/ jueves 8 de octubre de 2020

Carta al Sr. Loera

“Quienes creen que el dinero lo hace todo, terminan haciéndolo todo por dinero”.

Voltaire 1694 - 1778


Sr. Loera, creo que ud. como yo tuvimos la oportunidad de estudiar una carrera universitaria y de viajar por el mundo, que nos permite con franqueza saber qué ocurre en el país. De ahí que sea de sentido común más que lamentable (incluso antes de la pandemia), que la actual política gubernamental está empeñada en destruir fuentes de trabajo, asfixiar el sistema de salud, desatender las recomendaciones de la OMS frente al Covid, aprobar programas educativos donde los alumnos no estudien y copien las tareas, cancelar la oportunidad a muchos jóvenes talentosos de estudiar en el extranjero, apostarle al petróleo en lugar de empezar a aplicar energías limpias, disminuir los apoyos a la producción agropecuaria, dar abrazos a la incontrolable delincuencia, minimizar los feminicidios, erigirse en benefactor económico de Honduras y El Salvador, entre otras tristes vicisitudes, cuyos registros están más que evidentes en Inegi, Banco de México, Coneval, OMS, Conapo, Sistema Nacional de Seguridad Pública, etc.

Se autonombra ud. descubridor de la “verdadera historia de los motivos de los protagonistas en el conflicto del agua de las presas de Chihuahua”, que aventuradamente lo hace sin conocimiento preciso de los asuntos técnicos del agua y de la agricultura en nuestra región, creo más bien que su ánimo a tener esos diagnósticos son -sus respetables aspiraciones políticas- que lo que realmente sucede.

Le causa también “extrañeza” que después de casi 75 años el destino de la agricultura del estado esté en peligro a causa de que se deba de enviar agua de las presas a los EU. En todo ello tal parece que desconoce el efecto invernadero del planeta, el protocolo de Kioto, el Acuerdo de París que constituyó el fundamento crítico en Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, para establecer medidas para la reducción de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) cuyos efectos no existían hace 75 años. Ni tampoco que la agricultura sobre las cuencas de los ríos Colorado y Bravo (Grande) hubiese crecido demasiado; la del Colorado 8 veces y la del Bravo 6, construyendo en ambos países presas para ampliar su frontera agricultura. Pero también la exigencia de la demanda para uso industrial y consumo doméstico en 23 municipios del lado mexicano y 18 condados del vecino país, donde la población aumentó más de siete veces. Sencillamente Ciudad Juárez tenía en 1944 una población de 54 mil habitantes creciendo 26 veces su densidad poblacional a la actualidad. En una palabra más agricultura y más población en ambos lados de la frontera con menos agua.

Tanto la Agencia de Protección Ambiental como Oficina de Control de las Normas de Seguridad y Medio Ambiente de EU han sido alertados por -la NASA- desde 1998 de los estragos del cambio climático donde ese país y China son responsables del 45% de las emisiones CO2 y los daños están siendo irreversibles para la naturaleza, disminuyendo las lluvias en las zonas desérticas y semidesérticas hasta en un 27%, así como provocando ciclones sobre las costas, con un cielo más turbulento para la aeronavegación, siendo todo ello una comprobación de los científicos que se reunieron hace 40 años conocido como: Informe “Charney”. Comparto plenamente con usted que se debe acabar con los acaparadores y depredadores del agua, pero su punto de partida es la corrupción de Conagua que lo invitó a denunciarla con “pelos y señales”, que los hay.

Menciona usted la tardanza para promover la revisión del tratado, habría que preguntarle eso al gobierno federal, no a los productores, ellos no firmaron el Tratado de Aguas del 44, sólo se han dedicado a trabajar la tierra, no son ningunos delincuentes.

En realidad los chihuahuenses independientemente de los colores, si realmente queremos a nuestro estado debemos ser objetivos y no dejarnos ir por terquedades y ocurrencias. El problema del agua afecta a todos por igual que deben ser resueltos mediante el diálogo nunca la confrontación y menos usar la fuerza pública. Pregúntele a la Sra. Rosario Piedra Ibarra, (véase CNDH)por qué no ha contestado la “queja” que desde el 25 de abril se interpuso por los agricultores de Chihuahua en uso de sus derechos humanos contra la actuación de la Guardia Nacional y Conagua; más aún ni siquiera ha designado un visitador para darle entrada al expediente. Por último le diría que ser vecino de los Estados Unidos tiene sus ventajas y desaciertos. Ignoro su óptica dado que usted radica y opera algunos negocios en El Paso, Texas, aunque al cruzar el río de regreso a Juárez por metamorfosis se convierta en un ferviente opositor de los neoliberales y conservadores.

Quedo gentilmente a sus órdenes.

“Quienes creen que el dinero lo hace todo, terminan haciéndolo todo por dinero”.

Voltaire 1694 - 1778


Sr. Loera, creo que ud. como yo tuvimos la oportunidad de estudiar una carrera universitaria y de viajar por el mundo, que nos permite con franqueza saber qué ocurre en el país. De ahí que sea de sentido común más que lamentable (incluso antes de la pandemia), que la actual política gubernamental está empeñada en destruir fuentes de trabajo, asfixiar el sistema de salud, desatender las recomendaciones de la OMS frente al Covid, aprobar programas educativos donde los alumnos no estudien y copien las tareas, cancelar la oportunidad a muchos jóvenes talentosos de estudiar en el extranjero, apostarle al petróleo en lugar de empezar a aplicar energías limpias, disminuir los apoyos a la producción agropecuaria, dar abrazos a la incontrolable delincuencia, minimizar los feminicidios, erigirse en benefactor económico de Honduras y El Salvador, entre otras tristes vicisitudes, cuyos registros están más que evidentes en Inegi, Banco de México, Coneval, OMS, Conapo, Sistema Nacional de Seguridad Pública, etc.

Se autonombra ud. descubridor de la “verdadera historia de los motivos de los protagonistas en el conflicto del agua de las presas de Chihuahua”, que aventuradamente lo hace sin conocimiento preciso de los asuntos técnicos del agua y de la agricultura en nuestra región, creo más bien que su ánimo a tener esos diagnósticos son -sus respetables aspiraciones políticas- que lo que realmente sucede.

Le causa también “extrañeza” que después de casi 75 años el destino de la agricultura del estado esté en peligro a causa de que se deba de enviar agua de las presas a los EU. En todo ello tal parece que desconoce el efecto invernadero del planeta, el protocolo de Kioto, el Acuerdo de París que constituyó el fundamento crítico en Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, para establecer medidas para la reducción de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) cuyos efectos no existían hace 75 años. Ni tampoco que la agricultura sobre las cuencas de los ríos Colorado y Bravo (Grande) hubiese crecido demasiado; la del Colorado 8 veces y la del Bravo 6, construyendo en ambos países presas para ampliar su frontera agricultura. Pero también la exigencia de la demanda para uso industrial y consumo doméstico en 23 municipios del lado mexicano y 18 condados del vecino país, donde la población aumentó más de siete veces. Sencillamente Ciudad Juárez tenía en 1944 una población de 54 mil habitantes creciendo 26 veces su densidad poblacional a la actualidad. En una palabra más agricultura y más población en ambos lados de la frontera con menos agua.

Tanto la Agencia de Protección Ambiental como Oficina de Control de las Normas de Seguridad y Medio Ambiente de EU han sido alertados por -la NASA- desde 1998 de los estragos del cambio climático donde ese país y China son responsables del 45% de las emisiones CO2 y los daños están siendo irreversibles para la naturaleza, disminuyendo las lluvias en las zonas desérticas y semidesérticas hasta en un 27%, así como provocando ciclones sobre las costas, con un cielo más turbulento para la aeronavegación, siendo todo ello una comprobación de los científicos que se reunieron hace 40 años conocido como: Informe “Charney”. Comparto plenamente con usted que se debe acabar con los acaparadores y depredadores del agua, pero su punto de partida es la corrupción de Conagua que lo invitó a denunciarla con “pelos y señales”, que los hay.

Menciona usted la tardanza para promover la revisión del tratado, habría que preguntarle eso al gobierno federal, no a los productores, ellos no firmaron el Tratado de Aguas del 44, sólo se han dedicado a trabajar la tierra, no son ningunos delincuentes.

En realidad los chihuahuenses independientemente de los colores, si realmente queremos a nuestro estado debemos ser objetivos y no dejarnos ir por terquedades y ocurrencias. El problema del agua afecta a todos por igual que deben ser resueltos mediante el diálogo nunca la confrontación y menos usar la fuerza pública. Pregúntele a la Sra. Rosario Piedra Ibarra, (véase CNDH)por qué no ha contestado la “queja” que desde el 25 de abril se interpuso por los agricultores de Chihuahua en uso de sus derechos humanos contra la actuación de la Guardia Nacional y Conagua; más aún ni siquiera ha designado un visitador para darle entrada al expediente. Por último le diría que ser vecino de los Estados Unidos tiene sus ventajas y desaciertos. Ignoro su óptica dado que usted radica y opera algunos negocios en El Paso, Texas, aunque al cruzar el río de regreso a Juárez por metamorfosis se convierta en un ferviente opositor de los neoliberales y conservadores.

Quedo gentilmente a sus órdenes.