/ jueves 21 de julio de 2022

Cambio de tercio: AMLO inició antes y terminó antes su gobierno. Ahora es la sucesión

Por Gustavo Madero


A todos sorprendió que López Obrador comenzara a tomar decisiones de gobierno meses antes de tomar protesta. Empezó antes a gobernar, pero también termina ya, dos años y dos meses antes de que finalice su período, el lunes 30 de septiembre de 2024 a las 24 horas. Pero él ya decidió bajar la cortina y dedicarse a un solo pendiente: la sucesión.

Benito Nacif publicó un artículo en El Economista comentando que AMLO ya soltó todo lo que traía, que no queda ningún conejo de su chistera.

La agenda legislativa tetratransformadora está muerta. La rijosa actitud de AMLO frente a la oposición y su autoritarismo frente al congreso al que no le admitió que le movieran ni una coma a sus iniciativas ni ninguna cantidad a sus presupuestos, provocó a los dirigentes de los tres partidos opositores, PAN, PRI y PRD a declararle la “moratoria constitucional”, con la que se agotaron sus pretensiones reformadoras.

Tampoco le quedan obras que anunciar dado que ha sido el sexenio de menor inversión pública y privada de los últimos tiempos.

En lo que resta a su administración se avizoran más amenazas que oportunidades: elevada inflación, desaceleración de la economía en México y en Estados Unidos. La violencia no se advierte que vaya a disminuir, aumentará la tensión comercial con Estados Unidos y Canadá por violaciones al TMEC en trato perjudicial a las inversiones extranjeras en sector energético, escasez y encarecimiento de granos, etc.

Por esta razón claudica anticipadamente y su agenda se centra en destapar y promover a sus corcholatas y hostigar a la oposición.

Este activismo se ha reflejado a su favor y en favor de morena en las encuestas de preferencias electorales rumbo al 24 que contrasta con el impasse de los partidos de oposición.

La reciente constitución del Frente Cívico Nacional ha generado nuevos ánimos para apoyar la máxima unidad opositora para la designación de una sola candidatura surgida en una elección abierta a la ciudadanía para encabezar un gobierno de coalición con una agenda social, democrática e innovadora en formatos, métodos y contenidos. Es el arma secreta que puede vencer el activismo anticipado e ilegal de Morena.

El Frente Cívico ya tiene presencia en los 32 estados del país y ahora viene el cambio de tercio.

Estamos a veintidós meses de la elección del 2 de junio del 2024 y para septiembre del año entrante ya debemos tener perfilado el proyecto opositor y el nombre de quien lo encabezará. El tiempo apremia, pero apremia más la altura de miras y nobleza de propósito de las dirigencias de los cuatro partidos de oposición, incluyendo al partido MC.

Los ciudadanos deben premiar a los partidos que actúen anteponiendo el interés nacional sobre su interés particular y rechazar aquéllos que prioricen su beneficio en detrimento de un proyecto que coaligue una mayoría estable y una plataforma de centro progresista.

Ganar la elección con una gran alianza opositora si es posible. Baste recordar el resultado de la última elección federal, la renovación de la cámara de diputados, en la que los partidos PAN, PRI y PRD sumaron 19.5 millones de votos vs Morena, PT y PVEM que sumaron 21 millones. Estamos a un millón y medio de votos tomando como referencia la elección del pasado 6 junio del 2021. MC obtuvo 3.5 millones que le hubieran dado el gane a la alianza Va por México si se hubieran sumado.

La elección será competida y marcará el futuro y la vida de los 126 millones de mexicanos por lo que debemos hacer todo lo que esté de nuestra parte para lograr que gane la mejor propuesta de futuro. Un gobierno de coalición con una agenda de inclusión y garantía de derechos.


Por Gustavo Madero


A todos sorprendió que López Obrador comenzara a tomar decisiones de gobierno meses antes de tomar protesta. Empezó antes a gobernar, pero también termina ya, dos años y dos meses antes de que finalice su período, el lunes 30 de septiembre de 2024 a las 24 horas. Pero él ya decidió bajar la cortina y dedicarse a un solo pendiente: la sucesión.

Benito Nacif publicó un artículo en El Economista comentando que AMLO ya soltó todo lo que traía, que no queda ningún conejo de su chistera.

La agenda legislativa tetratransformadora está muerta. La rijosa actitud de AMLO frente a la oposición y su autoritarismo frente al congreso al que no le admitió que le movieran ni una coma a sus iniciativas ni ninguna cantidad a sus presupuestos, provocó a los dirigentes de los tres partidos opositores, PAN, PRI y PRD a declararle la “moratoria constitucional”, con la que se agotaron sus pretensiones reformadoras.

Tampoco le quedan obras que anunciar dado que ha sido el sexenio de menor inversión pública y privada de los últimos tiempos.

En lo que resta a su administración se avizoran más amenazas que oportunidades: elevada inflación, desaceleración de la economía en México y en Estados Unidos. La violencia no se advierte que vaya a disminuir, aumentará la tensión comercial con Estados Unidos y Canadá por violaciones al TMEC en trato perjudicial a las inversiones extranjeras en sector energético, escasez y encarecimiento de granos, etc.

Por esta razón claudica anticipadamente y su agenda se centra en destapar y promover a sus corcholatas y hostigar a la oposición.

Este activismo se ha reflejado a su favor y en favor de morena en las encuestas de preferencias electorales rumbo al 24 que contrasta con el impasse de los partidos de oposición.

La reciente constitución del Frente Cívico Nacional ha generado nuevos ánimos para apoyar la máxima unidad opositora para la designación de una sola candidatura surgida en una elección abierta a la ciudadanía para encabezar un gobierno de coalición con una agenda social, democrática e innovadora en formatos, métodos y contenidos. Es el arma secreta que puede vencer el activismo anticipado e ilegal de Morena.

El Frente Cívico ya tiene presencia en los 32 estados del país y ahora viene el cambio de tercio.

Estamos a veintidós meses de la elección del 2 de junio del 2024 y para septiembre del año entrante ya debemos tener perfilado el proyecto opositor y el nombre de quien lo encabezará. El tiempo apremia, pero apremia más la altura de miras y nobleza de propósito de las dirigencias de los cuatro partidos de oposición, incluyendo al partido MC.

Los ciudadanos deben premiar a los partidos que actúen anteponiendo el interés nacional sobre su interés particular y rechazar aquéllos que prioricen su beneficio en detrimento de un proyecto que coaligue una mayoría estable y una plataforma de centro progresista.

Ganar la elección con una gran alianza opositora si es posible. Baste recordar el resultado de la última elección federal, la renovación de la cámara de diputados, en la que los partidos PAN, PRI y PRD sumaron 19.5 millones de votos vs Morena, PT y PVEM que sumaron 21 millones. Estamos a un millón y medio de votos tomando como referencia la elección del pasado 6 junio del 2021. MC obtuvo 3.5 millones que le hubieran dado el gane a la alianza Va por México si se hubieran sumado.

La elección será competida y marcará el futuro y la vida de los 126 millones de mexicanos por lo que debemos hacer todo lo que esté de nuestra parte para lograr que gane la mejor propuesta de futuro. Un gobierno de coalición con una agenda de inclusión y garantía de derechos.