/ martes 15 de septiembre de 2020

Beneficios de la internacionalización

La Asociación Mexicana para la Educación Internacional (Ampei), responde a una megatendencia de nuestro tiempo, enlazar al planeta con respecto al conocimiento, el trabajo colaborativo y la inteligencia colectiva. Esto se traduce en programas académicos, intercambio de investigación y puentes que se pueden reflejar en el sector productivo. Tan intensa es la actividad de internacionalización, que la UACh preside dicha asociación.

Hace unos días dimos a conocer el Programa de Internacionalización Curricular México-Estados Unidos (PIC US-MX), y fue posible gracias al apoyo del señor diplomático Christopher Landau quien es embajador de los EEUU (Estados Unidos de América), en México. También fue fundamental el apoyo del señor Arturo Cherbowski, director ejecutivo de Santander Universidades y director general de Universia México.

Decía el célebre científico y divulgador Carl Sagan que: “En algún sitio algo increíble espera ser descubierto”.

Y la frase nos sirve de marco para reflexionar que con este programa, investigadores de universidades distanciadas a miles de kilómetros descubrieran que un compañero en otra latitud tiene proyectos de investigación y docencia similares y complementarios. Entonces la distancia geográfica será disminuida por la solidaridad humana.

El conocimiento entonces, facilitado por la tecnología y por medio de la metodología COIL será una realidad entre países hermanos, que por la cultura, la economía y el trato humano tenemos metas y sueños en común. Aprovecho para agradecer al señor embajador su liderazgo y amplitud de miras.

Un reto de la globalización es generar conocimiento útil y que se refleje en la transformación social. Esto sucede en las universidades, pero para que sea pleno se necesita el respaldo y apoyo de la Iniciativa Privada, por eso mi reconocimiento al señor Arturo Cherbowski, por ser un gran aliado de las universidades en México.

Es la ocasión precisa para agradecer al Sr. Robert Balkin, vicepresidente asociado de Asuntos Globales en SUNY (The State University of New York), quien de manera muy generosa nos ha compartido su metodología y fortalecen este programa.

En la Universidad Autónoma de Chihuahua iniciamos un proceso de renovación de fondo. Partimos de la premisa de que no podíamos formar profesionistas del tercer milenio con un modelo de escuela del siglo XIX.

La renovación implicó repensar el modelo pedagógico, pero fue mucho más allá, fue replantear el papel de la universidad para que en la formación de sus alumnos y maestros les dé la posibilidad de ser ciudadanos planetarios.

En un principio se enfrentó cierta resistencia, natural a toda transformación, sin embargo, hemos empezado a dar frutos concretos y con ello trazar rutas de certidumbre.

Este programa es trascendente para las universidades que participemos. En el caso de la UACh es totalmente sincrónico con los objetivos del Modelo de Desarrollo Sustentable de la Universidad. Con ello, nuestro cuerpo docente encontrará ecos y posibilidades de crecer intelectualmente, nuestros alumnos se verán directamente beneficiados porque el proceso cognitivo es abierto y participativo con lo que sucede en otras partes del planeta.

Gana la mirada intercultural, pero también se propicia la investigación interuniversitaria e interdisciplinar. Los frutos en las ciencias y las humanidades serán generosos. Es un proyecto que fortalece de manera determinante nuestro modelo de renovación y sirve como ejemplo y guía clara de lo que queremos lograr.

Por ello felicito a quienes han hecho posible este exitoso programa y nos sumamos emocionados a lo que será un espacio de encuentro y crecimiento humanista.

La Asociación Mexicana para la Educación Internacional (Ampei), responde a una megatendencia de nuestro tiempo, enlazar al planeta con respecto al conocimiento, el trabajo colaborativo y la inteligencia colectiva. Esto se traduce en programas académicos, intercambio de investigación y puentes que se pueden reflejar en el sector productivo. Tan intensa es la actividad de internacionalización, que la UACh preside dicha asociación.

Hace unos días dimos a conocer el Programa de Internacionalización Curricular México-Estados Unidos (PIC US-MX), y fue posible gracias al apoyo del señor diplomático Christopher Landau quien es embajador de los EEUU (Estados Unidos de América), en México. También fue fundamental el apoyo del señor Arturo Cherbowski, director ejecutivo de Santander Universidades y director general de Universia México.

Decía el célebre científico y divulgador Carl Sagan que: “En algún sitio algo increíble espera ser descubierto”.

Y la frase nos sirve de marco para reflexionar que con este programa, investigadores de universidades distanciadas a miles de kilómetros descubrieran que un compañero en otra latitud tiene proyectos de investigación y docencia similares y complementarios. Entonces la distancia geográfica será disminuida por la solidaridad humana.

El conocimiento entonces, facilitado por la tecnología y por medio de la metodología COIL será una realidad entre países hermanos, que por la cultura, la economía y el trato humano tenemos metas y sueños en común. Aprovecho para agradecer al señor embajador su liderazgo y amplitud de miras.

Un reto de la globalización es generar conocimiento útil y que se refleje en la transformación social. Esto sucede en las universidades, pero para que sea pleno se necesita el respaldo y apoyo de la Iniciativa Privada, por eso mi reconocimiento al señor Arturo Cherbowski, por ser un gran aliado de las universidades en México.

Es la ocasión precisa para agradecer al Sr. Robert Balkin, vicepresidente asociado de Asuntos Globales en SUNY (The State University of New York), quien de manera muy generosa nos ha compartido su metodología y fortalecen este programa.

En la Universidad Autónoma de Chihuahua iniciamos un proceso de renovación de fondo. Partimos de la premisa de que no podíamos formar profesionistas del tercer milenio con un modelo de escuela del siglo XIX.

La renovación implicó repensar el modelo pedagógico, pero fue mucho más allá, fue replantear el papel de la universidad para que en la formación de sus alumnos y maestros les dé la posibilidad de ser ciudadanos planetarios.

En un principio se enfrentó cierta resistencia, natural a toda transformación, sin embargo, hemos empezado a dar frutos concretos y con ello trazar rutas de certidumbre.

Este programa es trascendente para las universidades que participemos. En el caso de la UACh es totalmente sincrónico con los objetivos del Modelo de Desarrollo Sustentable de la Universidad. Con ello, nuestro cuerpo docente encontrará ecos y posibilidades de crecer intelectualmente, nuestros alumnos se verán directamente beneficiados porque el proceso cognitivo es abierto y participativo con lo que sucede en otras partes del planeta.

Gana la mirada intercultural, pero también se propicia la investigación interuniversitaria e interdisciplinar. Los frutos en las ciencias y las humanidades serán generosos. Es un proyecto que fortalece de manera determinante nuestro modelo de renovación y sirve como ejemplo y guía clara de lo que queremos lograr.

Por ello felicito a quienes han hecho posible este exitoso programa y nos sumamos emocionados a lo que será un espacio de encuentro y crecimiento humanista.