/ martes 1 de septiembre de 2020

Buscar ser “no comunes” enriquece

La semana pasada tuve la oportunidad de escuchar al director de una empresa de lubricantes de Guadalajara. Desde sus primeras palabras cuando hablaba de algunos conceptos diferentes a los normales o tradicionales, recordé un libro que había leído ya hace algunos años “contra la corriente”, donde el autor retaba a algunas prácticas comunes de administración que rompían con lo habitual, desde considerar a los trabajadores parte de la empresa, la transparencia y comunicación de las finanzas y problemáticas de la empresa para todos los trabajadores, hasta decisiones centradas en la confianza y no en un organigrama piramidal “heredado” de una cultura que no es la nuestra. Inició la plática hablando de la importancia de la innovación en esta época, resaltando principios de la teoría del caos, planteando que el mundo no sigue un patrón fijo y previsible, sino que se comporta de manera caótica, y que sus procesos y comportamiento dependen, en gran manera, de circunstancias inciertas.


Este es el ambiente que vivimos día a día, entornos complejos que demandan acciones y que en la actualidad existen muchos elementos que interactúan que nos provocan ansiedad y desconcierto. Para entender mejor esas interacciones nos habló del “efecto mariposa", una mariposa que mueve sus alas en algún lugar del Amazonas puede provocar, a través de los efectos encadenados y multiplicados, un huracán en el norte de Europa a miles de kilómetros de distancia. Esto es "la existencia de una variable concreta puede provocar o alterar otras, influyéndose progresivamente hasta obtener un resultado fuera de lo esperado", y dicho más llanamente "la teoría del caos establece que pequeños cambios en las condiciones iniciales crean grandes diferencias respecto al resultado final".


La clave radica en entender que el caos al que se refiere esta teoría no implica una falta de orden, sino que los hechos y la realidad no se ajustan a un modelo lineal, normal o estándar Así, nos compartió tres principios de lo “no común”. El primero de ellos le llamo el antipareto, basado en el original donde el 80% de los efectos son provocados por el 20% de las causas. En este caso usa el concepto contrario (antipareto) para irse sobre la especialización, el nicho de mercado donde hay pocos jugadores, también lo conocemos como el “océano azul”. Un segundo principio le llama antiminimalista, basado en el concepto moderno de que “menos es más”, y comparte que, en su organización, “más es más”, porque ellos no sólo estudian lo que la competencia hace, sino que aprenden de otras disciplinas para aplicarlo a la industria de los lubricantes.


Así esta compañía desarrolla más de 80 nuevos productos cada año, basándose en una cultura de innovación en todos los departamentos, no sólo en los nuevos productos, pero sobre todo invirtiendo en la creación de una cultura de innovación a lo largo y ancho de la organización, aspecto que logra un propósito que emociona e involucra a todos en la empresa. Finalmente habló del antiliderazgo, criticando la justificación de muchas organizaciones sobre la falta de liderazgos, y enfocándose principalmente en mejorar a los trabajadores y la estructura. Las estructuras heredadas (modelo americano), provoca una competencia interna y una lucha por el interés de ocupar un mejor “nivel” en la pirámide.


Entonces propone una estructura más natural-satelital, donde todos en la organización puedan crecer sin necesidad de eliminarse unos a otros. Habla de los roles de cada uno en la organización; líderes, conectores, emprendedores, exploradores y especialistas, tratando de quitar el peso total de los líderes, desconcentrando el poder y ubicándolo como uno más de los roles necesarios en una organización. Finalmente toca el tema de tener una verdadera confianza en los trabajadores, basada en lo personal, en sus emociones, invertir en la cultura, en los vínculos de confianza. Y cierra comentando que “siempre hay una manera de ser no común”. Conceptos retadores, pero definitivamente atractivos para estos tiempos de incertidumbre y cambios. Como dicen por ahí, la plática “me movió el tapete”, espero a ustedes también. Por lo menos preguntarse, ¿en dónde puedo no ser común? Y con esto enriquecerme yo, y mi organización.


La semana pasada tuve la oportunidad de escuchar al director de una empresa de lubricantes de Guadalajara. Desde sus primeras palabras cuando hablaba de algunos conceptos diferentes a los normales o tradicionales, recordé un libro que había leído ya hace algunos años “contra la corriente”, donde el autor retaba a algunas prácticas comunes de administración que rompían con lo habitual, desde considerar a los trabajadores parte de la empresa, la transparencia y comunicación de las finanzas y problemáticas de la empresa para todos los trabajadores, hasta decisiones centradas en la confianza y no en un organigrama piramidal “heredado” de una cultura que no es la nuestra. Inició la plática hablando de la importancia de la innovación en esta época, resaltando principios de la teoría del caos, planteando que el mundo no sigue un patrón fijo y previsible, sino que se comporta de manera caótica, y que sus procesos y comportamiento dependen, en gran manera, de circunstancias inciertas.


Este es el ambiente que vivimos día a día, entornos complejos que demandan acciones y que en la actualidad existen muchos elementos que interactúan que nos provocan ansiedad y desconcierto. Para entender mejor esas interacciones nos habló del “efecto mariposa", una mariposa que mueve sus alas en algún lugar del Amazonas puede provocar, a través de los efectos encadenados y multiplicados, un huracán en el norte de Europa a miles de kilómetros de distancia. Esto es "la existencia de una variable concreta puede provocar o alterar otras, influyéndose progresivamente hasta obtener un resultado fuera de lo esperado", y dicho más llanamente "la teoría del caos establece que pequeños cambios en las condiciones iniciales crean grandes diferencias respecto al resultado final".


La clave radica en entender que el caos al que se refiere esta teoría no implica una falta de orden, sino que los hechos y la realidad no se ajustan a un modelo lineal, normal o estándar Así, nos compartió tres principios de lo “no común”. El primero de ellos le llamo el antipareto, basado en el original donde el 80% de los efectos son provocados por el 20% de las causas. En este caso usa el concepto contrario (antipareto) para irse sobre la especialización, el nicho de mercado donde hay pocos jugadores, también lo conocemos como el “océano azul”. Un segundo principio le llama antiminimalista, basado en el concepto moderno de que “menos es más”, y comparte que, en su organización, “más es más”, porque ellos no sólo estudian lo que la competencia hace, sino que aprenden de otras disciplinas para aplicarlo a la industria de los lubricantes.


Así esta compañía desarrolla más de 80 nuevos productos cada año, basándose en una cultura de innovación en todos los departamentos, no sólo en los nuevos productos, pero sobre todo invirtiendo en la creación de una cultura de innovación a lo largo y ancho de la organización, aspecto que logra un propósito que emociona e involucra a todos en la empresa. Finalmente habló del antiliderazgo, criticando la justificación de muchas organizaciones sobre la falta de liderazgos, y enfocándose principalmente en mejorar a los trabajadores y la estructura. Las estructuras heredadas (modelo americano), provoca una competencia interna y una lucha por el interés de ocupar un mejor “nivel” en la pirámide.


Entonces propone una estructura más natural-satelital, donde todos en la organización puedan crecer sin necesidad de eliminarse unos a otros. Habla de los roles de cada uno en la organización; líderes, conectores, emprendedores, exploradores y especialistas, tratando de quitar el peso total de los líderes, desconcentrando el poder y ubicándolo como uno más de los roles necesarios en una organización. Finalmente toca el tema de tener una verdadera confianza en los trabajadores, basada en lo personal, en sus emociones, invertir en la cultura, en los vínculos de confianza. Y cierra comentando que “siempre hay una manera de ser no común”. Conceptos retadores, pero definitivamente atractivos para estos tiempos de incertidumbre y cambios. Como dicen por ahí, la plática “me movió el tapete”, espero a ustedes también. Por lo menos preguntarse, ¿en dónde puedo no ser común? Y con esto enriquecerme yo, y mi organización.


ÚLTIMASCOLUMNAS
martes 18 de mayo de 2021

El poder de los sin poder

Antonio Gutiérrez Martínez

martes 11 de mayo de 2021

Tecnología y digitalización

Antonio Gutiérrez Martínez

martes 04 de mayo de 2021

Elecciones, razón vs emoción

Antonio Gutiérrez Martínez

martes 27 de abril de 2021

Nenis: microempresarias en la era digital

Antonio Gutiérrez Martínez

martes 20 de abril de 2021

Aprendiendo a vivir con la pandemia

Antonio Gutiérrez Martínez

martes 13 de abril de 2021

Startups y corporativos, una sociedad virtuosa

Antonio Gutiérrez Martínez

martes 06 de abril de 2021

Funcionarios “disque” anticorrupción

Antonio Gutiérrez Martínez

martes 30 de marzo de 2021

“Gaslighting”, base de la manipulación

Antonio Gutiérrez Martínez

martes 23 de marzo de 2021

Pequeñas inversiones, grandes impactos

Antonio Gutiérrez Martínez

martes 16 de marzo de 2021

El modelo económico “dona”

Antonio Gutiérrez Martínez

Cargar Más