/ viernes 22 de julio de 2022

Camino Real: Historia de la migración siria por el estado de Chihuahua II

Por: Iván González-Ibarra


En octubre de 1906, un agente encubierto del Servicio de Inmigración Norteamericano debió dejar sus oficinas en Tampa, Florida, para embarcarse hacia La Habana, Cuba, desde donde zarpaban los inmigrantes sirio-libaneses hacia el puerto de Veracruz, México. La consigna era clara: “Estudiar la migración siria hacia los Estados Unidos a través de la República Mexicana en todas sus fases, así como las condiciones en las estaciones migratorias”. Nuestro país, al igual que hoy en día, era visto como la ruta migrante más fácil e idónea en el tránsito hacia los Estados Unidos. Muchas veces el camino desde La Habana recorría el territorio chihuahuense, culminando en la frontera entre Ciudad Juárez y El Paso.

La historia es algo que está siempre presente en nuestra vida cotidiana, con frecuencia creemos que los hechos y lugares que observamos en el presente, no tienen mayor importancia. A veces, disfrazados de novedad, los espacios más comunes e insignificantes esconden un enorme pasado y una gran riqueza cultural.

Ubicada en el “416 South El Paso Street”, una placa conmemorativa destaca de entre los arbustos, su texto compite con un gran panorámico que anuncia “2 FOR $10, WHOPPER MEAL DEAL”. A la derecha del luminoso anuncio, y de manera más modesta pero con firmeza, el título de la placa señala “El Paso's Syrian-Lebanese Community”. Instalada ahí desde el año 2009, esta pequeña “historia de bronce” (estribillo común de aquellos que denuncian el uso de placas y estatuas) nos ayudará a introducir de manera más clara la historia que estamos por contar:

"Los inmigrantes sirio-libaneses han jugado un papel vital en el desarrollo de El Paso. El término ‘sirio’ se relaciona con un pueblo semítico cuya patria se conoce como el Levante, una extensión de tierra que se extiende hacia el este desde el mar Mediterráneo. El monte Líbano, la única parte del Levante donde los cristianos superaban en número a los musulmanes, era la mayor fuente de inmigrantes; la mayoría de estas personas se conocieron como libaneses después del colapso del Imperio Otomano en 1918. Entre 1880 y 1924, un flujo constante de sirios y libaneses llegó a los EU en busca de oportunidades económicas. Muchos optaron por emigrar primero a Veracruz, ingresando a los EU desde México en lugar de a través de Ellis Island. El Paso fue una puerta de entrada para los inmigrantes sirio-libaneses que tenían la intención de establecerse en el suroeste o el oeste de Estados Unidos y, para algunos, se convirtió en su nuevo hogar. Los primeros sirios conocidos que residieron en El Paso llegaron aquí en la década de 1890. Estos primeros inmigrantes vivían cerca unos de otros, principalmente a lo largo de la calle El Paso, y operaban negocios de abarrotes y productos secos que servían principalmente a vecindarios de habla hispana. Eran diversos en sus creencias religiosas, pero la mayoría eran maronitas u ortodoxos sirios. Para la década de 1930, muchos de los inmigrantes habían establecido negocios prósperos, como ropa y bienes raíces, o ejercido profesiones, como derecho y medicina. Para 1953, había 450 familias sirias en El Paso. Hoy en día, los residentes sirio-libaneses de El Paso siguen siendo una comunidad muy unida cuya influencia económica, política y social en la ciudad sigue siendo significativa”.


¿Qué motivó la investigación encubierta de las rutas que seguían los migrantes sirio-libaneses por México hacia los Estados Unidos? Continuará…


Por: Iván González-Ibarra


En octubre de 1906, un agente encubierto del Servicio de Inmigración Norteamericano debió dejar sus oficinas en Tampa, Florida, para embarcarse hacia La Habana, Cuba, desde donde zarpaban los inmigrantes sirio-libaneses hacia el puerto de Veracruz, México. La consigna era clara: “Estudiar la migración siria hacia los Estados Unidos a través de la República Mexicana en todas sus fases, así como las condiciones en las estaciones migratorias”. Nuestro país, al igual que hoy en día, era visto como la ruta migrante más fácil e idónea en el tránsito hacia los Estados Unidos. Muchas veces el camino desde La Habana recorría el territorio chihuahuense, culminando en la frontera entre Ciudad Juárez y El Paso.

La historia es algo que está siempre presente en nuestra vida cotidiana, con frecuencia creemos que los hechos y lugares que observamos en el presente, no tienen mayor importancia. A veces, disfrazados de novedad, los espacios más comunes e insignificantes esconden un enorme pasado y una gran riqueza cultural.

Ubicada en el “416 South El Paso Street”, una placa conmemorativa destaca de entre los arbustos, su texto compite con un gran panorámico que anuncia “2 FOR $10, WHOPPER MEAL DEAL”. A la derecha del luminoso anuncio, y de manera más modesta pero con firmeza, el título de la placa señala “El Paso's Syrian-Lebanese Community”. Instalada ahí desde el año 2009, esta pequeña “historia de bronce” (estribillo común de aquellos que denuncian el uso de placas y estatuas) nos ayudará a introducir de manera más clara la historia que estamos por contar:

"Los inmigrantes sirio-libaneses han jugado un papel vital en el desarrollo de El Paso. El término ‘sirio’ se relaciona con un pueblo semítico cuya patria se conoce como el Levante, una extensión de tierra que se extiende hacia el este desde el mar Mediterráneo. El monte Líbano, la única parte del Levante donde los cristianos superaban en número a los musulmanes, era la mayor fuente de inmigrantes; la mayoría de estas personas se conocieron como libaneses después del colapso del Imperio Otomano en 1918. Entre 1880 y 1924, un flujo constante de sirios y libaneses llegó a los EU en busca de oportunidades económicas. Muchos optaron por emigrar primero a Veracruz, ingresando a los EU desde México en lugar de a través de Ellis Island. El Paso fue una puerta de entrada para los inmigrantes sirio-libaneses que tenían la intención de establecerse en el suroeste o el oeste de Estados Unidos y, para algunos, se convirtió en su nuevo hogar. Los primeros sirios conocidos que residieron en El Paso llegaron aquí en la década de 1890. Estos primeros inmigrantes vivían cerca unos de otros, principalmente a lo largo de la calle El Paso, y operaban negocios de abarrotes y productos secos que servían principalmente a vecindarios de habla hispana. Eran diversos en sus creencias religiosas, pero la mayoría eran maronitas u ortodoxos sirios. Para la década de 1930, muchos de los inmigrantes habían establecido negocios prósperos, como ropa y bienes raíces, o ejercido profesiones, como derecho y medicina. Para 1953, había 450 familias sirias en El Paso. Hoy en día, los residentes sirio-libaneses de El Paso siguen siendo una comunidad muy unida cuya influencia económica, política y social en la ciudad sigue siendo significativa”.


¿Qué motivó la investigación encubierta de las rutas que seguían los migrantes sirio-libaneses por México hacia los Estados Unidos? Continuará…