/ miércoles 25 de noviembre de 2020

Cambio con mejora continua


Estimado lector de El Heraldo de Chihuahua, es un gusto saludarlo y el día de hoy acercarnos a platicar acerca del “cambio”, esta situación donde las cosas dejan de ser como eran y se convierten en otras.

La vida y el universo se encuentran en constante cambio, pero la racionalidad de los humanos muchas veces nos hace difícil aceptarlo y manejarlo.

Los cambios no siempre son negativos, en muchas ocasiones pueden mejorar las circunstancias de los seres que lo sufren.

Ahora bien, dentro de la historia de la producción en nuestro contexto social humano, hubo un hombre llamado William Edwards Deming, de origen estadounidense, estudió la carrera de físico y matemático, y se desarrolló en el control estadístico de la calidad, siendo sus preceptos no muy bien recibidos por las políticas de producción que reinaban en la industria norteamericana durante la Segunda Guerra Mundial.

Deming trabajó en la oficina de censos en los Estados Unidos, y fue encargado de dirigir un censo de población en Japón, donde aprovechó para dictar conferencias sobre el control estadístico de la calidad en importantes empresas lo que los japoneses vieron como oportunidad para poder salir de las condiciones en los que la guerra los había dejado.

La Asociación Japonesa de Científicos e Ingenieros creó el Premio Deming, y Kaoru Ishikawa implementó junto con otros los principios que Deming había compartido con ellos.

El ciclo de Deming o ciclo PHVA, ampliamente conocido en la calidad, consiste en: Planear, Hacer, Verificar y Actuar, aspectos que aplicados a los procesos de producción han dado muy buenos resultados, los cuales ya por la historia los hemos conocido y reconocido, ya que Japón ha sido líder en calidad desde hace varias décadas debido a la implementación de estos conceptos.

Es pues, que la idea de platicarle todo esto, es que podamos incorporarlo a nuestra vida diaria, la calidad y el cambio los podemos integrar a nuestras realidades.

Mi propuesta va en el sentido de poder ser conscientes de lo que vivimos y de lo que nos sucede y en la medida de lo posible, nosotros seamos los que administremos nuestros cambios aplicándoles ciclos de mejora continua.

Tratando de llevar a cabo planeaciones de nuestras acciones, realizarlas, verificar si fueron efectivas y si no lo fueron corregir lo que se pueda y volver a empezar.

Obviamente no es tan fácil como escribirlo, porque tenemos que agregarles el factor emocional, el cual es fundamental ya que hablamos de situaciones de vida en las personas, para poder lograrlo, tenemos que incorporar un pensamiento de aceptación de lo que nos sucede pero siempre con la convicción de cambiar para mejor lo que se pueda.

El ser humano es muy poderoso, pero también nos perdemos en nuestros miedos y situaciones de confort, pero siempre que nos lo propongamos, podemos experimentar mejores momentos aunque lo que nos esté pasando pueda ser considerado lo peor del mundo.

Así que intentemos aplicar mejora continua a nuestro cambio, y una buena actitud, y sobre todo y ante todo, tratemos de ser lo más felices posibles.

Le mando un abrazo, gracias por leerme.


Estimado lector de El Heraldo de Chihuahua, es un gusto saludarlo y el día de hoy acercarnos a platicar acerca del “cambio”, esta situación donde las cosas dejan de ser como eran y se convierten en otras.

La vida y el universo se encuentran en constante cambio, pero la racionalidad de los humanos muchas veces nos hace difícil aceptarlo y manejarlo.

Los cambios no siempre son negativos, en muchas ocasiones pueden mejorar las circunstancias de los seres que lo sufren.

Ahora bien, dentro de la historia de la producción en nuestro contexto social humano, hubo un hombre llamado William Edwards Deming, de origen estadounidense, estudió la carrera de físico y matemático, y se desarrolló en el control estadístico de la calidad, siendo sus preceptos no muy bien recibidos por las políticas de producción que reinaban en la industria norteamericana durante la Segunda Guerra Mundial.

Deming trabajó en la oficina de censos en los Estados Unidos, y fue encargado de dirigir un censo de población en Japón, donde aprovechó para dictar conferencias sobre el control estadístico de la calidad en importantes empresas lo que los japoneses vieron como oportunidad para poder salir de las condiciones en los que la guerra los había dejado.

La Asociación Japonesa de Científicos e Ingenieros creó el Premio Deming, y Kaoru Ishikawa implementó junto con otros los principios que Deming había compartido con ellos.

El ciclo de Deming o ciclo PHVA, ampliamente conocido en la calidad, consiste en: Planear, Hacer, Verificar y Actuar, aspectos que aplicados a los procesos de producción han dado muy buenos resultados, los cuales ya por la historia los hemos conocido y reconocido, ya que Japón ha sido líder en calidad desde hace varias décadas debido a la implementación de estos conceptos.

Es pues, que la idea de platicarle todo esto, es que podamos incorporarlo a nuestra vida diaria, la calidad y el cambio los podemos integrar a nuestras realidades.

Mi propuesta va en el sentido de poder ser conscientes de lo que vivimos y de lo que nos sucede y en la medida de lo posible, nosotros seamos los que administremos nuestros cambios aplicándoles ciclos de mejora continua.

Tratando de llevar a cabo planeaciones de nuestras acciones, realizarlas, verificar si fueron efectivas y si no lo fueron corregir lo que se pueda y volver a empezar.

Obviamente no es tan fácil como escribirlo, porque tenemos que agregarles el factor emocional, el cual es fundamental ya que hablamos de situaciones de vida en las personas, para poder lograrlo, tenemos que incorporar un pensamiento de aceptación de lo que nos sucede pero siempre con la convicción de cambiar para mejor lo que se pueda.

El ser humano es muy poderoso, pero también nos perdemos en nuestros miedos y situaciones de confort, pero siempre que nos lo propongamos, podemos experimentar mejores momentos aunque lo que nos esté pasando pueda ser considerado lo peor del mundo.

Así que intentemos aplicar mejora continua a nuestro cambio, y una buena actitud, y sobre todo y ante todo, tratemos de ser lo más felices posibles.

Le mando un abrazo, gracias por leerme.