A partir del 2 de marzo hasta el 27 de este año, estaremos viviendo el Censo de Población y Vivienda que se lleva a cabo por el INEGI, institución de gran renombre y experiencia en la estadística de nuestro país.
Apoyar la toma de decisiones de los sectores público, privado y social, así como proporcionar información para contribuir al conocimiento de la realidad nacional son algunos de los objetivos que satisface este ejercicio de investigación.
La información es necesaria para poder trabajar en políticas públicas que sean de utilidad para la población mexicana, saber en dónde se requiere enfocar los esfuerzos del estado y lograr avanzar en satisfacer las necesidades del país.
El censo de población y vivienda es un conteo de todas las personas y viviendas del país en un momento determinado, la idea es recabar las principales características y su distribución en el territorio.
El censo es una enumeración individual, tiene simultaneidad ya que registra un momento cronológico, es universal, no distingue a nadie, ni por condición social, ni por lugar de residencia, es decir es para todos, tiene una periodicidad de 10 años y se lleva a cabo con metodología de las naciones unidas.
El principal objetivo de este ejercicio es obtener información actualizada sobre la dimensión estructura y distribución espacial de la población así como de sus principales características socioeconómicas y culturales.
Cuando el encuestador toque a tú puerta verifica su identidad y atiéndelo, no es necesario que lo invites a pasar tanto por seguridad de ellos y la tuya, pero no está de más si le ofreces un vaso con agua, o algo que lo pueda confortar.
El trabajo nos corresponde a todos, hagámoslo juntos y consigamos esta información para el mejor desarrollo de nuestro país.
Recuerda; cuando lo veas y toque a tu puerta, Dile: “Pregúntame”
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