/ domingo 26 de enero de 2020

Born in the USA

Poco a poco las incongruencias van subiendo a escena en esta obra de teatro que es nuestro nuevo gobierno. López Obrador tiene hoy un nieto gringo, born in the USA, como dice la canción de protesta que compuso el guapo Bruce Springteen en los ochenta, revelándose contra el destino de ser estadounidense, y por ello tener que ir a una de tantas guerras inventadas para luego, después de haber defendido la supremacía de su país matando hombres amarillos, y con la suerte de regresar, ser un veterano rechazado. No cabe duda de que el mundo es una gran ironía, pues Bruce dice en esta canción que nació en un pueblo pobre de USA, (de casas de madera, con amplios patios, calles pavimentadas y rectas, con todos los servicios) y me imagino que lo dice porque no conoce la verdadera pobreza, la de México, esa, de la cual quisimos escapar (como si se pudiera escapar) al votar por Obrador.

¿Educó mal López Obrador a sus hijos? Cuando menos no los educó en sus sencillos ideales del pueblo bueno, ese que votó por él, esperanzando, y que lo vio llegar en un carro económico, pero que no vio a su nieto nacer en el Seguro Social ¿Y sabe por qué, querido lector, lectora? Porque todo en López Obrador era, es y seguirá siendo una gran faramalla. López Obrador, y lo digo con amargura, no quiere hacer un país mejor, quiere deshacer lo que habíamos hecho todos, con la arrogante idea de que lo suyo será mejor, pero Roma no se hizo en un día, y le sucederá como con su nieto, que no nació entre su pueblo pobre, sino en la tierra de Trump.

Mario Vargas Llosa, mi escritor preferido, gran crítico de estos gobiernos socialistas, no porque haya sido rico o fifí, porque no lo fue, sino porque es viejo y ya vivió la misma esperanza en tantos países de Latinoamérica, y con sólo oír el discurso de AMLO de que iba a acabar con la corrupción supo que era una treta porque para acabar con la corrupción se necesita educar en la honestidad a la nuevas generaciones y eso jamás lo mencionó el ahora presidente, dijo en la FIL Guadalajara de diciembre de 2019, refiriéndose a nuestro gobierno actual: “Me indigna el doble discurso de obligar a los demás a vivir en las penurias socialistas mientras ellos saborean las mieles del capitalismo”, ante esta aseveración se hizo un gran escándalo y hasta querían darle a Mario el trato de persona no grata. Y mire usted, querido lector, lectora, qué rápido se cumplió: la mamá de Manuelito fue a parir a USA como algunas de las grandes fifís de México, mientras su suegro destroza el Seguro Popular.

Namasté

www.silviagonzalez.com.mx

Poco a poco las incongruencias van subiendo a escena en esta obra de teatro que es nuestro nuevo gobierno. López Obrador tiene hoy un nieto gringo, born in the USA, como dice la canción de protesta que compuso el guapo Bruce Springteen en los ochenta, revelándose contra el destino de ser estadounidense, y por ello tener que ir a una de tantas guerras inventadas para luego, después de haber defendido la supremacía de su país matando hombres amarillos, y con la suerte de regresar, ser un veterano rechazado. No cabe duda de que el mundo es una gran ironía, pues Bruce dice en esta canción que nació en un pueblo pobre de USA, (de casas de madera, con amplios patios, calles pavimentadas y rectas, con todos los servicios) y me imagino que lo dice porque no conoce la verdadera pobreza, la de México, esa, de la cual quisimos escapar (como si se pudiera escapar) al votar por Obrador.

¿Educó mal López Obrador a sus hijos? Cuando menos no los educó en sus sencillos ideales del pueblo bueno, ese que votó por él, esperanzando, y que lo vio llegar en un carro económico, pero que no vio a su nieto nacer en el Seguro Social ¿Y sabe por qué, querido lector, lectora? Porque todo en López Obrador era, es y seguirá siendo una gran faramalla. López Obrador, y lo digo con amargura, no quiere hacer un país mejor, quiere deshacer lo que habíamos hecho todos, con la arrogante idea de que lo suyo será mejor, pero Roma no se hizo en un día, y le sucederá como con su nieto, que no nació entre su pueblo pobre, sino en la tierra de Trump.

Mario Vargas Llosa, mi escritor preferido, gran crítico de estos gobiernos socialistas, no porque haya sido rico o fifí, porque no lo fue, sino porque es viejo y ya vivió la misma esperanza en tantos países de Latinoamérica, y con sólo oír el discurso de AMLO de que iba a acabar con la corrupción supo que era una treta porque para acabar con la corrupción se necesita educar en la honestidad a la nuevas generaciones y eso jamás lo mencionó el ahora presidente, dijo en la FIL Guadalajara de diciembre de 2019, refiriéndose a nuestro gobierno actual: “Me indigna el doble discurso de obligar a los demás a vivir en las penurias socialistas mientras ellos saborean las mieles del capitalismo”, ante esta aseveración se hizo un gran escándalo y hasta querían darle a Mario el trato de persona no grata. Y mire usted, querido lector, lectora, qué rápido se cumplió: la mamá de Manuelito fue a parir a USA como algunas de las grandes fifís de México, mientras su suegro destroza el Seguro Popular.

Namasté

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