“Fake”: falso, farsante, impostor, altera, manipula, simular, fingir, imitar. Este es el significado oficial de “fake”, y así percibo al canditado López Obrador y muchos de sus colaboradores.
Me he esforzado en seguir la línea dedicada a los artículos relacionados con las empresas familiares, lo cual ha sido del gusto de muchos de los lectores de El Heraldo, quienes dicen que tengo ideas positivas qué aportar dejando de lado los recurrentes temas políticos.
Por otro lado, últimamente también he recibido correos en los que me piden exprese mi opinión sobre el devenir político y por tanto futuro país aprovechando este invaluable espacio. La he estado pensando, y creo que más de la cuenta. Pero en fin, después de ver y escuchar tanta sandez aplaudida y llevada a límites más allá de lo impensable, en los que parece que estamos viviendo una comedia de mal gusto, me atrevo a expresar mi personalísima opinión.
Hago un llamado a la conciencia (conocimiento del bien y del mal que permite a la persona enjuiciar la realidad y los actos; conocimiento claro y reflexivo de la realidad) de la ciudadanía para que con la inteligencia que todos fuimos dotados analicemos la situación actual del país. Ciertamente podrán darse cuenta que estamos muy, pero muy lejos del país prometido a los largo de un siglo. También estoy de acuerdo que en estos pocos más de 100 años, entre 4 y 5 generaciones se les ha incumpldo por parte de los gobiernos en turno: unos menos, otros más y otros descaradamente más.
Imposible visualizar una solución favorable con acciones caóticas y mesiánicas de quien considera que únicamente con su voluntad, o un “porque lo digo yo” se van a solucionar los problemas que tiene México. Imposible que con un “porque yo sé cómo”, la delincuencia va a dejar de delinquir: ¡Menos aún dentro de un gobierno que ha crecido a base de anarquía y actuaciones al márgen de la ley!
Llamo a su inteligencia para analizar que la burocracia ineficiente y corrupta no se va a esfumar porque hay nuevos gobernantes en turno. No es la rueda de la fortuna en la que dio vuelta el sexenio para que bajen y salgan los malos y milagrosamente suban y entren puros buenos y excelentes. ¡Menos aún con las gentes que se rodea López Obrador! “Dime con quién andas y te diré quién eres”.
Primera llamada a la conciencia… primera.
