/ jueves 26 de mayo de 2022

Cartucheras al cañón… | “Tierra adentro”, la ruta de Oñate

“Por no seguir ruta de agua, ‘Tierra adentro’ se arriesgó; don Juan de Oñate, sesgó; hallando así, la hoy Chihuahua”.

Continuando con las exploraciones al norte, según importancia… la número ocho, y la nueve serán obviadas, por limitación de espacio. Así, la décima expedición que aquí nos ocupa, es la que llegaría a la hoy ciudad de Chihuahua, el 15 de marzo de 1598, hace ya 424 años cumplidos. El “Adelantado” capitán general don Juan de Oñate y Salazar, criollo, descendiente de vascos, de 49 años de edad, originario de Minas de Pánuco, Zacatecas, lograría el mayor sueño de su vida… expedicionar hacia el norte. En 1596 recibió la capitulación de exploración; pero sería hasta enero de 1598, que pudo salir de Sta. Bárbola, con una caravana de 130 soldados; ocho vagones con herramientas y municiones; 45 carretas con bastimento, herramientas, armas y todas las avituallas; y 30 carretas de colonos con sus familias y pertenencias. En total 83 carretas tiradas por bueyes; seguidas por 3,800 cabezas de ganado vacuno, arriadas a pie. Y más atrás, caballos y burros con sus arrieros y cuidadores; rematando la columna el ganado menor: borregos, cabras y cerdos, con sus respectivos pastores y perros; por lo que la columna llegaba a medir en longitud casi una legua española -5.5 km-. Don Juan de Oñate sería el primero en abrir una nueva ruta, que no siguiera la tradicional del río Conchos; iniciando la del “Camino Real de Tierra Adentro”. No he podido localizar su bitácora, si es que aún existe; ni la primera carta de relación, que envió desde Nombre de Dios, al virrey Gaspar Zúñiga y Acevedo; contando sólo con la imprecisa versión de su capitán poeta Gaspar Pérez de Villagrá… “Historia de la Nueva México”, que dé una idea inexacta de la ruta recorrida. Fue gracias a que mi esposa Alma Esther Ortega M. pudo localizar la segunda carta de relación que Oñate enviara al virrey desde Nuevo México; carta a consultar en la biblioteca virtual Miguel de Cervantes en España; que pudimos hallar las respuestas buscadas -ruta, fechas y acontecimientos- según lo narré en mi artículo publicado en este rotativo el día jueves 12 de mayo de 2022- titulado “Nombre de Dios Chihuahua-.

Don Juan solicitó de la Corona, ser gobernador y capitán general de las regiones que conquistara; la posesión de treinta leguas de tierra por él escogidas; un sueldo de ocho mil ducados al año; y que sus hijos fueran reconocidos como “Fijosdalgo” y sus colonos como hidalgos y caballeros; pidiendo además para él el título de “Adelantado y Alguacil Mayor”. Y todo esto no era mucho, si tomamos en cuenta, que toda la expedición la solventó él. El destino le sería avieso, pues en su ausencia, sus hombres cometerían crímenes y abusos inenarrables, con los naturales de Nuevo México, a tal grado que a la fecha los descendientes de aquéllos deploran la memoria de tal expedición. Sin embargo, Oñate merece el reconocimiento de los chihuahuenses, pues él puso en el mapa a “Nombre de Dios”; preludio, inicio y basamento de Chihuahua. Hasta hoy todavía no me explico cómo pudo esa “gran máquina de carretas” atravesar el desierto de Samalayuca; tarea de romanos, sin duda alguna. Hazaña reconocida a cuatro siglos de acaecida.


“Por no seguir ruta de agua, ‘Tierra adentro’ se arriesgó; don Juan de Oñate, sesgó; hallando así, la hoy Chihuahua”.

Continuando con las exploraciones al norte, según importancia… la número ocho, y la nueve serán obviadas, por limitación de espacio. Así, la décima expedición que aquí nos ocupa, es la que llegaría a la hoy ciudad de Chihuahua, el 15 de marzo de 1598, hace ya 424 años cumplidos. El “Adelantado” capitán general don Juan de Oñate y Salazar, criollo, descendiente de vascos, de 49 años de edad, originario de Minas de Pánuco, Zacatecas, lograría el mayor sueño de su vida… expedicionar hacia el norte. En 1596 recibió la capitulación de exploración; pero sería hasta enero de 1598, que pudo salir de Sta. Bárbola, con una caravana de 130 soldados; ocho vagones con herramientas y municiones; 45 carretas con bastimento, herramientas, armas y todas las avituallas; y 30 carretas de colonos con sus familias y pertenencias. En total 83 carretas tiradas por bueyes; seguidas por 3,800 cabezas de ganado vacuno, arriadas a pie. Y más atrás, caballos y burros con sus arrieros y cuidadores; rematando la columna el ganado menor: borregos, cabras y cerdos, con sus respectivos pastores y perros; por lo que la columna llegaba a medir en longitud casi una legua española -5.5 km-. Don Juan de Oñate sería el primero en abrir una nueva ruta, que no siguiera la tradicional del río Conchos; iniciando la del “Camino Real de Tierra Adentro”. No he podido localizar su bitácora, si es que aún existe; ni la primera carta de relación, que envió desde Nombre de Dios, al virrey Gaspar Zúñiga y Acevedo; contando sólo con la imprecisa versión de su capitán poeta Gaspar Pérez de Villagrá… “Historia de la Nueva México”, que dé una idea inexacta de la ruta recorrida. Fue gracias a que mi esposa Alma Esther Ortega M. pudo localizar la segunda carta de relación que Oñate enviara al virrey desde Nuevo México; carta a consultar en la biblioteca virtual Miguel de Cervantes en España; que pudimos hallar las respuestas buscadas -ruta, fechas y acontecimientos- según lo narré en mi artículo publicado en este rotativo el día jueves 12 de mayo de 2022- titulado “Nombre de Dios Chihuahua-.

Don Juan solicitó de la Corona, ser gobernador y capitán general de las regiones que conquistara; la posesión de treinta leguas de tierra por él escogidas; un sueldo de ocho mil ducados al año; y que sus hijos fueran reconocidos como “Fijosdalgo” y sus colonos como hidalgos y caballeros; pidiendo además para él el título de “Adelantado y Alguacil Mayor”. Y todo esto no era mucho, si tomamos en cuenta, que toda la expedición la solventó él. El destino le sería avieso, pues en su ausencia, sus hombres cometerían crímenes y abusos inenarrables, con los naturales de Nuevo México, a tal grado que a la fecha los descendientes de aquéllos deploran la memoria de tal expedición. Sin embargo, Oñate merece el reconocimiento de los chihuahuenses, pues él puso en el mapa a “Nombre de Dios”; preludio, inicio y basamento de Chihuahua. Hasta hoy todavía no me explico cómo pudo esa “gran máquina de carretas” atravesar el desierto de Samalayuca; tarea de romanos, sin duda alguna. Hazaña reconocida a cuatro siglos de acaecida.