/ miércoles 3 de agosto de 2022

Cambio de aires

Por Mario Ramírez

Dentro del enorme desconocimiento de la comunidad villamelona se han dicho muchas cosas erróneas acerca de los nuevos equipos de Diego Lainez y Santiago Giménez. Esta columna es para gritar que este par de joyas mexicanas tomaron la semana pasada la mejor decisión de sus vidas.

En Portugal desde la creación de su liga en 1936, entre Benfica (37), Porto (30) y Sporting (19) han ganado literalmente todas las temporadas a excepción de dos ediciones (1946 y 2001), por lo cual es sumamente complicado salir campeón cuando no se pertenece a una de estas cuatro instituciones. Sin embargo eso no significa que el resto de los equipos en su totalidad sean incompetentes. El Braga, nuevo club de Diego Lainez, durante el siglo XXI ha finalizado en el top 4 en prácticamente todas sus ediciones, incluidos unos cuantos puestos en tercer lugar. sin duda alguna la cuarta potencia portuguesa. Y llegando a los Países Bajos, el caso es bastante parecido. Existe un dominio prácticamente absoluto entre Ajax (28) y PSV (21), quienes acaparan 49 de las 65 temporadas desde la oficialización de la Eredivisie en 1957. El Feyenoord, nuevo equipo de Santiago Giménez, siendo precisamente el que ha arrebatado la mayor cantidad de las 16 ligas restantes con 10 títulos, el más reciente en 2017, definitivamente la tercera potencia del futbol neerlandés.

El Braga y el Feyenoord son ese equipo que se aferra a sentarse en esa mesa a la que tantas veces se les ha dicho que no, son ese club diferente que navega solo y que es único en su tamaño dentro de sus países, son los enigmáticos caballos negros, son los trabajadores silenciosos alejados del foco de atención pero muy cerca de la cima, los que lejos de buscar ser el pez grande en el estanque, buscan cada año entrar a ese océano VIP. Damas y caballeros, ese es exactamente el tipo de mentalidad que necesita el futbolista mexicano más que cualquier otra cosa. El mexicano no necesita que se le entregue todo en bandeja de plata porque muy probablemente no lo valorara, la Liga MX acostumbra a sus jugadores al conformismo y a la irregularidad. El futbolista mexicano necesita retos, necesita saber que no es el número uno para finalmente poder intentar serlo, necesita alcanzar a ver su meta desde donde va corriendo por más alejada que esta esté, el jugador mexicano necesita aprender, curtirse y fortalecerse con cada fracaso, necesita de más Sporting Bragas y de más Feyenoords.

Diego Lainez, nuestro Factor, y Santiago Giménez, nuestro bebote, tienen una oportunidad única en sus manos. Qatar está a menos de 100 días, el plantel y el técnico son un caos total actualmente y estos dos individuos son los únicos que han encontrado un cambio de aires benéfico para sus carreras en este verano. La Primeira Liga de Portugal y la Eredivisie de Holanda son por excelencia las ligas de desarrollo a nivel mundial, son aquellas en las que históricamente sus jugadores llegan como niños y salen… como hombres.


Mario Ramírez / @LaFutboliza

Por Mario Ramírez

Dentro del enorme desconocimiento de la comunidad villamelona se han dicho muchas cosas erróneas acerca de los nuevos equipos de Diego Lainez y Santiago Giménez. Esta columna es para gritar que este par de joyas mexicanas tomaron la semana pasada la mejor decisión de sus vidas.

En Portugal desde la creación de su liga en 1936, entre Benfica (37), Porto (30) y Sporting (19) han ganado literalmente todas las temporadas a excepción de dos ediciones (1946 y 2001), por lo cual es sumamente complicado salir campeón cuando no se pertenece a una de estas cuatro instituciones. Sin embargo eso no significa que el resto de los equipos en su totalidad sean incompetentes. El Braga, nuevo club de Diego Lainez, durante el siglo XXI ha finalizado en el top 4 en prácticamente todas sus ediciones, incluidos unos cuantos puestos en tercer lugar. sin duda alguna la cuarta potencia portuguesa. Y llegando a los Países Bajos, el caso es bastante parecido. Existe un dominio prácticamente absoluto entre Ajax (28) y PSV (21), quienes acaparan 49 de las 65 temporadas desde la oficialización de la Eredivisie en 1957. El Feyenoord, nuevo equipo de Santiago Giménez, siendo precisamente el que ha arrebatado la mayor cantidad de las 16 ligas restantes con 10 títulos, el más reciente en 2017, definitivamente la tercera potencia del futbol neerlandés.

El Braga y el Feyenoord son ese equipo que se aferra a sentarse en esa mesa a la que tantas veces se les ha dicho que no, son ese club diferente que navega solo y que es único en su tamaño dentro de sus países, son los enigmáticos caballos negros, son los trabajadores silenciosos alejados del foco de atención pero muy cerca de la cima, los que lejos de buscar ser el pez grande en el estanque, buscan cada año entrar a ese océano VIP. Damas y caballeros, ese es exactamente el tipo de mentalidad que necesita el futbolista mexicano más que cualquier otra cosa. El mexicano no necesita que se le entregue todo en bandeja de plata porque muy probablemente no lo valorara, la Liga MX acostumbra a sus jugadores al conformismo y a la irregularidad. El futbolista mexicano necesita retos, necesita saber que no es el número uno para finalmente poder intentar serlo, necesita alcanzar a ver su meta desde donde va corriendo por más alejada que esta esté, el jugador mexicano necesita aprender, curtirse y fortalecerse con cada fracaso, necesita de más Sporting Bragas y de más Feyenoords.

Diego Lainez, nuestro Factor, y Santiago Giménez, nuestro bebote, tienen una oportunidad única en sus manos. Qatar está a menos de 100 días, el plantel y el técnico son un caos total actualmente y estos dos individuos son los únicos que han encontrado un cambio de aires benéfico para sus carreras en este verano. La Primeira Liga de Portugal y la Eredivisie de Holanda son por excelencia las ligas de desarrollo a nivel mundial, son aquellas en las que históricamente sus jugadores llegan como niños y salen… como hombres.


Mario Ramírez / @LaFutboliza