/ jueves 23 de junio de 2022

Cartucheras al cañón | Resistencia al proselitismo homosexual

Por: Ernesto Visconti Elizalde

“Hay resistencia y me alegro, al proselitismo ‘gay’; ya no es de la moda ‘el rey’, del tan funesto desmedro”.

La llamada “diversidad sexual” o “ideología de género”, del Movimiento LGTBQ, que no conforme con obtener la protección de las legislaturas de la mayoría de los países, buscaron desde entonces, promover sus actividades y sus filias entre la población infantil del mundo; colmando con ello todos los logros que en su favor habían alcanzado; la población heterosexual se hartó de sus abusos y ha decidido acotarlos y enfrentarlos; aun cuando en muchos países puedan ir incluso a la cárcel aquellos que se les oponen. Sin embargo hay una ley que no pueden abolir ni derogar… la “ley de la libertad de expresión”, que nos permite disentir y oponernos dialécticamente, al absurdo y nocivo Movimiento LGTBQ; cuyas siglas son: lésbico, gay, bisexual, transgénero y “queer”… anglicismo que significa: extraño o poco usual; o identidad sexual anómala. Hay países como Canadá, que exigen realizar la educación infantil promoviendo la “diversidad de género”; y cuidado con los padres que se opongan, pues ahí el Estado y no los padres deciden la educación sexual de los hijos. Afortunadamente más de la mitad de la población mundial quedó exenta de la influencia de George Soros, y del gobierno estadounidense, quienes han promovido a nivel mundial el “Movimiento Gay”. Países como China, Rusia, y todos los países musulmanes, rechazan con vigor y hasta con violencia, las absurdas y anómalas posturas de dicho movimiento.

En 2005, y al inicio de ese pronunciamiento irracional, escribí que entre mayor empoderamiento tuvieran estos individuos, mayor iría a ser la reacción acumulada de la población heterosexual; por supuesto en contra; y que incluso derivaría en la franca agresión física y con riesgo de pérdida de la vida, para ellos. Mi modesta y atrevida predicción se ha estado cumpliendo; en España, paraíso y santuario de la homosexualidad, han empezado a matar en agresiones grupales, a individuos del malhadado movimiento. Las industrias Disney han sucumbido al “poder gay”; por supuesto en ausencia de Walt Disney, creador del imperio Disney; que si bien siempre trabajó con los proyectos gubernamentales de USA, estamos seguros que no hubiera aceptado promover la deformación sexual de los infantes.

Las películas más recientes de la Disney incluyen mensajes subliminales y en ocasiones bastantes liminales de proselitismo homosexual. Ahora los nuevos empresarios de Disney, promueven un personaje caricaturesco… “Forky”, que es un tenedor –cuchara, o cuchador; bártulo mixto que simboliza a los homosexuales transgénero, y que porta un arcoíris en el zapato.

Este mismo transgenerismo impulsado por los miembros de la “diversidad sexual” promueven el texto infantil: “Libro para niños spork” (tenedor-cuchara); para niños de tambaleante condición. Sólo la firme determinación de los heterosexuales podrá detener y anular este nocivo y deformador proselitismo. ¡Cuidado con el Disney moderno!, que va por tus hijos.

visconti49@hotmail.com


Por: Ernesto Visconti Elizalde

“Hay resistencia y me alegro, al proselitismo ‘gay’; ya no es de la moda ‘el rey’, del tan funesto desmedro”.

La llamada “diversidad sexual” o “ideología de género”, del Movimiento LGTBQ, que no conforme con obtener la protección de las legislaturas de la mayoría de los países, buscaron desde entonces, promover sus actividades y sus filias entre la población infantil del mundo; colmando con ello todos los logros que en su favor habían alcanzado; la población heterosexual se hartó de sus abusos y ha decidido acotarlos y enfrentarlos; aun cuando en muchos países puedan ir incluso a la cárcel aquellos que se les oponen. Sin embargo hay una ley que no pueden abolir ni derogar… la “ley de la libertad de expresión”, que nos permite disentir y oponernos dialécticamente, al absurdo y nocivo Movimiento LGTBQ; cuyas siglas son: lésbico, gay, bisexual, transgénero y “queer”… anglicismo que significa: extraño o poco usual; o identidad sexual anómala. Hay países como Canadá, que exigen realizar la educación infantil promoviendo la “diversidad de género”; y cuidado con los padres que se opongan, pues ahí el Estado y no los padres deciden la educación sexual de los hijos. Afortunadamente más de la mitad de la población mundial quedó exenta de la influencia de George Soros, y del gobierno estadounidense, quienes han promovido a nivel mundial el “Movimiento Gay”. Países como China, Rusia, y todos los países musulmanes, rechazan con vigor y hasta con violencia, las absurdas y anómalas posturas de dicho movimiento.

En 2005, y al inicio de ese pronunciamiento irracional, escribí que entre mayor empoderamiento tuvieran estos individuos, mayor iría a ser la reacción acumulada de la población heterosexual; por supuesto en contra; y que incluso derivaría en la franca agresión física y con riesgo de pérdida de la vida, para ellos. Mi modesta y atrevida predicción se ha estado cumpliendo; en España, paraíso y santuario de la homosexualidad, han empezado a matar en agresiones grupales, a individuos del malhadado movimiento. Las industrias Disney han sucumbido al “poder gay”; por supuesto en ausencia de Walt Disney, creador del imperio Disney; que si bien siempre trabajó con los proyectos gubernamentales de USA, estamos seguros que no hubiera aceptado promover la deformación sexual de los infantes.

Las películas más recientes de la Disney incluyen mensajes subliminales y en ocasiones bastantes liminales de proselitismo homosexual. Ahora los nuevos empresarios de Disney, promueven un personaje caricaturesco… “Forky”, que es un tenedor –cuchara, o cuchador; bártulo mixto que simboliza a los homosexuales transgénero, y que porta un arcoíris en el zapato.

Este mismo transgenerismo impulsado por los miembros de la “diversidad sexual” promueven el texto infantil: “Libro para niños spork” (tenedor-cuchara); para niños de tambaleante condición. Sólo la firme determinación de los heterosexuales podrá detener y anular este nocivo y deformador proselitismo. ¡Cuidado con el Disney moderno!, que va por tus hijos.

visconti49@hotmail.com