Durante la vida el hombre ha necesitado un suministro de agua para su alimentación, vivienda, en general para su bienestar. Como todos lo sabemos el agua es una necesidad universal y además el principal factor para la existencia humana. Pero también el hombre ha causado su escasez.
Existen diversas situaciones que afectan y disminuyen la recarga natural de los mantos, tales como la erosión y las mismas actividades humanas, por lo que la situación de riesgo en la que se encuentra nuestro estado nos enfrenta con la necesidad de tomar medidas e implementar acciones de manera urgente para poder garantizar el abastecimiento de agua ya no para las próximas generaciones, sino para nosotros mismos.
La captación de agua consiste en recolectar y almacenar la mayor cantidad de la misma proveniente de diversas fuentes, como la lluvia, lo cual beneficia la agricultura, la ganadería y el uso doméstico en general.
Al caer la lluvia el agua fluye superficialmente por cuencas naturales y a su vez llega a ríos, lagos y océanos, la escasez de agua en varias partes del mundo podría aliviarse captando el agua correctamente de las lluvias.
Otra parte de la lluvia se infiltra en el suelo, donde las raíces de nuestros árboles absorben gran cantidad, otra parte se sigue infiltrando hasta las capas más profundas de la tierra y aumenta la cantidad de lo que conocemos como agua subterránea.
Existen algunos métodos caseros de captación de agua, nuestro techo es idóneo ya que proporciona una superficie adecuada para interceptar el agua de la lluvia, y la podríamos aprovechar para diversas actividades o directamente a un depósito de almacenamiento.
Quizá nuestro estado no sea el más idóneo para poder tener un sistema de captación de agua en el hogar pero podemos estar preparados para eventualidades.
Existen además ya en nuestra entidad iniciativas importantes relacionadas en el tema, desde en zonas rurales hasta las zonas habitacionales o fraccionamientos, para instrumentar desde su construcción zonas de captación como una obligación.