/ domingo 29 de agosto de 2021

Cadáver de reo es “embargado”

José Lázaro se contagió hace un año por Covid-19 en el Cereso

No recibió atención médica a su debido tiempo y murió

Su cuerpo no ha sido entregado a su familia

Hay dos denuncias por homicidio

Por: José Luis Jáquez Balderrama

Parece una historia inverosímil, pero el cadáver de un reo tiene un año “embargado” en Chihuahua.

Se trata de José Lázaro Joaquín López Ramírez, quien murió el 26 de agosto de 2020 a causa de Covid-19. Su cuerpo no ha sido entregado a su familia para ser cremado a pesar de múltiples trámites jurídicos.

José Lázaro fue acusado de un presunto peculado y falleció por el contagio de la pandemia en el Centro de Reinserción Social número 1, ubicado en el municipio de Aquiles Serdán, donde hubo una fuerte afectación en un número considerable de reos.

Cuando Luz María Martínez Robles, esposa de José Lázaro, se percató del contagio de la enfermedad, solicitó a la fiscalía y a la juez María Alejandra Ramos Durán llevarlo a un hospital externo o bien a su domicilio para su debida atención, pero recibió tremendo rechazo. A los pocos días perdió la vida.

Lo extraño es que otros reos de esa misma prisión sentenciados por presunta corrupción presentaban los síntomas de contagio y sí lograron salir del penal y salvar sus vidas.

Según Agustín Marvan, abogado de la familia, no se puede afirmar que el cadáver se encuentra “secuestrado” o en poder de la fiscalía, mejor vamos a manejar el término “embargo”, puntualizó .

Por lo pronto, hay dos denuncias por homicidio en contra de quien resulte responsable y dos demandas por daño moral y patrimonial. Una interpuesta por la juez que lleva el caso y las otras tres, por la familia de José Lázaro.

Luz María dijo: “El caso de mi esposo es una venganza política. Y fue armado desde el gobierno con testigos protegidos. Siempre se demostró su inocencia, pero ahora muerto, ya no tengo nada que perder y llegaremos hasta el final”.

Agrega: “Es una venganza de Javier Corral y la batalla jurídica apenas empieza”.

El ex director de Fideapech fue sepultado en un panteón de Chihuahua, pero su cuerpo no puede ser cremado debido a las dos denuncias por homicidio, según la fiscalía.

Es inconcebible que a un año de la muerte de José Lázaro no se haya entregado el cuerpo a la familia, aunque legalmente puede permanecer sepultado hasta por siete años.


Un poco de historia

López Ramírez tenía 60 años de edad, originario de la Ciudad de México, economista. Ocupó por dos años la dirección del Fideicomiso Estatal para el Fomento de las Actividades Productivas en el Estado de Chihuahua.

Fue detenido en el mes de agosto de 2018 en la Ciudad de México, acusado presuntamente por desviar 6 millones de pesos para favorecer a la Financiera División del Norte.

Un caso de los llamados “expedientes X”.

Debido a un amparo, José Lázaro fue trasladado al Hospital Central Universitario el martes 25 de agosto de 2020, con diagnóstico de Covid-19, además con avanzada hipertensión. Fue intubado.

Los abogados de la familia habían hecho trámites ante la fiscalía y la juez para sacarlo del penal antes de la crisis de salud y ser atendido en un hospital, pero nada procedió.

El miércoles 26 de agosto falleció.

Agustín Marván acusó a la fiscalía y al juzgado de ocultar información de la pandemia en el Cereso y negar a tiempo la atención médica a su cliente. Y calificó el caso como un crimen ordenado desde el gobierno de Chihuahua.

Desde julio se había pedido cambio de la medida cautelar de prisión preventiva, por ser de la tercera edad e hipertenso.

Además se puso en garantía la casa de la familia al tribunal de justicia, pero les fue rechazada. “No porque no”, dijo Marván.

Finalizó diciendo: “En mi vida como abogado nunca me había enfrentado a un poder tan aplastante”.


Nos pueden seguir: palabrapropia@hotmail.com twitter@palabrapropia


Antena Radio 102.5 FM, de lunes a viernes de cinco a seis de la tarde.

José Lázaro se contagió hace un año por Covid-19 en el Cereso

No recibió atención médica a su debido tiempo y murió

Su cuerpo no ha sido entregado a su familia

Hay dos denuncias por homicidio

Por: José Luis Jáquez Balderrama

Parece una historia inverosímil, pero el cadáver de un reo tiene un año “embargado” en Chihuahua.

Se trata de José Lázaro Joaquín López Ramírez, quien murió el 26 de agosto de 2020 a causa de Covid-19. Su cuerpo no ha sido entregado a su familia para ser cremado a pesar de múltiples trámites jurídicos.

José Lázaro fue acusado de un presunto peculado y falleció por el contagio de la pandemia en el Centro de Reinserción Social número 1, ubicado en el municipio de Aquiles Serdán, donde hubo una fuerte afectación en un número considerable de reos.

Cuando Luz María Martínez Robles, esposa de José Lázaro, se percató del contagio de la enfermedad, solicitó a la fiscalía y a la juez María Alejandra Ramos Durán llevarlo a un hospital externo o bien a su domicilio para su debida atención, pero recibió tremendo rechazo. A los pocos días perdió la vida.

Lo extraño es que otros reos de esa misma prisión sentenciados por presunta corrupción presentaban los síntomas de contagio y sí lograron salir del penal y salvar sus vidas.

Según Agustín Marvan, abogado de la familia, no se puede afirmar que el cadáver se encuentra “secuestrado” o en poder de la fiscalía, mejor vamos a manejar el término “embargo”, puntualizó .

Por lo pronto, hay dos denuncias por homicidio en contra de quien resulte responsable y dos demandas por daño moral y patrimonial. Una interpuesta por la juez que lleva el caso y las otras tres, por la familia de José Lázaro.

Luz María dijo: “El caso de mi esposo es una venganza política. Y fue armado desde el gobierno con testigos protegidos. Siempre se demostró su inocencia, pero ahora muerto, ya no tengo nada que perder y llegaremos hasta el final”.

Agrega: “Es una venganza de Javier Corral y la batalla jurídica apenas empieza”.

El ex director de Fideapech fue sepultado en un panteón de Chihuahua, pero su cuerpo no puede ser cremado debido a las dos denuncias por homicidio, según la fiscalía.

Es inconcebible que a un año de la muerte de José Lázaro no se haya entregado el cuerpo a la familia, aunque legalmente puede permanecer sepultado hasta por siete años.


Un poco de historia

López Ramírez tenía 60 años de edad, originario de la Ciudad de México, economista. Ocupó por dos años la dirección del Fideicomiso Estatal para el Fomento de las Actividades Productivas en el Estado de Chihuahua.

Fue detenido en el mes de agosto de 2018 en la Ciudad de México, acusado presuntamente por desviar 6 millones de pesos para favorecer a la Financiera División del Norte.

Un caso de los llamados “expedientes X”.

Debido a un amparo, José Lázaro fue trasladado al Hospital Central Universitario el martes 25 de agosto de 2020, con diagnóstico de Covid-19, además con avanzada hipertensión. Fue intubado.

Los abogados de la familia habían hecho trámites ante la fiscalía y la juez para sacarlo del penal antes de la crisis de salud y ser atendido en un hospital, pero nada procedió.

El miércoles 26 de agosto falleció.

Agustín Marván acusó a la fiscalía y al juzgado de ocultar información de la pandemia en el Cereso y negar a tiempo la atención médica a su cliente. Y calificó el caso como un crimen ordenado desde el gobierno de Chihuahua.

Desde julio se había pedido cambio de la medida cautelar de prisión preventiva, por ser de la tercera edad e hipertenso.

Además se puso en garantía la casa de la familia al tribunal de justicia, pero les fue rechazada. “No porque no”, dijo Marván.

Finalizó diciendo: “En mi vida como abogado nunca me había enfrentado a un poder tan aplastante”.


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