/ lunes 18 de octubre de 2021

Cerrando el año

Por: Román Rivas Hong

El último cuarto del 2021 será sumamente difícil para muchos de los que trabajamos en la industria. Las condiciones de complejidad e incertidumbre que hoy vivimos hace que la demanda de muchos de los productos que manufacturamos esté en niveles mínimos y en algunos sectores, como el automotriz, la caída es similar a la de aquel fatídico segundo cuarto del 2020 en la que prácticamente se paró el mundo como resultado del anuncio de la pandemia global del COVID 19, pero “Diosmíaaa… Kastapasandaaa?” (como lo escribirían algunos millenials) y la respuesta es, que está pasando todo y de todo.

La gran mayoría de los productos que en nuestra industria se manufacturan son para exportación al mercado norteamericano y la demanda del consumidor final está en niveles de bonanza económica, sin embargo, la escasez en las cadenas de suministro, la presión inflacionaria generada por la alta volatilidad de precios y la crisis energética que empieza a acentuarse en países como China están afectando significativamente a la capacidad de lo que podemos producir y todo influye para que la recuperación económica global sea limitada.

El mundo cambió como resultado de la pandemia y el repunte en la actividad económica tras las restricciones impuestas para contener el avance del virus expuso la escasez en toda la cadena de suministros; no ha habido un solo día en éste año en donde alguna de las empresas que conforman nuestro sector no haya tenido dificultades para conseguir materias primas o componentes para poder producir. La cadena económica es global y muchas de las empresas que nos proveen no están encontrando trabajadores, barcos, contenedores, tractocamiones ni combustible, lo que aunado a la crisis de los semiconductores y la saturación de los puertos marítimos amenaza una recuperación incipiente y por ende una subutilización de nuestras capacidades de manufactura. Por si esto fuera poco, la complejidad para nuestras empresas se incrementa por todas las acciones que, en medio de éste caos, debemos realizar para cumplir con nuevas reformas como la del “outsourcing”, cumplir sin margen de error en nuestra contabilidad y declaraciones fiscales para poder recuperar el IVA bajo el esquema en el que opera nuestra industria o hasta para mantener una sana atmósfera laboral que nos permita evitar conflictos como los que ya se han presentado en otras ciudades del país como resultado de las nuevas disposiciones y reglas del TMEC.

En ésta época navideña muchos de nosotros no vamos a encontrar esos “gadgets” o productos que le queremos regalar a nuestros seres queridos. Habrá algunos que con el aguinaldo o sus ahorros tendrán para dar el enganche para un nuevo vehículo pero no van a encontrar el que andan buscando y si lo encuentran quizás no lo hagan en el color o las especificaciones deseadas. Es irónico el tener tanta demanda del consumidor final y tanta capacidad para producir, pero no poder hacerlo debido a todas las restricciones que enfrentamos; en términos de basketball o de fútbol americano el último cuarto y sus estrategias definen al ganador del partido. Nosotros como líderes de empresa tendremos que tomar difíciles decisiones y modificar nuestra estrategia para mitigar lo mejor posible ésta nueva crisis y salir adelante como ganadores en éste 4º cuarto… aunque sea con un gol de campo.

Por: Román Rivas Hong

El último cuarto del 2021 será sumamente difícil para muchos de los que trabajamos en la industria. Las condiciones de complejidad e incertidumbre que hoy vivimos hace que la demanda de muchos de los productos que manufacturamos esté en niveles mínimos y en algunos sectores, como el automotriz, la caída es similar a la de aquel fatídico segundo cuarto del 2020 en la que prácticamente se paró el mundo como resultado del anuncio de la pandemia global del COVID 19, pero “Diosmíaaa… Kastapasandaaa?” (como lo escribirían algunos millenials) y la respuesta es, que está pasando todo y de todo.

La gran mayoría de los productos que en nuestra industria se manufacturan son para exportación al mercado norteamericano y la demanda del consumidor final está en niveles de bonanza económica, sin embargo, la escasez en las cadenas de suministro, la presión inflacionaria generada por la alta volatilidad de precios y la crisis energética que empieza a acentuarse en países como China están afectando significativamente a la capacidad de lo que podemos producir y todo influye para que la recuperación económica global sea limitada.

El mundo cambió como resultado de la pandemia y el repunte en la actividad económica tras las restricciones impuestas para contener el avance del virus expuso la escasez en toda la cadena de suministros; no ha habido un solo día en éste año en donde alguna de las empresas que conforman nuestro sector no haya tenido dificultades para conseguir materias primas o componentes para poder producir. La cadena económica es global y muchas de las empresas que nos proveen no están encontrando trabajadores, barcos, contenedores, tractocamiones ni combustible, lo que aunado a la crisis de los semiconductores y la saturación de los puertos marítimos amenaza una recuperación incipiente y por ende una subutilización de nuestras capacidades de manufactura. Por si esto fuera poco, la complejidad para nuestras empresas se incrementa por todas las acciones que, en medio de éste caos, debemos realizar para cumplir con nuevas reformas como la del “outsourcing”, cumplir sin margen de error en nuestra contabilidad y declaraciones fiscales para poder recuperar el IVA bajo el esquema en el que opera nuestra industria o hasta para mantener una sana atmósfera laboral que nos permita evitar conflictos como los que ya se han presentado en otras ciudades del país como resultado de las nuevas disposiciones y reglas del TMEC.

En ésta época navideña muchos de nosotros no vamos a encontrar esos “gadgets” o productos que le queremos regalar a nuestros seres queridos. Habrá algunos que con el aguinaldo o sus ahorros tendrán para dar el enganche para un nuevo vehículo pero no van a encontrar el que andan buscando y si lo encuentran quizás no lo hagan en el color o las especificaciones deseadas. Es irónico el tener tanta demanda del consumidor final y tanta capacidad para producir, pero no poder hacerlo debido a todas las restricciones que enfrentamos; en términos de basketball o de fútbol americano el último cuarto y sus estrategias definen al ganador del partido. Nosotros como líderes de empresa tendremos que tomar difíciles decisiones y modificar nuestra estrategia para mitigar lo mejor posible ésta nueva crisis y salir adelante como ganadores en éste 4º cuarto… aunque sea con un gol de campo.