/ martes 13 de marzo de 2018

Capitalismo consciente

En las últimas semanas he escuchado varias intervenciones de personajes internacionales y nacionales sobre el tema de capitalismo consciente. En alguna de las lecturas, el autor comenta que la metáfora de la “mano invisible” de Adam Smith en “La riqueza de las naciones” debiera complementarse con la “mano visible” del “hacer el bien” intencional. El autor del concepto plantea que complementar la “mano invisible” con una “mano visible”, si se hace a conciencia y en forma continua, contribuiría a hacer avanzar a la humanidad hacia una era de progreso acelerado sin precedente. “No está peleado generar riqueza y ganar mucho dinero con hacer el bien a tu entorno”.

El capitalismo se ha convertido en sinónimo de muchos de los grandes problemas del mundo, principalmente la desigualdad social. Sin embargo, existen líderes que piensan que esto no tiene que ser así, y que incluso el capitalismo puede utilizar los negocios para elevar a la humanidad al desarrollo.

La propuesta del capitalismo consciente es un concepto donde se cree que la libre empresa es el más poderoso sistema de cooperación social y progreso humano, y que se puede ir más allá si se explota su potencial para hacer un impacto positivo en el mundo. Las bases de este pensamiento son;

Un propósito superior: A pesar de que las ganancias financieras son importantes, las empresas pueden tener un enfoque más allá de hacer dinero. La razón por la que una compañía existe debe ir más lejos, logrando así inspirar, involucrar y energizar a todos sus grupos de interés.

También la orientación a grupos de interés: Reconocer la naturaleza interdependiente de la vida y de los negocios, creando valor tanto para los clientes como para empleados, proveedores, inversionistas, la comunidad y todos los que tienen que ver o están relacionados con la empresa. Esto se logra porque al contar con un buen grupo relacionado con la empresa, ésta generará un mejor sistema de negocios.

Otro punto es el llamado “liderazgo consciente": los líderes son personas que ven un camino e inspiran a otros para que lo sigan también. Los líderes conscientes abrazan un propósito superior, y se enfocan en crear valor para todos los grupos de interés y en armonizar todos sus intereses, porque reconocen el importante rol de la cultura corporativa y su impacto en la comunidad.

Un último principio sería la cultura consciente: se refiere a conectar a cada grupo de interés entre sí y con el propósito, las personas y los procesos que forman la compañía, con esto se logra no sólo desarrollar la cultura, sino tambien integrar a todos los elementos para lograr la sinergia.

Probablemente con esta corriente de modelo económico pudiéramos pensar en transiciones políticas de algunas regiones del mundo, de una manera menos brusca y buscando el bienestar para todos.

Claro que al visualizar los principios básicos podemos enfrentarnos a la realidad sobre el empresario “normal” que busca la generación de dinero a costa de lo que sea, y de quien sea. Un ejemplo claro de esta corriente anticapitalismo consciente está reflejado en el presidente del país vecino, como un ejemplo,  donde no es capaz de pensar en un propósito superior que el dinero y el poder, mucho menos con una orientación a todos los jugadores del sistema de empresas, sino sólo buscando el beneficio para unos cuantos. La práctica del liderazgo consciente ni siquiera pasa por la mente de este personaje, no es capaz de pensar en la creación de valor para todos, y esto no genera una cultura consciente, al contrario, enfatiza el capitalismo radial de la generación de riqueza a costa de lo que sea y de los que sean, el mundo y las personas no son parte de su objetivo. En nuestro país, desafortunadamente existen muchos empresarios con el mismo pensamiento. Pero afortunadamente, el número de capitalistas conscientes se está incrementando para bien del mundo, de las regiones y de las personas.

Email: antonio.rios@itesm.mx

 

 

En las últimas semanas he escuchado varias intervenciones de personajes internacionales y nacionales sobre el tema de capitalismo consciente. En alguna de las lecturas, el autor comenta que la metáfora de la “mano invisible” de Adam Smith en “La riqueza de las naciones” debiera complementarse con la “mano visible” del “hacer el bien” intencional. El autor del concepto plantea que complementar la “mano invisible” con una “mano visible”, si se hace a conciencia y en forma continua, contribuiría a hacer avanzar a la humanidad hacia una era de progreso acelerado sin precedente. “No está peleado generar riqueza y ganar mucho dinero con hacer el bien a tu entorno”.

El capitalismo se ha convertido en sinónimo de muchos de los grandes problemas del mundo, principalmente la desigualdad social. Sin embargo, existen líderes que piensan que esto no tiene que ser así, y que incluso el capitalismo puede utilizar los negocios para elevar a la humanidad al desarrollo.

La propuesta del capitalismo consciente es un concepto donde se cree que la libre empresa es el más poderoso sistema de cooperación social y progreso humano, y que se puede ir más allá si se explota su potencial para hacer un impacto positivo en el mundo. Las bases de este pensamiento son;

Un propósito superior: A pesar de que las ganancias financieras son importantes, las empresas pueden tener un enfoque más allá de hacer dinero. La razón por la que una compañía existe debe ir más lejos, logrando así inspirar, involucrar y energizar a todos sus grupos de interés.

También la orientación a grupos de interés: Reconocer la naturaleza interdependiente de la vida y de los negocios, creando valor tanto para los clientes como para empleados, proveedores, inversionistas, la comunidad y todos los que tienen que ver o están relacionados con la empresa. Esto se logra porque al contar con un buen grupo relacionado con la empresa, ésta generará un mejor sistema de negocios.

Otro punto es el llamado “liderazgo consciente": los líderes son personas que ven un camino e inspiran a otros para que lo sigan también. Los líderes conscientes abrazan un propósito superior, y se enfocan en crear valor para todos los grupos de interés y en armonizar todos sus intereses, porque reconocen el importante rol de la cultura corporativa y su impacto en la comunidad.

Un último principio sería la cultura consciente: se refiere a conectar a cada grupo de interés entre sí y con el propósito, las personas y los procesos que forman la compañía, con esto se logra no sólo desarrollar la cultura, sino tambien integrar a todos los elementos para lograr la sinergia.

Probablemente con esta corriente de modelo económico pudiéramos pensar en transiciones políticas de algunas regiones del mundo, de una manera menos brusca y buscando el bienestar para todos.

Claro que al visualizar los principios básicos podemos enfrentarnos a la realidad sobre el empresario “normal” que busca la generación de dinero a costa de lo que sea, y de quien sea. Un ejemplo claro de esta corriente anticapitalismo consciente está reflejado en el presidente del país vecino, como un ejemplo,  donde no es capaz de pensar en un propósito superior que el dinero y el poder, mucho menos con una orientación a todos los jugadores del sistema de empresas, sino sólo buscando el beneficio para unos cuantos. La práctica del liderazgo consciente ni siquiera pasa por la mente de este personaje, no es capaz de pensar en la creación de valor para todos, y esto no genera una cultura consciente, al contrario, enfatiza el capitalismo radial de la generación de riqueza a costa de lo que sea y de los que sean, el mundo y las personas no son parte de su objetivo. En nuestro país, desafortunadamente existen muchos empresarios con el mismo pensamiento. Pero afortunadamente, el número de capitalistas conscientes se está incrementando para bien del mundo, de las regiones y de las personas.

Email: antonio.rios@itesm.mx