribles crisis simultáneas. La de salud que tiene a toda la sociedad en una paranoia muy crítica por el impresionante alza de contagios y la saturación de los sistemas de salud. La segunda es la crisis económica que ha generado la misma pandemia y que de inicio agarró a nuestro país en un muy mal momento. La economía se detuvo y afectó a muchísimas empresas que generaron un desempleo que hace muchos años no veíamos, y que continuará con las nuevas restricciones. La tercera crisis es una en la que llevamos sumidos ya 14 años y es la de inseguridad. Una etapa triste del país que no hemos logrado superar y que pocos han sido los resultados positivos. Una violencia que contrario a ir disminuyendo, en los últimos 2 años ha aumentado como nunca antes.

Estas tres crisis llegaron en un momento de una supuesta “Transformación” para el país que no tiene pies ni cabeza; no niego que los ideales sean buenos, pero los mecanismos que están implementando para tratar de lograrla no han sido funcionales hasta el momento. Esto mismo ha agravado las crisis y ha metido en problemas a los estados. Porque asumen responsabilidades sin la suficiencia presupuestal. Los estados no tienen recursos porque la federación decidió concentrarlos con la excusa del combate a la corrupción. Esto deja desprotegida a la población.

A todo lo anterior le podemos agregar un problema para los ciudadanos y es el factor político, que tristemente todavía hay dirigentes que viendo el problema aún le dan importancia al panorama electoral. Eso es lo que estamos viviendo hoy en Chihuahua.

El estado luchó por proteger su agua. Entró en una confrontación seria con la federación porque estaban vaciando nuestras presas en el año más seco de los últimos 35 años. Los agricultores de la zona hicieron una gran labor por defender lo que es de todas y todos los chihuahuenses y pedían a gritos que el gobierno del estado entrara al quite. Esto sucedió y se logró el objetivo de proteger nuestra agua a pesar de que se llevaron gran parte del porcentaje de nuestras presas.

Hoy el gobierno federal ha dado la espalda a los chihuahuenses como represalia por haber defendido el agua. Primero se decidieron descoordinar en materia de seguridad pública. Hoy nos dejan solos sorteando una de las etapas más difíciles de la pandemia. No hay apoyo para los hospitales del estado, no han enviado respiradores para los pacientes que esperan en los mismos hospitales del gobierno federal, mucho menos para los estatales. No ha habido apoyo para las finanzas estatales que están en mal estado gracias al derroche del ahora detenido, César Duarte. En otras palabras, nos están dejando solos.

Lo más triste de esta situación es que esa represalia es por una lucha genuina de una causa común del pueblo de Chihuahua. Además, te habla de una falta de criterio humanista de la federación al anteponer los intereses políticos antes de las urgentes necesidades sociales.

Esperemos exista un análisis de conciencia en Palacio Nacional y recapaciten para que logremos solucionar la situación social que vivimos en el estado.


México está viviendo tres terribles crisis simultáneas. La de salud que tiene a toda la sociedad en una paranoia muy crítica por el impresionante alza de contagios y la saturación de los sistemas de salud. La segunda es la crisis económica que ha generado la misma pandemia y que de inicio agarró a nuestro país en un muy mal momento. La economía se detuvo y afectó a muchísimas empresas que generaron un desempleo que hace muchos años no veíamos, y que continuará con las nuevas restricciones. La tercera crisis es una en la que llevamos sumidos ya 14 años y es la de inseguridad. Una etapa triste del país que no hemos logrado superar y que pocos han sido los resultados positivos. Una violencia que contrario a ir disminuyendo, en los últimos 2 años ha aumentado como nunca antes.

Estas tres crisis llegaron en un momento de una supuesta “Transformación” para el país que no tiene pies ni cabeza; no niego que los ideales sean buenos, pero los mecanismos que están implementando para tratar de lograrla no han sido funcionales hasta el momento. Esto mismo ha agravado las crisis y ha metido en problemas a los estados. Porque asumen responsabilidades sin la suficiencia presupuestal. Los estados no tienen recursos porque la federación decidió concentrarlos con la excusa del combate a la corrupción. Esto deja desprotegida a la población.

A todo lo anterior le podemos agregar un problema para los ciudadanos y es el factor político, que tristemente todavía hay dirigentes que viendo el problema aún le dan importancia al panorama electoral. Eso es lo que estamos viviendo hoy en Chihuahua.

El estado luchó por proteger su agua. Entró en una confrontación seria con la federación porque estaban vaciando nuestras presas en el año más seco de los últimos 35 años. Los agricultores de la zona hicieron una gran labor por defender lo que es de todas y todos los chihuahuenses y pedían a gritos que el gobierno del estado entrara al quite. Esto sucedió y se logró el objetivo de proteger nuestra agua a pesar de que se llevaron gran parte del porcentaje de nuestras presas.

Hoy el gobierno federal ha dado la espalda a los chihuahuenses como represalia por haber defendido el agua. Primero se decidieron descoordinar en materia de seguridad pública. Hoy nos dejan solos sorteando una de las etapas más difíciles de la pandemia. No hay apoyo para los hospitales del estado, no han enviado respiradores para los pacientes que esperan en los mismos hospitales del gobierno federal, mucho menos para los estatales. No ha habido apoyo para las finanzas estatales que están en mal estado gracias al derroche del ahora detenido, César Duarte. En otras palabras, nos están dejando solos.

Lo más triste de esta situación es que esa represalia es por una lucha genuina de una causa común del pueblo de Chihuahua. Además, te habla de una falta de criterio humanista de la federación al anteponer los intereses políticos antes de las urgentes necesidades sociales.

Esperemos exista un análisis de conciencia en Palacio Nacional y recapaciten para que logremos solucionar la situación social que vivimos en el estado.