/ martes 19 de junio de 2018

Candidato “fake”: sus mercenarios y el síndico

Los mercenarios que impulsan a López Obrador entienden que su ¿líder? ha perdido la razón y aunque no le desobedecen abiertamente, ante él y ante los medios hacen ver que le siguen la corriente.


Sin embargo a sus espaldas continúan por su cuenta cambiando los rumbos del barco que se les está hundiendo, ya que con sus respuestas disparatadas, incluyendo los debates, sólo añade confusión a la confusión que genera interpretaciones desastrosas. Nadie entiende nada de sus expectativas.


Me aterran y me dan asco los comentarios y promesas que se hacen entre el grupo de mercenarios que apoyan a López Obrador: ¡Ya se están repartiendo los bienes, los puestos y los negocios ajenos! Pero más me desconcierta la aceptación implícita de muchos de sus seguidores: ¿Qué pensarán que el botín alcanzaría para todos? Por favor, por favor no sean ingenuos: los que están apoyando con tiempo y con recursos quieren quedarse con todo, y en lo que menos piensan es en el pueblo sufrido.

Me han cuestionado sobre mi opinión de quién deba ser el síndico (no así de las otras recomendaciones de voto), parece que pisé callos. Pero está bien. Empiezo por describir las funciones que al parecer no son tan conocidas: elsíndicoes elegido por una comunidad para cuidar y fiscalizar el funcionamiento de una entidad con el fin de proteger los intereses de sus representados.

Como ustedes saben, por ejemplo el síndico del SAT no es un empleado afín o servil al delegado: todo lo contrario, emerge de una base de grupos de expertos en asuntos fiscales a los que se les trata alguna controversia para que sea atendida y resuelta evitando tribunales.

El síndico municipal es nuestro auditor externo al que pueden acudir los ciudadanos para que intervenga ante decisiones de la autoridad que considere han sido incorrectas. Si es así, entonces se requiere de un síndico que conozca el oficio y las activiades de un Municipio… y que además sea de partido ajeno al poder para que no caiga en la complacencia.

Si considero que Maru Campos es la mejor opción para el Municipio, igualmente considero que quien deba ser el síndico es Fermín Ordóñez, que de partido opuesto sea nuestro auditor externo. Y qué mejor para el propio Municipio que si su actuar es correcto, sea un externo quien lo valide.


Quinta llamada a la conciencia… quinta.


Los mercenarios que impulsan a López Obrador entienden que su ¿líder? ha perdido la razón y aunque no le desobedecen abiertamente, ante él y ante los medios hacen ver que le siguen la corriente.


Sin embargo a sus espaldas continúan por su cuenta cambiando los rumbos del barco que se les está hundiendo, ya que con sus respuestas disparatadas, incluyendo los debates, sólo añade confusión a la confusión que genera interpretaciones desastrosas. Nadie entiende nada de sus expectativas.


Me aterran y me dan asco los comentarios y promesas que se hacen entre el grupo de mercenarios que apoyan a López Obrador: ¡Ya se están repartiendo los bienes, los puestos y los negocios ajenos! Pero más me desconcierta la aceptación implícita de muchos de sus seguidores: ¿Qué pensarán que el botín alcanzaría para todos? Por favor, por favor no sean ingenuos: los que están apoyando con tiempo y con recursos quieren quedarse con todo, y en lo que menos piensan es en el pueblo sufrido.

Me han cuestionado sobre mi opinión de quién deba ser el síndico (no así de las otras recomendaciones de voto), parece que pisé callos. Pero está bien. Empiezo por describir las funciones que al parecer no son tan conocidas: elsíndicoes elegido por una comunidad para cuidar y fiscalizar el funcionamiento de una entidad con el fin de proteger los intereses de sus representados.

Como ustedes saben, por ejemplo el síndico del SAT no es un empleado afín o servil al delegado: todo lo contrario, emerge de una base de grupos de expertos en asuntos fiscales a los que se les trata alguna controversia para que sea atendida y resuelta evitando tribunales.

El síndico municipal es nuestro auditor externo al que pueden acudir los ciudadanos para que intervenga ante decisiones de la autoridad que considere han sido incorrectas. Si es así, entonces se requiere de un síndico que conozca el oficio y las activiades de un Municipio… y que además sea de partido ajeno al poder para que no caiga en la complacencia.

Si considero que Maru Campos es la mejor opción para el Municipio, igualmente considero que quien deba ser el síndico es Fermín Ordóñez, que de partido opuesto sea nuestro auditor externo. Y qué mejor para el propio Municipio que si su actuar es correcto, sea un externo quien lo valide.


Quinta llamada a la conciencia… quinta.